Aumenta a 6 mil 621 el número de muertos por el sismo del sábado anterior en Nepal

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El potente sismo del sábado pasado en Nepal causó al menos 6 mil 621 muertos y 13 mil 932 heridos, contabilizados en el más reciente balance oficial, el cual fue difundido ayer por autoridades del país himalayo.

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), 8 millones, de los 28 millones de habitantes de Nepal, se han visto afectados por la catástrofe, incluyendo 1.7 millones de menores. El temblor, de magnitud 7.8 grados, es el más mortífero en el país desde unos 80 años.

La comunidad internacional se movilizó rápidamente y cientos de socorristas extranjeros aún buscan sobrevivientes entre los escombros, atienden a los heridos e instalan campos y equipos sanitarios.

Un adolescente de 15 años y una joven fueron rescatados ayer con vida de entre los escombros, donde estuvieron sepultados desde el 25 de abril en la capital, Katmandú. Estos salvamentos ofrecen un respiro en una situación muy sombría. Los coordinadores de la ayuda han avisado que ciertos pueblos muy afectados están a cinco días de marcha a pie.

Naciones Unidas hizo un llamado para recaudar 415 millones de dólares para ayudar al empobrecido país a enfrentar las consecuencias del sismo.

Unos mil ciudadanos de países europeos no han podido ser localizados y se dan por desaparecidos tras el terremoto que asoló Nepal el sábado pasado, informó el embajador de la Unión Europea en el país del Himalaya, Rensje Teerink. Entre estos figuran 159 franceses y 77 españoles.

No sabemos qué les pasó. Algunos podrían haber muerto. Otros no se han reportado ante las autoridades, indicó Teerink a la prensa en Katmandú.

Seis días después del sismo, los desperdicios sólidos comenzaron a ser recolectados en la capital. Alrededor de 200 toneladas de basura han sido levantadas. La recolección continuará, señalaron funcionarios de la División de Administración Ambiental, la cual anunció que cuenta con 12 mil litros de fenol para las labores de saneamiento. La acumulación de basura en calles y espacios abiertos ha generado temores sobre el brote de epidemias y peligros para la salud en la capital, que tiene alrededor de 4 millones de habitantes.