Un tigre llamado Chacho

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El próximo martes, Chacho, allá en Cancún, recibe el reconocimiento por sus 20 años de carrera, Chacho nació en 1982, y Gabriel es por decirlo de alguna manera la tercera generación que le da vida a este felino

La temperatura rebasa los 25 grados centígrados a la sombra, pero dentro de la botarga seguramente, mínimo, se está a 30; ser una de las mejores mascotas del beisbol mexicano y tal vez de cualquier deporte del país, requiere de compromiso, pero sobre todo de mucha pasión, sobre todo ahora que Chacho está por cumplir 20 años de ser referencia tanto en la Liga Mexicana del Beisbol (LMB) y la Liga Mexicana de Beisbol del Pacífico (LMP).

En la última serie de la campaña regular en el estadio “Lic. Eduardo Vasconcelos”, entre los Guerreros de Oaxaca y los Tigres de Quintara Roo, Chacho volvió a hacer las ‘delicias de chicos y grandes’, se dio tiempo para visitar uno de los sitios más populares de la “Verde Antequera” I Love Tlayudas, donde seguramente este felino viajero degustó del buen sazón que ahí se disfruta.

Hablar de mi trabajo no es sencillo, pero si me llena de orgullo y de mucha satisfacción, que la afición de los clubes a los que representó: Tigres y Yaquis de Ciudad Obregón, me expresen cariño, admiración, son ustedes la afición quienes mejor pueden calificar lo que hago, así lo expresa Gabriel, el hombre que le da vida a Chacho.

Oriundo de la Ciudad de México, su formación artísticas la inició en espacios públicos de Coyoacán, gente de la organización de los Tigres, que en ese entonces aún jugaba en el desaparecido Parque Delta, lo llamaron para darle vida a ese afelpado felino, que es considerada como la mascota más importante a nivel nacional.

“Que te consideren como el mejor en tu trabajo, requiere de preparación, de responsabilidad, de seguir en la innovación, tengo que estar al día, eso es, sin duda, lo que ha mantenido a Chacho en ese sitio privilegiado”; las mascotas, al igual que los grupos de animación son el complemento para evitar que se caiga en el tedio “en esos lapsos que la gente nos empieza a tomar en cuenta hasta llegar muchas muestras de cariño, considero que tengo ese ‘don’ de caerle bien a las personas”.

Y es terreno que pise este simpático tigre es cobijado con aplausos, el combustible para quien se dedica al espectáculo, a eso se le agrega que Chacho visita la casa de los Guerreros, equipo que tiene una importante rivalidad deportiva con los Tigres, el que lo reciban con aplausos, para él es toda una satisfacción.

Le tengo un aprecio especial a Oaxaca, ciudad en la que me presenté por primera vez, aquí la afición siempre me ha manifestado su cariño.

DE LA CALLE AL ESTADIO

Aficionado al beisbol, pero desconectado de la animación. Trabajaba como mimo con un grupo actoral callejero, así que al llegar la propuesta de encarnar a Chacho, Gabriel buscó de inmediato la originalidad, por lo que las rutinas que realizaba en las calles de Coyoacán fueron el cimiento para hacer su trabajo, sketches, performances, rutinas, lo que obligó a las demás organizaciones a tener una mascota bien preparada.

El próximo martes, allá en Cancún recibe el reconocimiento por sus 20 años de carrera, Chacho nació en 1982, y Gabriel es por decirlo de alguna manera la tercera generación que le da vida a este felino, “empecé en el Parque del Seguro Social, me mude con ellos al Foro Sol, luego al “Hermanos Serdán” en Puebla y ahora en el “Beto Ávila” en Cancún y en invierno en el estadio “Tomás Oroz Gaytán” la casa de los Yaquis.

“Actores al cielo abierto” era el grupo en el que estaba Gabriel antes de personifica a Chacho, los sábados y domingos en el centro de Coyoacán, él perfeccionó las técnicas, que sin pensarlo le ayudarían a construir a la mejor mascota del beisbol, “éramos seis chavos, teníamos el espacio de una hora para presentar nuestro trabajo: performance, Stan up – para quienes cuentan chistes–, mímica, nunca creí llegar a este punto, realice cosas que no debí haber hecho, pero al final fue fructífera bien o mal se fijaron en Chacho”.

Se abordaron las críticas constructivas, se reorganizo el trabajo y a partir de ahí el ascenso fue constante, además de ser modelo para otras mascotas, incluso lo plantea ‘Gabo’ poder dar clases de animación en botargas y claro seguir marcando historia en el beisbol mexicano.

El celo profesional existía, hasta hace cinco años esto ha empezado a diluirse; para que Chacho estuviera en Oaxaca hubieron charla entre las directivas de las dos organizaciones, y obviamente con la mascota, en este caso Tato, se platica previamente para organizar del show, “ahora ya hacemos viajes juntos, hemos colaborado por bien de la Liga y con Tato en nuestra presentación nos hacemos participes”.

No asisto a ningún sitio para robar el espectáculo, pero el hecho que la afición de otro equipo te aplauda, te deja satisfecho, sobre todo cuando hacer reír es bastante complicado.

Y si es complicado hacer reír el que cargues con la botarga, correr, bailar, el perder kilos es evidente, por lo que hay que tener una buena condición física, estar hidratado correctamente, “Jorge Cantú, quien en ocasiones juega como Bateador designado, luego me pregunta ¿cómo le haces?, sobre todo con el clima de Cancún, explicar el cómo aguanto este trajín solo se responde porque es por el amor a mi trabajo, me gusta lo que hago, es esa conexión que existe entre la botarga y el cuerpo”.

EL ALTER EGO

¿Después de 20 años es difícil quitarse la piel de Chacho? A lo que Gabriel de inmediato responde: ¡no! Entre Chacho y yo hay una gran diferencia, somos como el agua y el aceite, él tiene una personalidad que le admiro, Gabriel es más reservado, tranquilo, pero una vez que se da la simbiosis se da un buen click.

“Yo –Gabriel–, si estoy con un malestar, con un estado de ánimo bajo, en cuanto tomó la piel de Chacho las cosas cambian, los dos nos ayudamos: yo le doy vida, el me da mucha pila”.

“El aprendizaje ha sido mucho, al inicio hubo cosas que no debí haber hecho, pero no me arrepiento, era parte de ese proceso, eso atrevimiento que nos da esta profesión en lo particular me ha llevado a presentarme en todos los estadios del país, además de poder dar animación en otros deportes ya es una gran satisfacción, sin olvidar el cariño de la gente, y las experiencias han sido muchas, entradas espectaculares como llegar en helicóptero o en bicicleta”.

Chacho al igual que los Tigres de Quintana Roo tiene muchos seguidores en Oaxaca y agradece infinitamente las atenciones que recibe cada vez que viene a la ‘Verde Antequera’, “no es coba, pero de verdad Oaxaca es una ciudad que me agrada, por eso le pido a la afición a que no deje de ir al beisbol, ahí ocurren muchas historias, desde pasar un rato agradable hasta encontrar al amor de tu vida, uno nunca sabe, eso es lo que me ha dejado el beisbol”.