En el marco del Día Mundial del Libro, el pintor Juchiteco, Francisco Toledo, salió a la calle a expender algunas ediciones de su editorial “Cálamos”.
Acosado por los reporteros, el artista respondió algunas inquietudes: ¿Oaxaca Lee?, se le inquirió.
“No sé sí lee… si los maestros leerán”, balbucea mientras sigue su camino por la calle de Alcalá, rumbo al plantón del zócalo.
“Queremos que vuelen… vamos a ponerlos a cincuenta por ciento de su costo… esperamos no tener problemas con los inspectores.
¿irá al plantón..?
“Sí para ver si se animan los maestros…”
La banquetera continúa entre algunos resbalones.
“Es para que lea la gente…” murmura el pintor.
“Esto depende de las familias”, regresa Toledo a la pregunta sobre sí Oaxaca lee.
“El problema también es del libro, que es caro, 50 pesos para un joven ya es algo; por eso mejor prefieren una chela”.
¿De la literatura oaxaqueña?
No sé, pero realmente el oaxaqueño es más sensible a la plástica, a la artesanía, el relato la poesía en menor grado… En los años transcurridos no ha salido un gran poeta… es un problema que no sé.
¿Estas acciones sensibilizan?
Creo que leer, si no eres escritor, al menos te enriquece el vocabulario, aprendes situaciones… no todos los que leemos terminamos como escritores, subraya y sigue su camino con dirección al plantón en el zócalo.