Cuando Vicente Fox baja del tractor enseguida extiende la mano a su interlocutor. El gesto lo acompaña con una sonrisa amplia y sincera. Saluda con mucha simpatía y calidez a Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional, con el que conversará largamente sobre la situación venezolana y la realidad mexicana. El encuentro ocurre en el rancho San Cristóbal, lugar familiar de los Fox, lleno de vivencias e historias y donde funcionan actualmente las oficinas del Centro Fox, que manejan el ex presidente y su esposa, Martha.
—Miguel he estado muy pendiente y preocupado por Venezuela, por ti, por el periódico. Sabes que en un encuentro declaré que Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos deberían alzar más la voz ante la situación que atraviesa Venezuela y sus crecientes tensiones entre gobierno y oposición. No se puede ser indiferente ante lo que se está viviendo en Venezuela— expresó.
El ex mandatario considera positivo el recorrido por varios países que ha hecho Otero. Opina que El Nacional se ha convertido en una marca de talla internacional y que el presidente editor podría utilizar esto para convocar a todos los venezolanos en el exterior y congregarlos en un movimiento por la libertad.
—Su elección marcó el final a un período de 71 años del Partido Revolucionario Institucional en el poder. ¿Cuál fue la fórmula de su éxito?
—Yo creo que la fórmula tiene que ver primero con una decisión personal, que genere un compromiso y una pasión por hacer algo por tu país. Yo estaba feliz en mi mundo empresarial, no tenía ninguna necesidad de andarme metiendo en problemas. Pero decidí que tenía que hacer algo por mi país y lo decidí en profundidad, ese digamos que es un primer punto. Yo definí el objetivo de que quería ser presidente de México, puesto de otra manera, que quería echar al PRI de Los Pinos. Punto número dos, luego de decidido, me puse recorrer las calles de todo México para buscar a las personas para crear un movimiento. Yo me recorrí todo México y Estados Unidos para conseguir apoyo de gente, de líderes, de instituciones. Allí va la parte fundamental, el tercer punto, que fue construir un movimiento ciudadano, que en su momento se llamó Amigos de Fox. Yo tuve que utilizar un partido político, el PAN, pero eso me limitaba. Los partidos políticos son cajoncitos pequeños, hay que estar por encima de ellos.
“En Venezuela están sólo partidos políticos distintos, en la acción política, sin un liderazgo encima que sea convocador, arrebatador, que realmente pueda reunir ciudadanía, eso hace falta. Para mi éxito fue un ingrediente fundamental el fundar el movimiento de Amigos de Fox. Se necesita un movimiento que esté por encima de los partidos políticos, que esté respaldado fuertemente por la ciudadanía. Y el cuarto punto, yo diría estrategia, tener un buen plan para derrotar al poderoso, al que compra los medios, al que hace suyo los poderes, a los que controlaban todo en mi país. Falta decir que hay que buscar los talones de Aquiles, las debilidades del dictador, la debilidad del autoritario que tiene muchas, muchísimas, y de explotar esas debilidades, y para ello aplicar la mercadotecnia. En Venezuela me parece que el dictador, el autoritario Maduro está lleno de debilidad. Qué tipejo, tiene muchos talones de Aquiles, pero hay que hacer un buen análisis, una buena evaluación de esas debilidades y con base a ellas hacer una estrategia. Al mismo tiempo ver nuestras fortalezas y la mayor fortaleza del opositor, en este caso de la ciudadanía venezolana, es la propia ciudadanía, es el compromiso y la fuerza de un movimiento ciudadano, que es el antídoto contra los dictadores”.
—¿Cómo observa a Venezuela en este momento?
—Yo creo que Venezuela sufre bastante, está destrozada económicamente. Reconstruir el futuro de Venezuela en términos de economía solamente de empleo e ingreso para la población va a tomar años, décadas, así fue la reconstrucción europea. En Venezuela hará falta una reconstrucción del tipo europeo del plan Marshall, va a requerir un súper plan para volver a ser una potencia económica. Requiere casi la acción y convicción del ave Fénix, de levantarte de tus cenizas. Son responsables Maduro y Chávez, quienes la han destruido. Pero de tus cenizas te puedes levantar, volver a tu grandeza. Yo creo que el gran factor que debe alimentar toda esperanza precisamente es el pueblo de Venezuela que tiene una gran cantidad de gente ilustrada, que tiene gran cantidad, por no decir la inmensa mayoría, de amor a su patria. No en vano decía Bolívar entonces que eso está en la sangre de Venezuela. Lo que se necesita es un líder que sea capaz de vencer al enemigo, pero que sea capaz de convencer y de convocar al pueblo en una unidad. Mi invitación a los venezolanos dentro y fuera de Venezuela es que no se acostumbren a la comodidad de economías desarrolladas como Estados Unidos o como Europa, que no se acostumbren al bienestar y estar tranquilos en su casa, que no se les olvide que Venezuela es su tierra, que ahí mamaron, que ahí nacieron, que ahí crecieron y que su obligación es hacer un movimiento para estar con Venezuela. Se puede generar mucho poder, desde fuera, ir a impactar los círculos de toma de decisiones, a Washington, al Banco Mundial, sensibilizar a los gobiernos latinoamericanos, algo real se tiene que hacer.
