La pista de aterrizaje del aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, fue testigo uno de los aterrizajesmás dramáticos de los últimos años, el de un gigantesco Boeing 777 de unas 13 toneladas de peso que por poco no la libra.
A pesar de la fuerte tormenta que escupió violentas ráfagas de viento que desestabilizaron sus alas, la aeronave que llevaba 300 personas a bordo aterrizó de manera segura.
Estamos casi seguros de que los cientos de pasajeros que vivieron el infartante aterrizaje vieron su vida pasar frente a sus ojos.
Hasta el momento, este video se ha reproducido más de tres millones de veces.