Presidente de Honduras minimiza complot del narco para asesinarlo

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El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, restó importancia a un plan del narcotráfico para asesinarlo que fue desbaratado en septiembre de 2014, al asegurar que siempre ha asumido que su cargo “lleva riesgos” y que el país no puede “detenerse” por ello en su lucha contra el crimen organizado.

En una entrevista durante su visita a Washington, el mandatario hondureño dijo que su Gobierno está centrado “en el éxito del país, al margen de lo que pueda ocurrir con Juan Orlando Hernández”.

Estos cargos, como los que a mí me toca desempeñar, y los escenarios que vive la región centroamericana y particularmente Honduras, implican muchos riesgos, pero la determinación de seguir adelante va más allá de lo que yo como persona puedo significar, es un tema de que el país no puede detenerse en esta lucha”, afirmó.

Según informaron este lunes fuentes oficiales hondureñas, los cuerpos de seguridad de Honduras desbarataron en septiembre de 2014 un plan para asesinar a Hernández, en el que estuvieron involucrados guatemaltecos, hondureños, colombianos y mexicanos que introdujeron armas al país.

Preguntado por si tiene constancia de que siga habiendo amenazas en su contra, Hernández dijo que “los órganos de inteligencia y de seguridad del Estado” están “evaluando constantemente” cualquier riesgo, y “siempre tienen recomendaciones, diariamente”, sobre los lugares que puede o no visitar.

Y yo les insisto, tenemos que seguir impulsando el trabajo del Gobierno y, en la medida en que vamos teniendo éxito, vamos disminuyendo esos riesgos”, aunque “algunos de ellos siempre van a haber”, admitió el presidente.

Yo una vez le dije a mi esposa, hace muchos años: si entramos en esto, tenemos que entender que lleva riesgos. El país tiene que salir adelante”, sostuvo Hernández.

El mandatario añadió que las instituciones hondureñas están “llegando a tal nivel de cohesión, de coordinación, que no es fácil que una banda criminal o trasnacional pueda contra un Estado”.

Hay toda una dinámica de un pueblo que ha vivido situaciones difíciles, y que ahora mira a la luz y siente esperanza. En ese sentido, no solamente soy yo el comprometido, hay una gran cantidad de hondureños y todo un pueblo. Como España, cuando dijo ‘basta ya’ en el caso de ETA, es lo que está pasando en Honduras”, concluyó.

Según el canciller hondureño, Arturo Corrales, el plan de asesinar a Hernández fue confirmado por Estados Unidos, cuyas autoridades notificaron a Tegucigalpa lo que estaba ocurriendo.

La fecha que los narcotraficantes habían programado para atentar contra Hernández era entre el 20 y 21 de septiembre, cuando el gobernante llegara en helicóptero al aeropuerto de la ciudad de Gracias, en el occidental departamento de Lempira, de donde es originario, según indicó el ministro de Seguridad, Julián Pacheco.

Para la operación, los implicados, además de tres ametralladoras antiaéreas y otro tipo de armas, también adquirieron motocicletas y cuatrimotos, todas confiscadas, para huir rápido del sitio donde pensaban dar muerte a Hernández, añadió Pacheco.