La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca promueve el Programa Permanente de Formación en Derechos Humanos 2015, a fin de identificar y conocer cuáles son los derechos de los pueblos y comunidades indígenas para respetar y garantizar el pleno ejercicio de sus derechos.
Vidal Antonio Agapito, titular de la Defensoría especializada en pueblos y comunidades indígenas, señaló durante una sesión del programa que los indígenas valoran su cosmovisión como un conjunto de creencias, valores y sistemas de conocimientos que articulan la vida social de estos grupos, perspectiva íntimamente ligada a la religión, la política, la economía y al medio ambiente.
Agregó que la cosmovisión expresa la relación de los hombres con las divinidades, establece el orden jerárquico del cosmos, la concepción del cuerpo humano, estructura la vida comunitaria y agrupa el conjunto de los mitos que explican el origen del mundo.
En entrevista, Antonio Agapito señaló que uno de los conceptos clave que revisan este año dentro del Programa Permanente de Formación en Derechos Humanos es la comunalidad, con el fin de compenetrarse con las prácticas del colectivismo indígena.
La comunalidad, explicó, es un componente estructural de los pueblos y comunidades indígenas, la lógica con la que funciona la estructura social y la forma en que ésta se define y articula. “Además de su extensión entre todos los pueblos indígenas, debe tenerse en cuenta su profundidad histórica”, ponderó.
El defensor especializado detalló que la comunalidad está constituida por cuatro elementos centrales: territorio, trabajo, poder y fiesta comunales, los cuales son atravesados por los demás elementos de la cultura, como la lengua, la cosmovisión, la religiosidad, los conocimientos, las tecnologías y otros aspectos.
En cuanto al facto denominado poder, precisó que éste radica en el consenso de la asamblea, cuyo mandato se aplica en la escala de cargos que reciben distintas denominaciones (como autoridades, comisiones, comités, consejos), pero cuya función invariable es la de “mandar obedeciendo”.
Antonio Agapito abundó en otro elemento fundamental de las comunidades indígenas: la fiesta comunitaria, que constituye un espacio de convivencia, de solidaridad, de hermandad, en el cual todos comparten las actividades festivas.
En cuanto al tema del territorio, aclaró que normalmente se entiende desde la perspectiva urbana como el espacio de una comunidad, pero desde el enfoque indigenista el territorio lleva también un enfoque de sentimiento muy profundo, “pues dentro del territorio esta la constitución de la madre tierra, así como el trabajo aportado colectivamente, mejor conocido como tequio”.
Puntualizó que en la comunalidad prevalecen normas, valores y leyes comunitarias a las que todas y todos los integrantes deben sujetarse para que haya armonía y disciplina al interior de la comunidad.
Antonio Agapito destacó que el Programa Permanente de Formación en Derechos Humanos forma parte de las acciones de la Defensoría del Pueblo de Oaxaca diseñadas para el fortalecimiento de la cultura de los derechos humanos en el estado.
Recordó que este programa comenzó el 7 de mayo y tendrá una duración de siete meses, pues culminará el 10 de diciembre de este año, con el propósito fundamental de fortalecer la cultura de los derechos humanos mediante su promoción para ejercerlos y defenderlos en la vida cotidiana, así como para respetarlos y garantizarlos desde la función que cumplen las personas dedicadas al servicio públicos.