Un Cristo Rojo

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Red Jesus es Fernando Costa, o el proceso a la inversa que comenzó cuando los más confianzudos empezaron a llamarlo así por ser pelirrojo, flaco, barbón y de cabello largo.

Chileno nacido en México, de madre mexicana y padre chileno, tercero de seis hijos, Costa cuenta que toda su vida fui baterista, aunque de repente empecé a componer, cristalizándose lo de cantar hace apenas dos años

“Nunca tuve la intención de cantar, pero grabando unos demos con mi hermano (el músico y también productor Jorge Costa) él me dijo cántalos tú, y así empecé”.

“Es raro llevo veinte años al fondo del escenario en mi batería, en un rol importante pero secundario, ahora pasar al frente cantar y armar el show me parece un desafío gigante”

“La primera vez la cague arriba del escenario, la segunda vez la cague un poquito menos, ahora la cago cada vez con más confianza”.

Comenta riendo y bromeando este Jesús Rojo quien a los seis años llego a vivir a Santiago de Chile procedente de la Ciudad de México, país de origen con quien siempre conservó una especial conexión.

Costa se fue a Los Ángeles a grabar un disco y terminándolo sintió que tenía algo pendiente que hacer al otro lado de la frontera.

En Chile se dedicaba a la música trabajando en publicidad, recordando que la música empezó para el con Jorge, su ya mencionado hermano mayor.

“Escuchaba sus discos, él lo tocaba todo. Descubrí que lo único que no sabía tocar era la batería,. y entonces la empecé a tocar como para diferenciarme”.

Red Jesus mira al actual rock en español como un lugar al que se le ve muy bien, donde hay muchas bandas, pero en el que por lo mismo es difícil entrar y ganarse un espacio.

“Y por otro lado lo veo como muchas industrias del mundo, jodida. Está muy cabrón vivir de la música, y eso es para todos los músicos, incluso para los que ya están súper bien posicionados.

Con la no venta de discos, Red mira como los músicos no terminan de entender cómo realmente funciona el negocio.

“Todos queremos comer, vivir, no ese sueño de antes de ser multimillonario y tener un yate que ya es una cosa infantil”.

Mira al internet como un arma de doble filo donde es más fácil llegar a más gente pero donde no existe una curaduría y entran cosas sin la calidad y sin el esfuerzo que se le debe poner a la música.

“Ya no hay filtros y música muy buena se pierde en un mar de música nada interesante”.

Costa comenzó en el blues chileno, con bandas como Swing Gatos, cuando llegó el momento de hace su disco.

“En un minuto pasó, fue como una decisión muy racional, me dije voy a componer un álbum y me empecé a encerrar en una sala de ensayos”.

“Compuse muchas rolas, se las mande a mi hermano, que sería mi productor, y me dijo que eran una mierda. Volví súper decepcionado y empecé a hacerlo de nuevo”.

Un disco con doce canciones fue el resultado del reintento, donde el Rey del Kazoo es una de sus rolas mas poperas , cantada a dueto con la actriz y cantante chilena Andrea Velasco, a quién Fernando Costa también le produjo un disco.

Selfish M.F es una canción que el rojo predicador cuenta que escribió a mano.

“Me la escribí a mi mismo, para tomar el viaje de la música deje muchas cosas detrás, me sentí muy egoísta sobre todo con la pareja que tenía en ese momento”.

“Diciéndome que era un egoísta de mierda pero que era lo que era, era mi esencia y tenía que segir con eso”.

Born in México, la tercera en importancia para su autor, cuenta Costa que surgió cuando se dió cuenta de que en los barrios mexicanos de Los Ángeles donde vivía, lo estaban discriminando por ser güero.

“Este primer disco es un vomito emocional de muchas cosas que tenía guardadas hace tiempo, amores desamores. Habla de cosas universales, no es un disco muy político ni que hable todo el rato de amor, es la subjetividad de mis vivencias, disco súper personal.

Español, inglés y spanglish, son los idiomas de su disco, Red cuenta que sucedió porque creció escuchando música en inglés y se le hacía más fácil componer en ese idioma.

“La fonética, los adjetivos y los adverbios son más dúctiles en inglés. Es mucho más fácil decir love que decir amor y que no suene cursi”.

Gustavo Ceratti, Beck y la locura de Plastilina Mosh, Costa los menciona como referencias, donde en su música se pueden escuchar muchos elementos de ello, pero donde tampoco trata de copiarlos.

Por lo pronto este Cristo pelirrojo dice que respeta mucho la religión, pero que lo suyo es predicar con su música.