Virus de hepatitis C afectaría a 1.8 millones en México

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Se estima que alrededor de 1.5 por ciento de la población en México tiene el virus de la hepatitis C, lo que representa alrededor de un millón 815 mil personas, de las cuales sólo están diagnosticadas entre 10 y 15 por ciento.


Así lo informó el investigador y director de la Fundación Clínica Médica Sur, Nahum Méndez Sánchez, quien dijo que el virus de la hepatitis C es más frecuente en el norte de México, donde la prevalencia llega a ser de hasta de cuatro por ciento.

Por su parte, el virus de la hepatitis B tiene una prevalencia de 0.2 por ciento, es decir unas 242 mil personas infectadas en México, señaló el especialista en una entrevista con Notimex previo al Día Mundial de la Hepatitis, que se conmemorará mañana.

Ambos virus pueden generar síntomas que se confunden con otras enfermedades, por lo que las personas con alguno de ellos tienen más probabilidad de desarrollar una hepatitis crónica y con ello, cirrosis y cáncer, mencionó.

Muchas de las enfermedades causadas por virus se comportan de forma similar, con un cuadro parecido al de una gripa: dan dolor de cabeza, de cuerpo, fiebre y cansancio, detalló el hematólogo.

Y si no hay color amarillo en la piel, el paciente se recupera de la fase aguda sin saber que no tuvo gripa sino hepatitis, agregó.

Por lo que es importante la prevención, el diagnóstico y el tratamiento oportuno de estas infecciones, con el fin de erradicar el virus en el organismo y evitar complicaciones, destacó.

Los principales factores de riesgo para adquirir la hepatitis B y C es el haber sido intervenido quirúrgicamente antes de 1990, haber recibido una trasfusión sanguínea o con derivados de ésta, tener tatuajes y/o pircing, prácticas sexuales inseguras y consumir drogas intravenosas.

Todas las personas con estos factores de riesgo deben acudir al médico para saber si son portadoras del virus y la población en general revisar una vez al año el funcionamiento de su hígado, pues hay otros padecimientos que pueden afectarlo.

En el caso del virus de la hepatitis B, Méndez Sánchez destacó que hay una vacuna que se administra desde el primer año de nacido, mientras que en el virus de la hepatitis C hay tratamientos efectivos que lo erradican.