Habitantes de Oaxaca se sienten engañados, porque hace un año les prometieron ayuda para tener una vivienda digna y ahora tienen muros incompletos, o techos de lámina que se agrietan.
En 2014 la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) estableció un contrato de licitación pública con la constructora Ormeo Compañía S.A. de C.V., para dignificar la vivienda de 310 familias que padecen alto grado de marginación en la colonia Monte Albán, agencia de San Martín Mexicapam, municipio de Oaxaca de Juárez.
Se destinaron 3 millones 995,786 pesos para la construcción de 247 muros firmes y 63 techos firmes.
“Pero la empresa quedó mal”, dice en entrevista la subdelegada de Desarrollo Social y Humano, Zory Ziga Martínez. Así que desde entonces hay una demanda en proceso, en contra de Ormeo Compañía S.A. de C.V.
Y mientras tanto cientos de familias sufren las consecuencias.
‘Muros indignos’
Lejos de los escritorios de la Sedesol, en la zona norte de la ciudad de Oaxaca —considerada por el ayuntamiento que encabeza el priista Javier Villacaña Jiménez como uno de los asentamientos de más alta marginación e inseguridad del municipio— los trabajos realizados de manera irregular repercutieron en deudas y enfermedades de los habitantes.
Lucía Pérez Mecinas, jefa de familia, fue obligada a derribar el cuarto de lámina en el que vivía con su hija, en el predio propiedad de su madre, Magdalena Mecinas, para que la Sedesol –a través de Ormeo Compañía—le construyera muros dignos.
Pero, pese a que las líneas de operación del programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias establece que las paredes deben tener una longitud máxima de 31 metros cuadrados, y techos a dos aguas de lámina de 32 metros cuadrados, la obra que realizaron en el terreno incumplía con las medidas.
“Nos querían construir un cuarto de tres metros de largo por uno y medio de ancho, donde ni siquiera entraría una cama. Cuando nos quejamos, la constructora nos dejó 100 tabicones y se fue”, recordó la señora Magdalena.
A un año de los hechos, la familia adquirió deudas para reiniciar los trabajos, con sus propios medios.
La obra avanza con adobes que son fabricados por el papá de Lucía, además de que sus hermanos y sobrinos -quienes también viven en la casa-, participan con mano de obra.
“El engaño en nuestro caso fue doble, porque también nos prometieron un techo para la cocina, donde no hay muros, sólo unos pilares que sostienen mis láminas que me negué a derrumbar, pretexto para que nos negaran el apoyo. Nada más nos hicieron la mala obra”, añadió la señora Magdalena.
Las historias sobre las viviendas se repiten en las calles sin nombre de la colonia, cuyos habitantes padecen falta de agua potable, drenaje y alumbrado público.
Karina García, otra de las afectadas, denunció que la empresa usó material propiedad de su suegra para efectuar la construcción del cuarto donde vive con su esposo y su bebé, el cual hasta el momento no ha sido repuesto.
La lámina, a cuatro meses de haber sido colocada, ya presenta grietas por unas piedras que cayeron del cerro –la colonia se encuentra en ladera-.
El techo se encuentra despegado en medio metro del muro, por lo que la habitación está expuesta al aire, lluvia e insectos.
Mientras sostiene en brazos a su hija, contó que la bebé reciente la lluvia y el frío, por lo que continuamente se enferma.
Para las hermanas Tranquilina y Nereida Flores Pacheco, la dignificación de sus viviendas no es motivo de orgullo, como lo indican los comerciales radiofónicos de la Sedesol.
Ellas han tenido que doblar jornadas de trabajo para adquirir material y componer “las paredes chuecas de la cocina y habitación” que les construyeron.
“Pidieron que derribáramos el muro de adobe donde está el cuarto en el que duermo con mis hijos, pero no me animé y preferí componer la cocina, de lo que me alegro mucho porque pasaron meses antes que pudiéramos enderezar los muros y colocar la lámina”, indicó Tranquilina.
Las especificaciones
Ziga Martínez, subdelegada de la Sedesol, mencionó las especificaciones que se establecieron para el mejoramiento de las casas:
“Los techos que se colocarían serían de dos aguas con medidas de máximo 32 metros, a un precio estimado de 10,600 pesos; mientras que las paredes podrían llegar a tener una extensión de 30 metros cuadrados, con un costo de 13,473.63 pesos”, mencionó.
Sin embargo, en el recorrido realizado por CNNMéxico, se constató que las láminas no fueron colocadas a dos aguas, y las paredes no sólo miden menos de los 30 metros cuadrados, sino que además están separadas entre el muro y la estructura metálica donde se coloca la techumbre.
“Estamos en un proceso legal y lo que queremos es que se cumpla con el contrato”, reiteró la funcionaria federal.
En tanto el agente municipal, Rosario Levi López López, afirmó que los lineamientos no fueron respetados por la constructora, cuyo apoderado legal es Pedro Méndez Jiménez, y que pese a la presencia de supervisores de la Sedesol, durante meses las obras continuaron.
“Nos dijeron que a las cosas regaladas no se les ven los defectos. Para la gente resulta muy triste la situación, algunos echaron abajo sus cuartos de lámina y no tienen dónde vivir, otros más quedaron con la esperanza de tener una vivienda en verdad digna”, dijo.
Marginación
El municipio de Oaxaca de Juárez se encuentra conformado por 13 agencias municipales, y de acuerdo con la cédula de información municipal de la Sedesol, un total de 104,035 personas se encuentran en situación de pobreza, lo que representa el 30.87% del total de 336,965 habitantes.
En pobreza extrema se tienen registrados 14,977 oaxaqueños (4.44%), mientras que 12,260 pobladores (3.64%) del municipio, además de encontrarse en la condición antes mencionada, carecen de acceso a la alimentación.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó en el informe “Medición de la pobreza en México 2014” que el 38% de los habitantes de la zona metropolitana de Oaxaca padecen pobreza.