México está en la última escala -Filadelfia- de un largo recorrido que hizo en los últimos diez días para conquistar la Copa Oro, y el equipo, más allá de las críticas por el pase a la final ante Panamá, mostró algunas dolencias físicas.
Hay varios jugadores con golpes que se siguen tratando con tiento para la final con Jamaica. Francisco Rodríguez, Diego Reyes, Jonathan dos Santos y Paul Aguilar presentaron dolores, pero, de todos, el que no estaría al ciento por ciento es el capitán Andrés Guardado, quien tiene un golpe en el tobillo izquierdo, aunque él mismo le indicó al cuerpo médico que quiere estar en el campo de juego.
Jonathan dos Santos, quien sufre un dolor en la ingle, es el que más dudas genera y es muy probable que no esté apto para mañana, mientras que su hermano, Giovani, no se encuentra bien físicamente.
Sin embargo, Miguel Herrera quiere apostarle todo a Giovani dos Santos para que acompañe a Oribe Peralta en la delantera, ya que Carlos Vela fue suspendido, por lo que esperará contar con Giovani como sorpresa en su alineación.
La selección continuó trabajando en hermetismo tras entrenar a puerta cerrada en Filadelfia y sin dar declaraciones a la prensa. La única ausencia es la de Javier Chicharito Hernández, quien ya se reportó con el Manchester United, su equipo de la liga inglesa que coincidentemente hace su pretemporada en tierras estadunidenses.
El que sigue con su trabajo de recuperación del pie derecho es Héctor Moreno, quien junto al preparador físico, Carlos Pecanha, realizó trabajo por separado.
Miguel Herrera se sigue alejando de los reflectores y prefiere contraerse al pasar por los medios de comunicación. De tal manera, se sigue sin saber su postura sobre la sanción que le impuso la Comisión Disciplinaria de la Concacaf, por sus comentarios contra la logística y organización del evento, pues el Piojo se quejó de haber viajado en el mismo vuelo con Panamá de Nueva Jersey a Atlanta con dos horas de retraso. Fue castigado económicamente aunque no se reveló la cantidad impuesta. El mediocampista de Estados Unidos, Michael Bradley, sufrió el mismo castigo por comentarios parecidos.
A las afueras del Lincoln Financial Field se observó a los revendedores, que ofrecen entradas para la final de la Copa Oro hasta al triple de su valor original.
Los costos que han alcanzado son de 120 dólares cuando estaban tasados en 38. La expectación por ver el partido final se ha incrementado, sobre todo por la afición mexicana, que se espera abarrote los 70 mil lugares en las gradas con las que cuenta el inmueble. Para la Concacaf, los boletos se agotaron oficialmente el miércoles.