Fogonero: Tiempos del Gif y de no saber a dónde ir

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Por Rodrigo Islas Brito

Dentro del olimpo de las cosas nimias, intrascendentes pero absoluta y demoledoramente populares, el Gif de un Vincent Vega llegando a un lugar y buscando respuestas, debe ocupar un lugar de honor.

Tal vez Quentin Tarantino nunca imagino que su metraje más popular terminaría siendo esta escena de Pulp Fiction (1994), donde el drogadísimo matón buena onda interpretado por John Travolta llega a la casa de la esposa de su patrón ,Mia Wallace, para llevarla a bailar.

Vega intuye que la situación es potencialmentepeligrosa, aun cuando su jefe fue el que le pidió el detalle, Vega sabe de primera mano que Marcellus Wallace es un tipo que no se anda con medias tintas en eso de mostrar su furia.

Situación en la que la coquetería, el desparpajo y los ojos de Mia (inmortalizados por una UmaThurman en estado de gracia) lo pueden meter en un broncón.

Fue seguramente esta mezcla de ¿para dónde voy? y ¿Qué diablos hago aquí? de un Vega confundido con una jeringa de heroína recién impresa en su brazo, lo que llamó la atención de un joven “gifero” puberto , que lo llevo a rescatarla y convertirla en emblema de la duda, de la búsqueda y del llegar a un lugar nada más para no encontrar a nadie más.

Travolta- Vega llegando a un antro, concierto, restaurante, transporte, sala de cine, partido de futbol, taquería, almacén, escuela, taxi y hasta una cartera, todas y todos vacíos, han sido tomados y acuñados por los cibernautas de las redes sociales, quienes incluso ya han empezado a realizar sus propios gifs donde salen a relucir lugares a los que siempre llegan a destiempo, incluidos la pareja, el matrimonio, la familia, el compromiso ¿y porque no?, hasta el trabajo.

No son ganas de magnificar esta pingüe ocurrencia en la que incluso la cara de Travolta ha sido sustituida por otros rostros como los del embajador teutón en México, Viktor Elbling, quien llega a Bellas Artes preguntando en alemán donde quedo su bicla valuada en cuarenta mil pesos (dejando claro que hasta en los robos hay clases sociales), o el del también histrión Nicolas Cage, cuya sempiterna mueca psicótica le agrega cierto aire apocalíptico a la acción.

Es el deseo de desentrañar como este humor globalizado de las redes sociales puede ser capaz de crear emblemas momentáneos y virales que trascienden incluso las sensibilidades de aquellos que gustan de calificar como Tren del mame, cualquier cosa que susceptible de ser popularizada hasta la viralización mas descarnada.

Puede que estos ya sean los tiempos del Gif, tiempos de alumbramientos espontáneos y a flashazos. De cuestionamientos en segundos y en dos acciones. De la burla y la sabiduría viralizada y presta a olvidarse mañana por una imagen que sustituya a la actual como la más cagada.

Por lo pronto yo me quedo con los doscientos Travoltas amontonados en un fondo negro buscándose y confundiéndose a sí mismos, con un Vega llevando flores a un quiosco buscando a ambos lados a la destinataria que no ha de llegar, con el matón de Pulp Fiction bajándose del avión siniestrado en la isla de Lost con facha de estar aun más perdido que el resto, con Vega-Travolta al fondo y en segundo plano en cualquier escenario en el que los que lo han notado lo observan con la extrañeza de quien está viendo su futuro.

Este Gif , ya considerado el más viral del 2015 en tiempos en los que la célula de la popularidad es el like, pronto será sustituido por el gatito furioso, o el perro indiferente, o la llama mascando chicle bomba.

Aunque en tiempos en los que el mundo se mide por el número de masacres registradas cada semana y puede que exista ya una especie de tercera guerra mundial por meros motivos semánticos, que algunos claman con acentos apocalípticos, y otros miran como un motivo más para no ver las noticias, al Travolta confundido, drogado y buscando a donde ir, no parece que puedan hacerle mucha competencia en su inevitable pertinencia.