“Un ejercicio no visto en nuestro país por las connotaciones e implicaciones que tiene lo que aquí estamos viviendo.”
Así calificó la periodista Carmen Aristegui a la Sesión Pública de la Comisión de la Verdad, sobre las violaciones que se dieron durante el conflicto social de 2006 y sus resabios de 2007, que se llevó a cabo este domingo y que la tuvo a ella como testigo de honor.
En su discurso de participación en el evento, entre testimonios de asesinatos impunes y arrestos de facto, Aristegui calificó a la sesión como “suigeneris”. Como “un proceso que debe ser histórico, porque significa hablar y exigir justicias por violaciones a los derechos humanos.”
La periodista, tomando como referencia un artículo que había previamente publicado en el periódico Reforma, recordó que la Comisión se instauró a partir del decreto 2056 de la 61 Legislatura local.
“Este ejercicio además de importante es inédito porque las víctimas de este conflicto han tomado la palabra en público, lo cual debe trascender al mero ejercicio de testimonio, porque esta comisión de la verdad no ha surgido de la nada, ni está hecha para la nada.”
Dijo que recabar testimonios es una tarea que, debe tener implicaciones posteriores y mayores, que lo que venga en fechas no muy lejanas, tiene que venir de la mano de la verdad, de la memoria, pero sobre todo de la justicia.
“La materia prima de esta investigación debe tener una repercusión directa en la justicia que la sociedad oaxaqueña exige desde hace más de una década.”
En medio de vítores de “¡no estas sola!” y “¡Aristegui para presidenta!”, la periodista comentó que, la comisión de la verdad está creada para ver “qué fue lo que pasó, como fue que pasó, quien es responsable de que, y en donde están los procesos de justicia que sobre esos hechos deberían de existir.”
Recordó que, en el 2006 Oaxaca tuvo autoridades que en lugar de la conciliación, tomaron por camino la respuesta autoritaria, siguiendo el camino de la represión, la tortura, el asesinato y el encarcelamiento por motivos políticos
“Escaló de convertirse en un movimiento de maestros, a una verdadera revuelta social.”
Dijo la periodista, rememorando que se cumplen nueve años desde que, más de setenta organizaciones sociales emitieron una convocatoria para crear la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).
“Oaxaca se volvió foco de atención nacional y mundial, barricadas, incendios, medios de comunicación tomados y enfrentamientos. El gobernador Ulises Ruiz no cayó de milagro.”
Aristegui aseguró que, el desencanto de la sociedad viene de la impunidad acumulada, y que el silencio y el olvido es lo que le conviene a los gobiernos autoritarios
“La impunidad no cabe más, la desmemoria es inaceptable. El pueblo de Oaxaca tiene un expediente abierto y esta Comisión de la verdad tiene un desafío mayúsculo.”
Y dirigiéndose a los tres comisionados, Alejandro Solalinde, Marina Rodríguez y Diego Osorno, expresó:
“Yo confió en que sus trayectorias, sus biografías, su compromiso se traduzca en un informe que signifique proceso de justicia para todo lo que aquí hemos visto, escuchado y lo que nos falta por saber.”
Posteriormente al término del acto, Aristegui se negó a dar declaraciones a la prensa bajo el argumento de que, no quería quitarle el foco de atención a la Sesión.
Refugiándose en un camerino del Teatro Macedonio Alcalá, donde su equipo de trabajo dividió a los que las esperaban en dos filas, de fans y de reporteros, dándole audiencia a unos cuantos fans y solo permitiéndole a los reporteros el enorme honor de tomarse una selfie con la periodista.
Saliendo del teatro entre empellones y empujones en su decisión de no dar declaraciones, teniendo en el fornido periodista y comisionado Diego Osorno a su improvisado guarura en portón del teatro con una pequeña y estrecha puerta abierta, el filtro para que sus fans (admiradores y reporteros) no pudieran terminar de alcanzarla.
