Más que requerir cierto tipo de alimentos, en verano los residentes de las regiones más cálidas de Sonora y del país necesitan cuidar su preparación para evitar enfermedades y también protegerse de la deshidratación, opinaron expertos.
Alejandra Verdugo, nutrióloga de la clínica local del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), describió que en tiempo de calor, los alimentos se echan a perder con mayor rapidez.
“Debemos tener mucho cuidado con eso, porque más que requerir ciertos alimentos para aguantar el calor, nos enfermamos de problemas gastrointestinales, diarreicos e igual la deshidratación”, declaró.
Tener una hidratación adecuada es tomar mínimo dos litros de agua durante el día, detalló, pero si la persona considera que suda más respecto de su consumo de agua, puede aumentar y prevenir la pérdida de líquidos con sueros orales.
Asumió que los sobres que dan en las instituciones públicas de Salud, son útiles para las personas que desempeñan una actividad que es por lo regular en el sol, que quema más calorías, por lo que se pueden evitar efectos al tomar un suero diario.
Comentó que lo máximo recomendable para la ingesta de agua es de alrededor de tres litros por persona, pues un consumo excesivo puede llevar a perder los electrolitos, los cuales son importantes para el equilibrio del metabolismo.
Lo importante es estar al tanto de los primeros síntomas de la deshidratación, para saber el momento adecuado de tomar agua, dijo.
Durante los meses de más altas temperaturas del verano, los alimentos tienden a descomponerse más rápido, y recomendó que la mayoría de ellos no deberían consumirse después de dejarlos de un día para otro a la intemperie.
“Debemos tener mucho cuidado con mariscos, pescados, carnes, alimentos que tienen que estar en el refrigerador, y si permanecen horas en el calor, debemos verificar que no estén descompuestos”, asumió.
La comida se recomienda que esté a una temperatura de dos a tres grados centígrados cuando se guarda en el interior de un refrigerador o nevera.
En cuanto a que en los meses más calurosos, bastantes familias evitan encender la hornilla o la estufa para no calentar su domicilio, por lo que tienden a comprar comida rápida ya elaborada o para preparar en casa, como los emparedados, la nutrióloga dijo:
“Debemos tener mucho cuidado con la comida rápida, porque en realidad no sabemos cómo preparan esos alimentos donde los compramos, si en realidad tienen una calidad e higiene. Tenemos que comprobar que al momento de prepararlos lo hagan con esas normas”.
Los alimentos considerados como comida rápida son cero por ciento nutritivos y con una gran cantidad de calorías, como los hot dog, hamburguesas, pizzas, nachos, papas fritas, comida china y otras, puntualizó Verdugo.
En verano la gente prefiere la comida fresca sobre la caliente, pero lo recomendable en general es aumentar el consumo de verduras frescas y crudas, ya que esas son las que aportan mayor cantidad de nutrientes.
Se recomienda que la tercera parte de un plato regular esté cubierta por verduras al momento de cada comida, ya que con eso se cumple el requerimiento diario que son dos tazas diarias, además que de frutas deben consumirse tres raciones por día.
Cada fruta tiene su ración diferente, según su aporte de calorías, pero por ejemplo la mitad de un plátano equivale a una ración, “y si nos comemos el plátano entero corresponde a dos raciones de las tres diarias recomendadas”, afirmó.
Además de que para optimizar los recursos de la familia, lo más apropiado es comprar las verduras y frutas de temporada, porque son las más baratas, citó la experta en Nutrición.
Por su parte, el vendedor ambulante de mariscos, Matías Guzmán Medina, mencionó que para el verano no hay nada como un buen coctel de camarón con pulpo, o algunas conchas como almejas y ostiones, “un coctel bien helado”.
Estimó que con la comida de mar, como también son los pescados, es necesario tener cuidado de mantenerla bien helada o en hielo cuando anda con la carreta, para que no vaya a darle problemas a los clientes con el estómago o una intoxicación.
Pero fuera del cuidado que debe tenerse, explicó que en las altas temperaturas se antoja esta comida porque no calienta el cuerpo, refresca, pero además opinó que es ligera, aunque no supo comentar sobre el alto contenido de colesterol y otras grasas.
También el vendedor de frutas de la calle 26, Julio Rodríguez Camacho, destacó que en el caso de las frutas hay que preservarlas bien, porque si se pasan de maduras entonces ya no se ven bien y la gente ya no las consume.
Asumió que la fruta, al contrario de las verduras que a mucha gente no le gustan porque saben a zacate, le gustan a la mayoría y pueden significar una buena opción de dieta y para consumir mientras se está fuera de la casa.
El consenso es que en el verano y ante las altas temperaturas es necesario tener cuidado con los alimentos, para que no entren en descomposición, además de lo nutritivo y sano que es el consumo de menos carnes rojas, y más verduras, frutas y agua.