“Lo que queremos lograr en primera instancia es que el músico oaxaqueño recupere su dignidad”.
Comenta Miguel Ángel Rivera Bustamante pianista, empresario y director de orquesta. Fundador de la novel Orquesta Filarmónica de Oaxaca.
“Una orquesta es una plataforma educativa, acá se ve como un adorno social para un evento, para amenizar una comida. Pero no se le ve con la seriedad que debe tener”.
Rivera asegura tener un compromiso con la divulgación de la cultura y la ciencia, y cuenta haber participado en la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez, en la orquesta de Escuela Superior de Música y en la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes (OSA), además de haber tenido presentaciones solistas en su paso por Alemania.
Cuenta que antes de iniciar llevó este proyecto a la Fundación Harp, pero no lo llamaron nunca Hizo también una propuesta pedagogía (posee un master en pedagogía musical) para el CIMO que tampoco tuvo respuesta. Finalmente llevó a la SECULTA una propuesta y le dijeron” te llamamos en un plazo de diez días”.
“Nunca me llamaron. No hay interés. Si alguien te dice que te llama y no te llama es que no hay interés, que no le importas”.
Miguel finalmente encontró un eco a su esfuerzo en el Movimiento Comunitario por Oaxaca, quienes accedieron a auspiciar la orquesta de una manera muy amable.
Estas personas nos recibieron y nos abrieron las puertas. Apoyándonos con una Instancia jurídica, otra de prensa, con el diseño de imagen y una sede para los ensayos ubicada en Armenta y López.
Al momento de la entrevista, Rivera contó que los ensayos de esta nueva Orquesta estaban por celebrarse el cinco y siete de octubre, y que habrá una presentación ante audiencia este 26 de octubre en el Teatro Macedonio Alcalá.
“Son de sesenta a setenta músicos, ya están escogidos todos. Pero aun así seguimos recibiendo solicitudes”.
“El carácter ideológico de la empresa consiste en una agrupación sin jefes , paralela al Gobierno , autónoma , incluyente y apartidista”.
“El músico en esta orquesta podrá hacer un buen trabajo que le retribuya económicamente y que le guste hacerlo. No con el programa de siempre con horario bajo”.
Rivera afirma que los músicos oaxaqueños se sienten como trabajadores sometidos, y que el músico cuando empieza solo busca hacer música, ser libre.
“Tendrán la oportunidad de ser solistas, de proponer lo que se hace. Sin hegemonías. El director que vea a la orquesta como su instrumento está equivocado. Los dos son una simbiosis con una retroalimentación”.
“Somos incluyentes buscando superar las diferencias personales. Es bien sabido que en Oaxaca hay familias de músicos famosísimos y muy buenos, las cuales van creando grupos y clanes.
“Algo muy típico de Oaxaca donde la tiende a juntarse solo para ver por su interés. Nosotros buscamos trascender ese bien egoísta y homogeneizar una meta”.
Rivera dice que su sueño es que a mediano plazo puedan estar todos los grandes músicos de Oaxaca tocando en una sola agrupación, sin pleitos, sin diferencias.
Informa que esta nueva orquesta se financiara mediante donativos de empresas y empresarios ya comprometidos con la empresa, de los que no puede dar sus nombres.
Dice que el objetivo es replicar el mismo programa en cuatro sedes diferentes por confirmar
“No es cierto que la música es para todos. La gente que va los conciertos son siempre las mismas. Gente que le gusta la música. Por eso a los empresas de donatarios, una o dos veces al año les daremos conciertos a todos sus empleados”.
Investigación, colaboración con nuevos compositores, documentación, en donde lo que ya está y está arrumbado debe ser documentado, es lo que el entrevistado ofrece como eje rector.
Razón para la cual, Rivera comenta que el investigador Carlos Spíndola está ya en la función de acceder a bibliotecas y rescatar material musical que deba ser documentado.
Rivera afirmar contar con el apoyo de muchos concertistas mexicanos, pues no se ha peleado con nadie. Algunos de ellos vendrán a la nueva orquesta a dar master class.
El entrevistado reitera que los músicos de esta Orquesta Sinfónica no tienen sueldo. “Tienen un donativo y están sujetos a lo que se perciba mensualmente”.
Rivera contempla dos temporadas cortas por año, con un aproximado de 16 presentaciones.
“La orquesta se debe al pueblo que la auspicia. Se trata de que el músico en su quehacer artístico tenga trascendencia para sí mismo y para la audiencia”.
Haciendo uso de algo que identifica como “dialéctica hegeliana”, Rivera comenta que en Oaxaca “el músico es un sirviente al servicio de un político, de un burgués, de las ordenes de un administrador que ni sabe de arte. Su moral va quedando socavada porque no hay crecimiento”.
“El sistema te orilla a pensar que no hay cambio posible, pero hay cosas que los músicos no saben que no saben”.
Dice Rivera para después aclarar que la nueva Orquesta Filarmónica de Oaxaca liberara el servicio social a jóvenes estudiantes de música.
Se le pide finalmente a Rivera una opinión sobre la Orquesta Sinfónica de Oaxaca (OSO)
“De la OSO no opinó nada, no conozco a su nuevo director. Creo que nunca he escuchado a la OSO”.
