La sesión extraordinaria de la LXII legislatura, que se pactó para hoy a la una de la tarde en el Congreso del Estado de Oaxaca aún no ha empezado.
Se anunció que los legisladores analizarán y votarán hoy el Dictamen con Proyecto por el que se autoriza al Ejecutivo del Estado para que a través de la Secretaría de Finanzas se gestione y contrate un crédito de 2 mil 400 millones de pesos.
Además de que se rumora que también se discutirá la ley político electoral, en la que se debate la posibilidad promulgar un periodo de seis, cinco y hasta dos años de mandato, para la próxima elección de gobernador.
El rumor es que el retraso se debe a que todavía no hay un acuerdo extra sesión entre las diferentes bancadas partidarias que conforman el pleno legislativo, y que de mantenerse esto así la sesión se llevaría a cabo después de la medianoche para dar madruguete en cuanto a la decisión final de cualquiera de los trascendentales temas a discutir.
Mientras en lo que lleva del día, las puertas del Congreso se han inundado gracias un demencial aguacero que inundo las entradas al palacio legislativo y algunas partes de la alfombra que comprende las curules y la sala de sesiones.
Siendo la más castigada la sala de prensa del Congreso, a la cual el agua de lluvia le abrió un pequeño boquete en el techo que dejo a la pared principal del lugar en calidad de cascada viviente que puso en peligro las computadoras y el cableado eléctrico del lugar, lo que significó su final y temporal cierre.
“Eso fue un complot de los diputados para aprobar las leyes en los oscurito como ellos quieran y que nadie pueda reportar ni decir nada.”
Comento medio en serio medio en broma, un veterano reportero de la fuente, ante la posibilidad de no poder reportar aquello que su medio le encomendó.
Por lo pronto, son las siete veinte de la noche, oscurece en San Raymundo Jalpán, los diputados priistas Adolfo Toledo y Martha Alicia Escamilla rondan el lugar de aquí para allá y en sus curules, sin que al parecer sepan a qué hora va a empezar esta sesión extraordinaria que ya lleva casi siete horas de retraso.
La pregunta de porque todavía no empieza la sesión es porque no hay los suficientes diputados en el edificio del Congreso.
El que están esperando para aparecer y cumplir con su tarea legislativa es objeto de las más variadas especulaciones.
Mientras tanto la tormenta ha regresado, un cristal ha cedido al viento y sus puertas de vidrio se han vuelto a abrir con los fuertes vientos huracanados.
Literalmente, la tormenta ya está en el Congreso, metafóricamente, falta ver que viene.