México, en la etapa más difícil de su transformación: Carstens

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México se encuentra en la etapa más difícil de su transformación, a partir de la autorización de las reformas estructurales, que es la fase de su aplicación e implementación para que los resultados esperados se traduzcan en crecimiento y bienestar para la población, afirmó el gobernador del Banco de México (BdeM), Agustín Carstens Carstens.

México no ha concluido su proceso de transformación, sino comienza una etapa difícil, que es la implementación de las reformas estructurales. El país está inmerso en su fase más laboriosa: la de instrumentar dichas modificaciones, aseveró.

En la inauguración de la conferencia anual sobre Economía del Desarrollo, organizada conjuntamente con el Banco Mundial, el titular del BdeM puso de relieve la advertencia de que, en el actual periodo de crisis y volatilidad generalizada en los mercados financieros internacionales, el gobierno mexicano debe mantener la disciplina presupuestal, fortalecer el marco macroeconómico, controlar la inflación, robustecer el sector externo con apoyo del régimen cambiario flexible, cuentas externas sostenibles y libre movilidad de capitales, si no quiere quedarse rezagado en la recuperación económica frente a otras naciones.

Carstens expresó lo anterior en la mesa donde estaba el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso.

Pero en su oportunidad, Videgaray respondió que la implementación de dichos cambios estructurales es un proceso tenaz y disciplinado. No es hacer magia con la economía ni tampoco (las reformas estructurales) son instrumentos para sobrellevar el ciclo económico, sino un proceso que requiere disciplina y tenacidad para lograr que los beneficios de un aumento en la productividad, su flexibilización y una mayor competitividad se traduzcan en mejora para todos. No son un instrumento del ciclo económico ni de estímulo de la demanda agregada. Es un trabajo por el lado de los elementos estructurales de la economía y la oferta para lograr mayor productividad y crecimiento económico.

Dicha conferencia forma parte de los trabajos del Banco Mundial rumbo a la reunión que se efectuará en Lima, Perú, este año.

En ésta, el gobernador del BdeM hizo notar la necesidad de fortalecer el estado de derecho en el país. Un estado de derecho débil, subrayó, genera altos costos para la economía, al aumentar la incertidumbre en las interacciones cotidianas y las transacciones económicas al inducir una reasignación de recursos privados a la protección de bienes y personas y al retrasar la impartición de la justicia.

No obstante, alertó que el fortalecimiento del estado de derecho puede implicar un proceso difícil y gradual, dado que significa mejoras en el diseño de disposiciones legales y en los procedimientos para hacerlas cumplir. Pero pequeños avances a pasos sostenidos pueden acumularse y convertirse en detonante importante del crecimiento, señaló.