Por: Rodrigo Islas Brito
“25 centros Teletón donde se han rehabilitado a miles de familias mexicanas en 18 años”, proclama una actriz de Televisa de nombre que se confunde en la mente de quien no ve telenovelas con los nombres de otras ochenta actrices que trabajan en ellas.
Es el Teletón de este 2015 y el inefable Joaquín López Doriga dice que esta edición al contrario de sus anteriores tiene el acierto de desarrollarse no en el estadio Azteca, ni en un foro de Televisa, sino desde los mismos centros que durante más de una década y un lustro se ha erigido con los millones recabados en los maratones televisivos de la primera semana de diciembre.
“Esta es una auditoria moral de la misma gente hacia los centros Teletón” Exclama en sus acostumbrado tono grandioso y apolillado el mismo tipo que hoy es señalado por usara su puesto como titular del noticiero mas visto en el país, para hacerse de una fortuna personal repleta de paradisiacos bienes inmuebles que hoy tiene a su esposa Teresa Adriana Pérez Romo demandada por un intento de extorsión cometido en prejuicio de la mujer más acaudalada de México, María Asunción Aramburuzabala.
“El Tamaulipas humano que estamos construyendo entre todos “dice una funcionaria pública de aquella entidad, en una capsula grabada sobre el estado que tiene su Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT) desde 2009.
Estado que hoy se encuentra envuelto en una fuego cruzado permanente de distintos grupos de narcotraficantes cuyas implicaciones de destrucción, sometimiento y violencia tal vez no se lleguen a conocer jamás.
Con el actual gobernador Elgidio Torre inaugurando hace unos meses una calle con el nombre del fundador del cartel del Golfo, y exgobernadores permanentemente siendo ligados al narcotráfico , convirtiéndose en el más representativo el caso de Tomas Yarrington, prófugo de la justicia desde los inicios mismos del actual “paraíso” peñanietista.
Pero nada de esto importa para la buena fe del Teletón, para ese “esta noche nos sentimos muy orgullosos de ser mexicanos, de ser nosotros mismos” expresado por el presidente de la Fundación Teletón, Fernando Landeros en la noche de cierre de la coperacha nacional de este año.
“Esta es la casa del amor, la casa de los milagros, la casa del sí se puede, la casa del amor concreto. Del amor que como lo dijimos en 1997, es el amor que hace milagros”.
Landeros destaca la política de puertas abiertas de Teletón de este año, agradece las más de quinientas mil visitas que los CRIT registraron, desde el estrado implantado en el CRIT Tlalnepantla discurre en una cursilería rampante, llamando a los niños teletón , “verdadera inspiración, que llena de fe , de luz y de verdad a este país”.
Después de los desaguisados del Teletón 2014, donde la opinión pública harta de una Televisa indolente en sus mentiras y en su posición de faro del ocultamiento de las complicidades de un orden gubernamental inepto, corrupto y criminal, le dio la espalda y descalificó a su show kilométrico y estelar de cada año, dando por resultado incluso que desde la misma trasmisión empleados estelares de la empresa como Carlos Loret de Mola le pidiera al gobierno de Enrique Peña Nieto que aclarara su escándalo de corrupción y tráfico de influencias que dio por resultado la adquisición de su Casa Blanca.
“La ONU se molesta y dice cuidado no vayan a estereotipar a estos niños. Además les dice a los gobiernos que no den dinero al Teletón, porque esa debería ser una labor del gobierno ¿y entonces qué hacemos? ¿Qué pase el gobierno? El gobierno no lo va a hacer nunca, Cuántos CRITs tiene la ONU”.
Loret teorizó también sobre la culpa que podrían tener los niños del Teletón sobre los 43 de Ayotzinapa, sobre como la línea de responsabilidad política de “la masiva desaparición llegaba hasta las mismas puertas de los Pinos”.
“Cóbrensela a Angélica Rivera, a Enrique Peña Nieto, a la insatisfactorias explicaciones que hasta ahora han dado del origen y financiamiento de la Casa Blanca. Cóbrensela incluso a Televisa por pagarle mucho a su actriz estrella, ¿pero y los niños, que tienen que ver los niños en esto?”.
Esta capacidad del año pasado de Loret de recibir la bala y balconear a su empresa más allá de lo prudente, dio por resultado que Televisa lo hiciera a un lado en la operación cicatriz de este 2016, en el cual la multibillonaria transnacional no buscó como en todas sus anteriores ediciones llegar a la cantidad exorbitante de millones y millones de billetes, en los cuales si se veía que no iban a llegar ahí estaban las lagrimas de Lucero para apurarlos.
No, en este 2015 Televisa le apostó a purificar en lo más posible la imagen de la empresa filántropa y humanitaria de los Azcárraga, a dejar claro que la televisora puede representar buena parte de toda la corrupción, mediatización y dobles discursos que han asolado la vida del país durante los últimos sesenta años, pero que de eso los niños enfermos de cáncer y con discapacidad física del Teletón no tienen la culpa.
“¡602,170 visitas!”Anunciaban orgullosos Landeros y su camarilla (incluidos el Vitor, un indigesto Marco Antonio Regil y el Teletón power Pedro Ferriz de Con). “327, 267,551 pesos” gritaban como la recaudación final, al que llamaron “un record por hora histórico”, pues este fue el Teletón más corto de la historia (tan solo 16 horas de transmisión) en el que la intención aparentemente no fue la de levantar un nuevo Centro Teletón, sino la de recaudar fondos para seguir operando los que ya están, aunque al final la cantidad final se haya quedado debajo más de 200 millones pesos de lo inicialmente estimado.
Es verdad innegable que estos CRITs han impactado en la vida y en los destinos de personas que de otra manera no hubieran podido salir adelante, pero estas vidas y toda está enorme voluntad son tan solo un cálculo.
El cálculo de un monstruo que continuamente se atraganta en sus fauces, de un monstruo que quiere seguir siendo el dueño de todos y de todo. Y que en ese tenor le seguirá apostando a todo aquello que finalmente le reditué una salvación y un plus dentro de su aritmética podrida e impresentable.
