Retienen a militares tras desarmar a comunitarios en Guerrero

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Al menos 200 elementos del Ejército mexicanode la 35 Zona Militar permanecen retenidos por habitantes de varias comunidades ubicadas en la sierra de Guerrero, acusados de desarmar y provocar la muerte de 15 policías comunitarios por parte de miembros del crimen organizado.

De acuerdo con información obtenida, los hechos ocurrieron este jueves por la tarde, cuando un grupo de policías comunitarios pertenecientes a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero(UPOEG) catearon varias viviendas del poblado El Naranjo, que se localiza en el municipio de Leonardo Bravo.

Ante ello, un grupo de sicarios presuntamente vinculados con el grupo delictivo de los Guerreros Unidos les dispararon lo que provocó un enfrentamiento que se prolongó durante más de cuatro horas sin que se registraran bajas en ambos bandos.

Posteriormente arribaron un grupo de 200 soldados, quienes
detuvieron y desarmaron a más de 100 policías comunitarios, pero no a los presuntos delincuentes y posteriormente se llevaron a la mayoría de los integrantes de la UPOEG, dejando en el lugar las unidades en las se transportaban los comunitarios.

De acuerdo con los pobladores, al pasar por el punto conocido como “Ojo de Agua” donde se encuentra un río, los militares abandonaron a unos 20 policías comunitarios completamente desarmados, y continuaron con el traslado de los demás detenidos hacia Chilpancingo.

Sin embargo, al pasar por el poblado de Carrizal, que se encuentra a 20 minutos de Filo de Caballos, decenas de habitantes de las comunidades Jaleaca, Tlacotepec, Izotepec, Chichihualco, Polixtepec, San Vicente, La Escalera, Los Morros y Campo de Aviación, entre otras, retuvieron al convoy de militares para exigirle que liberaran a los comunitarios que llevaban detenidos.

También les exigieron que regresaran por el otro grupo decomunitarios que habían abandonado, ya que corrían el peligro de ser emboscados y asesinados. Ante la negativa, mantuvieron retenidos a los militares, quienes después de algunas horas accedieron a liberar a los detenidos pero no las armas.

Alrededor de las 10:30 de la noche de este jueves, entre gritos y consignas, los militares entregaron más de 120 armas, entre largas y cortas así como varias cajas de municiones y equipo para portar sus armas que eran propiedad de los comunitarios detenidos.

Unos minutos después, los pobladores recibieron una llamada telefónica desde otro poblado donde les confirmaban que los integrantes de la delincuencia organizada habían emboscado y ejecutado a 15 policías comunitarios que habían sido abandonados.

Ante esa noticia, los habitantes de las comunidades decidieron mantener retenidos al los elementos del Ejército y exigirles que los acompañaran a recoger los cuerpos de los comunitarios asesinados, mientras otro grupo de personas esperarían a las autoridades correspondientes para denunciar el caso omiso de los militares.

Alrededor de las 12 de la noche volvieron a recibir otra llamada telefónica de otro poblado, donde les reportaban que los integrantes de la delincuencia organizada estaban prendiendo fuego a los 15 cuerpos de los policías, y que además tenían secuestrados a dos maestros.

Esto causó más molestia entre los pobladores, por lo que varias mujeres subieron a las unidades del Ejército Mexicano e intentaron arrebatarle las armas a los uniformados, e incluso colocaron cartulinas las patrullas.

Los pobladores volvieron a pedir a los militares que los acompañaran al punto de “Ojo de Agua”, para evitar que los 15 cuerpos fueron incinerados y los pudieran recoger y trasladarlos a un lugar seguro, a lo que se negaron.

Alrededor de las 2 de la mañana de este viernes, otro convoy del Ejército Mexicano llegó a Carrizal, quienes dijeron que si las daban la orden de ir a recoger los cuerpos irían, pero hasta ese momento no tse los habían pedido. 

Hasta las 3 de la mañana los militares que abandonaron a loscomunitarios permanecían retenidos, y de forma extra oficial se informó que elementos de la Marina provenientes de Acapulco, acompañados por otras autoridades llegarían a esa comunidad alrededor de las nueve de la mañana y ellos se encargarían de recoger los cuerpos de los 15 policías comunitarios asesinados.