“Hago un llamado a la unidad, el líder tiene que tener una gran dosis de humildad, el líder que es ególatra, que quiere llegar a la presidencia, está equivocado, porque solo no va a llegar nunca. No es momento de repartirse el botín o de repartirse las posiciones de poder, es momento de unirse en una lucha contra un dictador, un autoritario como Nicolás Maduro. Es verdaderamente estúpido en su pensamiento este señor, es pequeño de mente, es un gorila que dejó ahí Chávez o los cubanos, sin ningún recurso intelectual, no tiene ninguna estrategia.
—Cuándo terminó su mandato presidencial usted se comprometió a luchar por la democracia y se declaró en contra del populismo. ¿A eso se deben su apoyo a Venezuela y sus pronunciamientos?
—En parte sí. Marta y yo nos hemos embarcado en una tarea, ser para los demás, hacer cosas por los demás. Dentro de los principios de la biblioteca presidencial Centro Fox está la defensa de la libertad y la democracia, pero también está la lucha económica, la tarea educativa, la tarea de liderazgo, la tarea de trabajar para reducir la pobreza. Mi defensa por la democracia en Venezuela la hago en cada conferencia que doy. Me da gran tristeza ver una nación hermana bajo el yugo de un dictador tan torpe como Maduro.
—¿Diferencias entre Chávez y Maduro?
—Chávez era mucho más brillante, era mucho más estratega, era mucho más difícil derrotarlo, era una persona interesante. Yo lo conocí el día de mi toma de posesión, todavía no enseñaba ni las uñas ni las garras. Era más inteligente, pero desgraciadamente utilizó eso para hacer el mal. Si Chávez se hubiera dedicado a gobernar como Dios manda, entre los marcos de la democracia y la libertad, eventualmente Venezuela sería un campeón. Pero yo no sé cuándo entró en su espíritu el creerse un Bolívar distorsionado y usarlo de modelo para su tarugada del siglo XXI, de este socialismo. Simón Bolívar es mucho más sagrado, mucho más elevado, realmente le quedaba grande a Chávez.
—¿Cuál es la posición de Peña Nieto sobre Venezuela? ¿Qué pasa con el presidente de su nación que no ha declarado nada sobre nuestro país?
—Todos los presidentes son iguales, la diplomacia que hoy conocemos en el mundo tienen un alto grado de hipocresía, pero también tiene una cara positiva, porque yo creo en el diálogo, yo creo en que se tiene que dar a todo el mundo la oportunidad de reconocer sus errores y traerlo al lado bueno, yo creo firmemente en que hay que usar mucho más el diálogo que el garrote y por tanto ese es el camino del liderazgo, es un liderazgo compasivo, un liderazgo convincente, un liderazgo inteligente, que esta gente no tiene.
—Durante su presidencia aseguró que Venezuela era una nueva ruta del tráfico de drogas. ¿Cuál es opinión en la actualidad?
—Yo creo que Venezuela siendo frontera con Colombia y teniendo el mercado espectacular del consumo de drogas en Estados Unidos, es también un puente para las drogas. México, en este caso, está en medio de los productores al sur, porque Colombia sigue siendo el gran productor de cocaína, resolvió el problema de la guerrilla, resolvió el problema de la visibilidad, del consumo y la violencia generado por la droga, pero la producción de droga ahí sigue y esto también se aplica a Venezuela. Maduro y Chávez han sido facilitadores de la producción y del tránsito de la droga, y en ese sentido mi pensamiento es muy claro, tenemos que pasar de la prohibición a la legalización de la droga. Aseguro que nos va a resolver muchos problemas a todo el mundo y por tanto México tiene que salirse de esta trampa donde estamos.
—¿Qué opina de un país sin libertad de expresión?
—Si no hay libertad de expresión, no hay democracia, se convierte en una dictadura, es la mera acción del dictador, es callar a los medios de comunicación, construir sus propios medios oficiales para promoverse y silenciar las verdades. Yo creo que eso fue un signo muy temprano que empezamos a ver en Venezuela, que nos debió haber alertado más rápidamente a las fuerzas democráticas, y defender más a los medios de comunicación. A Marta y a mí en México nos tocó una situación muy difícil con los medios de comunicación, algunos, nos hicieron varias campañas muy destructivas. Sin embargo, yo sigo totalmente convencido y comprometido con la libertad de expresión, así me toque o me haya tocado pagar un costo por eso. A veces es difícil comprender porque también a los medios de comunicación los mueven muchos intereses.
“Pero aun así, sea lo que sea, yo por encima de todo respetaré siempre la libertad de expresión en los medios de comunicación y en los profesionales que trabajan en los medios, a quienes los dictadores ejercen mucha presión de todo tipo. Espero que esta entrevista salga en El Nacional, estoy seguro que ustedes continuarán dando la lucha y cuenten con nuestro apoyo”.