Narro: docentes deben inyectar optimismo ante desesperanza

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“En plena sociedad del conocimiento, paradójicamente vivimos una era que podría llamarse de la desesperanza. Hay mucha incertidumbre sobre el futuro, la economía, la seguridad laboral y social, y los jóvenes pueden ser afectados por esta condición. Por ello, los maestros y maestras tienen la responsabilidad de no transmitir desesperanza a sus alumnos”, afirmó el rector de la UNAM, José Narro Robles.

Al encabezar la ceremonia del Día del Maestro, donde 46 profesores e investigadores recibieron el Reconocimiento al Mérito Universitario por 50 años de labor académica, dijo que conviene que los docentes inyecten optimismo derivado del saber que las cosas pueden modificarse, “que el cambio es responsabilidad, en parte, de las nuevas generaciones, y que para ello una buena preparación es indispensable”.

El trabajo de ustedes, les dijo, es todavía más difícil en esta era, “cuando el estudiante de bachillerato no está seguro sobre cual carrera seguir o si lo que quiere estudiar le servirá. Si el alumno de licenciatura se pregunta si vale la pena continuar con el estudio, el esfuerzo y sacrificio que significa para él y su familia, si al terminar tendrá posibilidades laborales”.

Por ello, sostuvo, contamos con ustedes para transmitir a nuestros estudiantes la convicción de que los actuales no son tiempos peores a otros que generaciones anteriores superaron; el futuro no está dado, todo se construye y a los jóvenes atañe cambiar lo que deba transformarse.

“Les toca, si los mercados no ofrecen suficientes lugares de trabajo, crear otros espacios o reformar los existentes para que nadie quede excluido; les corresponde cambiar al mundo si éste no tiene un lugar seguro y con futuro para todos”.

En representación de los premiados, Alfredo Federico López Austin, del Instituto de Investigaciones Antropológicas, dijo: “Con la mirada al futuro desde este triste presente de nuestra patria despedazada, no imagino una posibilidad de resistencia y reconstrucción que no incluya a la universidad pública mexicana. Como siempre, como semillero de los más altos principios de la razón y la justicia, la Universidad Nacional marcará su presencia”.