La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) presentó una serie de propuestas que entregó al gobierno federal para generar esquemas que fomenten el ahorro y mejoren el sistema de salud en el país.
Recaredo Arias, director general de la AMIS, explicó que el principal objetivo es que las personas tengan acceso a un mejor seguro de salud y como primer paso buscarán complementar las coberturas que ofrece actualmente el seguro popular.
“Dentro de nuestras propuestas se encuentra crear un seguro popular más competitivo e integral, que a su vez incluya a la clase media. Actualmente, el diseño del seguro popular no cubre las enfermedades de más alto nivel de complejidad, pero con ayuda del sector privado esto podría cambiar”.
El seguro popular no sólo cubre a las personas de bajos recursos, sino a todas aquéllas que no cuentan con seguridad social, como el caso de los trabajadores independientes.
Miguel Ángel González Block, director general de Evisys, dijo que el seguro popular al cierre del 2013 registraba 55 millones de afiliados, de los cuales 12 millones también contaban con seguro social (IMSS).
“Esta población tiene un acceso limitado a los servicios de salud, pues sólo tienen cerca de 60 intervenciones pero no cubren aquellas enfermedades de alta complejidad”.
Entonces, si se permitiera una relación del sector privado en el sistema de la salud, el usuario podría complementar la cobertura que le ofrece el seguro popular con la de un privado que le pueda solventar los gastos de enfermedades complejas.
Detalló que el gasto por persona que hace el IMSS está en 5,500 pesos al año; mientras que el seguro popular gasta 2,600 pesos, y el gasto per cápita de la población sin seguridad social está en 3,700 pesos.
“Estamos en la tarea de concretar estos paquetes de beneficios complementarios sobre cómo se pueden integrar las primas y asignar un precio”.
Indicó que en México, 85% de la población cuenta con algún tipo de protección financiera en salud, ya sea del IMSS, ISSSTE, Pemex o el Seguro Popular; sin embargo, la brecha de 16% representa a alrededor de 19 millones de personas, quienes están expuestos a realizar gastos de su bolsillo para enfrentar una enfermedad.
“De estos 19 millones, 50% es la clase media que está aspirando a ser microempresarios y la otra mitad son campesinos que todavía no se han afiliado a ningún tipo de programa de seguro”.
Destacó que en México, del gasto que realizan las personas en salud 45% proviene de su bolsillo, lo cual contrasta con 19% que gastan en promedio los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Arias mencionó que aún existen varias propuestas que se deben afinar, pues esto sólo es la materia prima en la que se trabajará en diálogo con las autoridades.
Por su parte, Mario Vela, presidente de la AMIS, dijo que el sector asegurador cuenta con el capital y las reservas suficientes para poder complementar los recursos que puedan mejorar el seguro popular. Aclaró que las propuestas no buscan privatizar los servicios de salud sino complementarlos.
Sostuvo que el sector mexicano de seguros ha demostrado gran solidez y estabilidad en entornos financieros muy complicados.
Cultura del ahorro, clave
Luis de la Calle, director general de CMM, indicó que para lograr las propuestas que plantea la AMIS es necesario generar mayores incentivos para que las personas tengan mayor conciencia sobre la prevención y el ahorro.
“En México hay un nivel de penetración de los seguros creciente pero insuficiente, por lo que se debe estimular a través del fomento del ahorro y a su vez crear inversión. El ahorro incrementa las posibilidades de inversión. Necesitamos que el ahorro sea canalizado por servicios financieros como los seguros”.
En este sentido Recaredo Arias insistió en que el gobierno debe considerar modificar la reforma fiscal en la parte del límite de deducibilidad de las aportaciones de las cuentas individuales del retiro e incentivar las aportaciones voluntarias del ahorrador.