Cada año, el 31 de mayo, la OMS y sus asociados celebran el Día Mundial Sin Tabaco, con el fin de destacar los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco y promover la aplicación de políticas públicas eficaces para reducir ese consumo.
Con ocasión del Día Mundial Sin Tabaco 2015, exhortamos a los países a que colaboren para poner fin al comercio ilícito de productos de tabaco.
En muchos aspectos, el comercio ilícito de productos de tabaco es un importante motivo de inquietud a escala mundial, en particular en lo que se refiere a la salud, el derecho y la economía, la gobernanza y la corrupción.
Magnitud del problema
Según algunos estudios, y por la información proporcionada por la comunidad aduanera mundial, el mercado del tabaco ilícito podría suponer hasta una décima parte de los cigarrillos consumidos en el mundo. La Comisión Europea calcula que el comercio ilícito de cigarrillos cuesta a la Unión Europea y sus Estados Miembros más de € 10 000 millones cada año en concepto de impuestos e ingresos aduaneros no percibidos.
El comercio ilícito no es un problema exclusivo de los países de ingresos altos; en casi todos los países del mundo hay comercio ilícito, de una forma u otra. En respuesta a la amenaza que supone el comercio ilícito de tabaco, la comunidad internacional negoció y adoptó en noviembre de 2012 el Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco, el primer protocolo del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
Objetivos de la campaña del Día Mundial Sin Tabaco 2015
Sensibilizar acerca del daño que el comercio ilícito de tabaco causa a la salud de la población, especialmente a los jóvenes y los grupos de bajos ingresos, porque aumenta la accesibilidad y la asequibilidad de esos productos, dado su menor costo.
Mostrar por qué los beneficios para la atención de salud y los programas y las políticas de control del tabaco, tales como el aumento de los impuestos y los precios, la inclusión de advertencias sanitarias gráficas y otras medidas, se ven socavadas por el comercio ilícito de productos de tabaco.
Ilustrar el modo en que la industria tabacalera ha intervenido en el comercio ilícito de productos de tabaco.
Poner de relieve que gracias al comercio ilícito de productos de tabaco, los grupos criminales amasan grandes fortunas con las que financian otras actividades delictivas, como el tráfico de drogas, armas o seres humanos, así como actividades terroristas.
Promover la ratificación del Protocolo para eliminar el comercio ilícito de productos de tabaco, la adhesión al mismo y su uso por todas las Partes en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, así como su pronta entrada en vigor gracias a la participación activa de todas las partes interesadas pertinentes.
La epidemia mundial de tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas, de las cuales más de 600 000 son no fumadores que mueren por haber respirado humo pasivamente. Si no actuamos, a partir de 2030 la epidemia matará cada año a más de 8 millones de personas. Más del 80% de esas muertes prevenibles se registrarán entre personas que viven en países de ingresos bajos o medianos.
Mensajes clave para el público
El tráfico ilícito de productos de tabaco es malo para su salud y para sus intereses. Por estas razones:
Los productos ilícitos de tabaco arrastran a los jóvenes a probar y consumir tabaco, porque es más barato. Los productos ilícitos también engañan a los jóvenes consumidores de tabaco, porque no llevan advertencias sanitarias, y en ocasiones empujan a los niños a participar en actividades de venta ilegal.
El comercio ilícito merma los ingresos públicos en concepto de impuestos, y ese dinero se podría destinar a la prestación de servicios públicos en lugar de ir a parar a manos de delincuentes.
El comercio ilícito aumenta la corrupción y debilita la buena gobernanza.
Es sabido que las empresas tabacaleras han aprovechado los resquicios legales de los sistemas de gobernanza del control del tabaco para participar en el comercio ilícito de productos de tabaco.