Nestora Salgado, coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero, será trasladada del penal de Nayarit (Centro de Readaptación de Jurisdicción Federal) a un centro del fuero común.
Lo anterior se acordó en una reunión realizada este lunes en la subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, adonde acudieron integrantes de los gobiernos federal y estatal de Guerrero, así como del Distrito Federal.
El traslado procederá, indicaron funcionarios de la Secretaría de Gobernación, en atención a las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como de una petición formal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Al encuentro asistió el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega; las hijas de Nestora Salgado; funcionarios de la Comisión Nacional de Seguridad, especialmente del órgano responsable del área de readaptación social; de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y de la propia subsecretaría de Derechos Humanos, a cargo de Roberto Campa.
Se acordó dar los pasos legales para garantizar el traslado de Nestora a una prisión del fueron común, indicaron fuentes consultadas de Gobernación.
Aunque no se precisó, por motivos de seguridad, el lugar a donde Salgado será trasladada, se pudo confirmar la asistencia a la reunión de enviados del órgano de readaptación social del gobierno capitalino.
Nestora Salgado fue detenida el 21 de agosto de 2013 acusada de secuestro agravado. Desde entonces está presa en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 4, ubicado en la comunidad de El Rincón, en Tepic, Nayarit, considerado de alta seguridad.
La comandante de la policía comunitaria sigue presa, aun cuando desde marzo de 2014 el primer tribunal unitario de Chilpancingo, Guerrero revocó el auto de formal prisión y ordenó su libertad, además de que en enero pasado el gobierno del estado se desistió de la acción penal en su contra.
Las violaciones a los derechos humanos se han extendido a familiares de Nestora. Saira Rodríguez Salgado, su hija se exilió en Estados Unidos, en octubre de 2014, luego de recibir varias amenazas de muerte por parte del crimen organizado.
Como ha informado La Jornada en días recientes, el estado de salud de Salgado se ha deteriorado; sin embargo los informes médicos del Ceferso aseguran lo contrario a pesar de que lleva 14 días ingiriendo sólo agua.
