La medallista de plata de los Juegos Panamericanos de Toronto compartió sus experiencias a su llegada a Oaxaca.
Con la sonrisa a flor de piel, y la sencillez que la ha caracterizado desde el inicio de su carrera deportiva, Xhunashi Caballero compartió este día su historia de éxitos.
El cimiento de sus logros es sin duda el apoyo de su familia, quienes desde sus primeras competencias en Olimpiadas infantiles la han respaldado, no solo brindando la confianza necesaria para competir en eventos nacionales e internacionales, sino para conseguir los recursos que le permitan emprender esta aventura que la ha llevado a conseguir para Oaxaca dos medallas panamericanas y muchos otros logros internacionales.
“Siempre le doy las gracias a mis padres que desde el inicio me han repetido, si lo quieres hazlo, lucha por tu sueños, yo no sé cómo le hacían para mandarme tan lejos, a los torneos nacionales e internacionales que significaban un gran gasto, con su apoyo y gracias a Dios yo ahorita estoy aquí”, manifestó la karateca ixtepecana.
Recién desempacada de los Juegos Panamericanos celebrados en Toronto, Canadá, Xhunashi se siente orgullosa de los logros obtenidos hasta ahora, sin embargo, considera que no poder financiar la estancia de un entrenador en Oaxaca, ha significado la diferencia entre esa medalla de oro para México que tanto anhela.
Sobre sus inicios, la artemarcialista oaxaqueña comparte divertida, que fue siempre una niña muy traviesa, con muy buenas calificaciones pero muy inquieta, por sugerencia de su profesora, su mamá Socorro Santiago la llevó a entrenar karate cuando tenía 12 años, “lo que quería era liberar toda mi energía, para cansarme, y desde el primer día me gustó”.
La también medallista de Plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014 narra el momento en el que su historia de éxito deportivo comienza a gestarse, “Entrenando empecé a escuchar de mis compañeros que representar a tu Estado era lo mejor que te podía pasar, entonces nació mi inquietud por hacerlo, era muy pequeña, mi sueño en ese entonces no era ser cinta negra, yo lo que quería era ser cinta azul, porque ese era el color que me gustaba, tener mi cinta azul y una chamarra de la selección de Oaxaca eran mis sueños, para ese entonces yo no sabía de medallas todavía”, expresa. “Un día vi pasar a alguien con una chamarra que decía México, yo le pregunté a mi profesor qué significaba tener una chamarra con el nombre de mi país, y cuando lo supe me propuse echarle todas las ganas para ser parte de una Selección Nacional”.
Disciplinada, de carácter fuerte pero siempre amable, Xhunashi Guadalupe Caballero Santiago se ha convertido en la mejor deportista oaxaqueña, su tenacidad ha llenado de satisfacciones su trayectoria deportiva, pero nunca ha perdido de vista la importancia de prepararse profesionalmente, es Licenciada en Educación Física y tiene como sueño personal iniciar a estudiar una maestría.
Lamentablemente sus logros no fueron suficientes para conservar su trabajo en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, donde sus permisos de ausencia para entrenar y viajar a representar a nuestro país en el mundo, le valieron su despido, “Las chicas de la selección nacional de karate bromeamos sobre nuestra situación, nosotras decimos que somos unas Ni-nis que si bien no trabajan, otorgan medallas para México”.
Pese a contarlo con una sonrisa, Xhuna, como cariñosamente le dicen se pone seria al reflexionar sobre su situación económica, llena de retos y sacrificios,
Lo que necesito para seguir creciendo y lograr el anhelado oro para mi país es el apoyo para contar con un entrenador aquí en Oaxaca, sé que tengo la capacidad, solo necesito trabajar con él a mi lado para lograrlo, que me exija día con día.
Y agregó: “Los deportistas no queremos solamente recursos económicos, necesitamos también el reconocimiento de nuestras autoridades, que crean en nuestra capacidad y nos alienten”, puntualizó la artemarcialista, quien agradeció a Don Alfredo Harp Helú por confiar en ella casi sin conocerla, el respaldo de su fundación ha resultado clave los últimos meses.
Es complicado conseguir un trabajo porque tengo que viajar a competir, entrenar, es un reto ir administrando la beca que Gobierno Estatal y Federal nos otorgan algunas veces, en la federación me dicen que para lograr mejores resultados para mi país debo dedicarme al 100% al karate, pero eso no es posible para m, un apoyo, un respaldo económico sería algo increíblemente bueno y me permitiría enfocarme en seguir cosechando éxitos para Oaxaca y para México.
A la distancia, con los ojos llenos de orgullo, doña Socorro Santigo escucha atenta a su hija, la emoción es palpable, madre de tres mujeres, una de pocos meses de edad, es la guerrera que las ha enseñado a convertir sus sueños en realidad, “Si yo puedo luchar por ti, tú no tienes por qué no poder”, le dijo un día a Xhunashi que no conseguía dar el peso para una competencia, ese fue el empujón que le faltaba.
Desde su primera olimpiada nacional hasta ahora, la carrera deportiva de la mayor de la dinastía Caballero García ha ido en ascenso, “Luchen por sus sueños, sueñen alto y nunca dejen de luchar por alcanzarlos”, fue el mensaje de la doble medallista panamericana a los niños y jóvenes que se inician en el deporte de alto rendimiento.
Los sueños son el combustible de los éxitos de un ser humano, Xhunashi ha conseguido hasta ahora grandes logros, pero su historia aun no termina: El corazón guerrero que tenemos las mujeres oaxaqueñas es la fuerza que nos hace salir adelante, dijo convencida la deportista istmeña, quién ya traza sus nuevas metas, subirse al podium en los dos campeonatos mundiales a desarrollarse el próximo año son el siguiente objetivo por lograr, y estamos seguros de que lo conseguirá.
