La Jornada
Corresponde a la SEP y autoridades estatales calificar los exámenes, señala
En el balance sobre la primera valoración del desempeño docente, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) señala diversas anomalías en el proceso, cuya aplicación corresponde a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y a las autoridades estatales del sector.
El instituto afirma que 86.2 por ciento (cerca de 132 mil) de los profesores convocados participaron en la evaluación, pero considera que hubo fallas tanto en la integración de las listas definitivas de quienes serían evaluados como en la entrega de claves para subir evidencias, e incluso dificultades técnicas y confusión para resolver algunas etapas.
El organismo autónomo subraya que los exámenes a docentes y directores de educación básica y media superior se aplicaron en algunos lugares en condiciones poco propicias para llevar a cabo una experiencia que debe ser formativa y exige condiciones para pensar y reflexionar.
Agrega que las protestas y agresiones, en ocasiones violentas, de los maestros disidentes sometieron a los educadores que se estaban evaluando a una presión excesiva, y destaca que en otros casos, al recurrir a la fuerza pública para resguardar a los maestros, se construyó un clima poco propicio para responder las preguntas o construir las respuestas.
En un comunicado emitido por el INEE se detalla que el balance es resultado de la información obtenida de los procesos de supervisión que lleva a cabo el instituto en la aplicación de la evaluación del desempeño docente, labor que corresponde a la SEP y a las autoridades educativas de cada estado.
Considera que pese a los avances obtenidos fue difícil para la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente de la SEP integrar las listas definitivas de quienes serían evaluados, debido a que la información que proporcionaban los estados tuvo que ser validada en varias ocasiones.
Esto generó, reconoce el INEE, que a muchos maestros se les notificara que debían presentar la segunda etapa de la evaluación, la reflexión de evidencias de aprendizaje de sus alumnos, con muy poca anticipación.
A esto se suman las fallas en la entrega de claves para acceder a la plataforma electrónica donde debía subirse la información, lo que sometió a los maestros a fuerte tensión, asegura el instituto.
En cuanto a la aplicación del examen de conocimientos y habilidades didácticas (tercera etapa) y la llamada planeación didáctica argumentada (cuarta etapa), el organismo autónomo reconoce que hubo dificultades técnicas y, en algunos casos, confusión respecto de la forma de la evaluación que debían responder los docentes.
Apunta que en algunos casos se presentaron condiciones físicas incómodas para la realización del examen, pues en las entidades donde existe mayor resistencia magisterial los docentes tuvieron que partir desde muy temprano, en la madrugada, de sus casas para ser trasladados a las sedes de evaluación y resolver un examen de más de ocho horas de duración.
El INEE destaca que el análisis de la primera evaluación del desempeño docente permitirá mejorar eventos posteriores. Señala que corresponde a la autoridad educativa realizar los procesos de calificación, conforme a los criterios autorizados y con los evaluadores certificados por el INEE, organismo que también analizará los resultados para realizar un informe de los principales hallazgos.