El Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (IISUABJO), a través del Área de Desarrollo Regional, organizó la conferencia “La función social de la historia” como parte del Ciclo Oaxaca en el Debate Nacional.
La conferencia, a cargo del destacado historiador mexicano Enrique Florescano, tuvo lugar en la Biblioteca Francisco de Burgoa de la UABJO y contó con la participación de Carlos Tello Díaz como moderador.
De acuerdo con Florescano, el estudio de la historia es una indagación sobre el significado de la vida de los seres humanos en el transcurso del tiempo y, hasta el momento no se ha encontrado una guía mejor para adentrarse en la complejidad de la existencia humana.
Sin embargo, sostiene que “la costumbre de leer la historia de un país a través de lo que llamamos historia nacional, nos ha hecho olvidar que detrás de la historia escrita por los vencedores permanecen latentes las versiones de los grupos marginados y oprimidos, e incluso le versión de los derrotados.”
Asimismo, el ponente apunta que aunque las funciones de la historia han sido variadas, muchas veces esta sirvió como un medio para dotar a los grupos humanos de identidad, cohesión y sentido colectivo.
En este sentido, la función de la historia ha sido la de dotar de identidad a quienes forman el pueblo, la patria o la nación. “La recuperación del pasado tenía por fin crear valores sociales compartidos, infundir la idea de que el grupo o la nación tuvieron un origen común, inculcar la convicción de que la similitud de orígenes les otorgaba cohesión a los diversos miembros del grupo social, para enfrentar las dificultades del presente y confianza para asumir los retos del porvenir.”
En los últimos tiempos sin embargo, la investigación histórica se ha impuesto el transformarse en una práctica razonada, crítica e inteligente, sometiéndose a las reglas de la prueba y el error, como cualquier otro conocimiento riguroso.
A manera de conclusión, Florescano señaló que “El conocimiento histórico es indispensable para preparar a los niños y jóvenes a vivir en sociedad: proporciona un conocimiento global del desarrollo de los seres humanos y del mundo que los rodea. Si las nuevas generaciones están obligadas a conocer el presente, es conveniente que lo hagan a partir del pasado que ha construido el presente”.