“Viva Oaxaca”, “Viva la Guelaguetza”, resonó en el renovado Auditorio Guelaguetza, mientras canastas adornadas con flores, monos de calenda, trenzas con listones de colores, sombreros, pañuelos y penachos desfilaban por el escenario al finalizar la presentación de la Octava de Los Lunes del Cerro, en su edición matutina.
En un ambiente de alegría y hermandad se llevó a cabo este encuentro de tradiciones milenarias. En punto de las 10 de la mañana, las y los asistentes aplaudieron a la Diosa Centéotl 2015, quien se presentó en el escenario ataviada de azul.
La joven Indira Tanivet Jarquín Vásquez, de la delegación del Barrio de las Chinas Oaxaqueñas, quien vistió una falda y listones color azul, dio la bienvenida a las mujeres y hombres que bajo los intensos rayos del sol, presenciaron el encuentro de las 15 delegaciones.
En esta máxima fiesta de las y los oaxaqueños en su edición número 83, los chirimiteros recorrieron el escenario con sus tambores y flautas para anunciar esta muestra de cultura y folclore, mientras los ojos de los espectadores parecían quedar perplejos ante la magia que se destilaba en cada son, en cada jarabe y en cada grito de júbilo.
Las Chinas Oaxaqueñas hicieron acto de presencia, con sus amplias faldas de colores, canastas adornadas con flores, acompañadas de hombres elegantemente vestidos, quienes al son de la música de viento invadían el escenario.
Posteriormente, Santiago Juxtlahuaca se presentó al ritmo de las espuelas con su “Danza de los Rubios”; Ciudad Ixtepec mostraba al mundo su calenda, regada de fruta y noche de vela, mientras sus mujeres portaban orgullosas sus trajes negros bordados con flores.
En este encuentro festivo, Huautla de Jiménez compartió sus tradiciones y costumbres milenarias con las y los visitantes nacionales y extranjeros, al representar un matrimonio mazateco, ceremonia arraigada en las bodas de la comunidad.
La Guelaguetza se vivió con entusiasmo y alegría en el Cerro del Fortín, mientras la delegación de Ocotlán de Morelos hizo que los espectadores se levantaran de sus asientos para aplaudir al son de los jarabes y dianas. La llevada de Guajolote, deleitó a los presentes, quienes se mostraron jubilosos.
Contagiado por el regocijo y calidez que distingue al Pueblo de Oaxaca, el Gobernador Gabino Cué Monteagudo disfrutaba de la presentación del fandango de Cajón y Mayordomía de San Andrés Huaxpaltepec.
Al son de las chilenas, sones y juegos, el mandatario oaxaqueño compartió con el público el pan, tortillas y presentes de las delegaciones participantes.
La canción mixteca hizo vibrar a las y los visitantes al paso de las mujeres y hombres originarios de Huajuapan de León, que en esta ocasión compartieron con el mundo su sentimiento. ¡Qué lejos estoy del suelo donde he nacido! Se escuchaba en todo el lugar, en tanto, los sombreros ondeaban en todos los palcos.
San Antonio Huitepec, mostró la unión de las parejas en su localidad. Loma Bonita, población perteneciente a la región del Papaloapan, estuvo acompañada de aplausos durante el baile que representa la cosecha de la piña, acompañado de las décimas y un rico y jocoso zapateado.
Los penachos de colores desfilaron por el escenario, Cuilapam de Guerrero compartió su Danza de la Pluma, compuesta por marchas, himnos, pasos dobles y sones.
Las chilenas y sones de San Juan Cacahuatepec cautivaron al público que agitaba gustosamente sus abanicos. Las piñas y huipiles de colores se presentaron en el espacio; San Juan Bautista Tuxtepec deleitaba a los presentes con su tradicional Flor de Piña.
Los radiantes rayos del sol no impidieron que los asistentes degustaran del chocolate, atole y pan de San Antonino Castillo Velasco, delegación que compartió su gastronomía con los espectadores.
Los sones, chilenas y comparsas del carnaval envolvieron al público, las tradiciones de Putla Villa de Guerrero sonrojaron aún más a grandes y chicos.
Fue así como se llevó a cabo la presentación de la Octava de Los Lunes del Cerro, en su edición matutina, en un espacio contagiado de alegría y colores al paso de las Chinas Oaxaqueñas y su clásico Jarabe del Valle, acompañadas de todas las delegaciones, quienes se dispusieron a bailar y disfrutar de la máxima fiesta de las y los oaxaqueños.