Los delitos informáticos alcanzaron el mismo nivel que el terrorismo como primera amenaza mundial para la sociedad, aseguró el director de la Europol, quien alabó la creación de una plataforma mundial contra el cibercrimen. La amenaza en línea es enorme. Actualmente es la mayor preocupación para la seguridad, junto al terrorismo, declaró Rob Wainwright, director de la organización policial europea Europol.
Se convirtió en un problema mundial y necesitamos urgentemente instrumentos mundiales para abordarlo, añadió Wainwright, quien puso por ejemplo los ataques informáticos, la circulación de pornografía infantil en Internet, el robo de datos personales o las estafas en línea. El director de la Europol hizo estas declaraciones durante una cumbre sobre ciberseguridad en La Haya (Holanda), donde acudieron mil 500 representantes de 100 países e instituciones, como Interpol o Europol, así como actores privados como Facebook o Microsoft.
Durante este encuentro se puso en marcha oficialmente una plataforma mundial de expertos en la lucha contra el cibercrimen, denominada Global Forum on Cyber Expertise. Con el apoyo principalmente de Estados Unidos, Reino Unido y Holanda, este foro reunirá las experiencias de varias organizaciones, desde Europol hasta Microsoft, pasando por la Unión Europea o Vodafone.
Es una iniciativa muy importante que ayudará a muchos países, especialmente a aquellos en vías de desarrollo, a armarse contra esta plaga, declaró Christopher Painter, coordinador en el Departamento de Estado estadunidense en las cuestiones vinculadas a la ciberseguridad. Painter se mostró preocupado por el alza del número de ataques informáticos, en referencia a una serie de incidentes recientes, entre ellos el sufrido por Sony Pictures.
Un total de 42 países y organizaciones regionales, como la Unión Africana, se unieron ya a este foro, que tendrá su base en Holanda, dijo el ministro holandés de Relaciones Exteriores, Bert Koenders. Los detalles de las operaciones de esta plataforma se concretarán en los próximos meses. Si hay algo que hemos aprendido sobre cómo Internet ha modificado las actividades criminales en Europa y en Estados Unidos, es que no estábamos preparados, concluyó Wainwright.
