Para los especialistas en huracanes de la NASA es increíble que Patricia no haya sido el huracán catastrófico que anticipaban después de tocar tierra.
Parece increíble que incluso haya podido fortalecerse más antes de tocar tierra. El pronóstico oficial muestra solamente que ganó un poco más de fuerza antes de tocar tierra”, dice el análisis del Centro Nacional de Huracanes de la NASA.
En un artículo titulado NASA Analyses Historic Hurricane Patricia’s landfall, los especialistas no dan crédito a la rápida transformación de un huracán que en unas horas rompió récords mundiales de intensidad y presión atmosférica para convertirse en un meteoro menor.
Las imágenes satelitales y las mediciones de la NASA mostraron al mundo que en menos de 30 horas Patricia pasó de depresión tropical a superhuracán.
De las 4:00 horas del jueves 22 de octubre a las 4:00 horas del viernes 23, el fenómeno había dejado de ser un huracán categoría 1 para convertirse en un monstruo que amenazaba las costas oeste y noroeste.
En su análisis, los científicos de la NASA no dan crédito a la rápida transformación de Patricia en un peligroso huracán que rompió dos récords mundiales: el de velocidad de los vientos, con casi 322 kilómetros por hora, y el de menor presión atmosférica, de 880 milibars, porque un huracán es más peligroso en la medida en que su presión atmosférica es menor.
Pero al tocar tierra a las 18:15 horas del viernes, el meteoro redujo la velocidad de sus vientos a 270 kilómetros por hora.
Después de tocar tierra, una combinación del montañoso terreno de México y una creciente cizalladura del viento —diferencia de velocidad y dirección en dos puntos distintos de la atmósfera— debe hacer que el ciclón se debilite rápidamente”, dice el análisis.
Fue como si Ehécatl, el dios del viento, y Tlaloc, el dios de la lluvia, hubiesen limpiado el aire antes de que llegara el meteoro.