Por La Jornada
En más de 20 años la comunidad de San Francisco la Paz, en este municipio, habitada por unos mil 200 zoques y chinantecos, ha sufrido cuatro invasiones en las cuales, aseguran sus pobladores, perdieron 56 mil hectáreas donde ganaderos chiapanecos fundaron los poblados El Pescadito, Emmanuel 1 y 2 y La Gloria.
Desde el 24 de diciembre pasado, hombres y mujeres, armados con palos, machetes y rifles vigilan a cuatro residentes de Uxpanapa, Veracruz, detenidos cuando limpiaban tierras en San Isidro La Gringa. Los comuneros aseguran que es territorio de los Chimalapas.
Para llegar a esta localidad, en el norte del Istmo de Tehuantepec, colindante con Veracruz, hay que trasladarse primero a Matías Romero y de allí viajar seis horas por carretera.
Los niños de la comunidad corren de un lado a otro, mientras sus mamás se organizan para cuidar a los cuatro retenidos.
Advierten que los entregarán cuando acudan funcionarios del gobierno federal con capacidad de tomar decisiones y se comprometan a desalojar a los invasores y frenar las incursiones.
La semana pasada los comuneros chimalapas gestionaron una reunión con el secretario de Gobernación federal, Miguel Ángel Osorio Chong, que se efectuará este lunes en la ciudad de México.
Si el gobierno no da respuesta favorable el 11 de enero vamos a quemar a las (cuatro) personas, principalmente a David Vega Guerrero, que nos ha hecho mucho daño desde hace más de 20 años, cuando invadió La Gringa y lo recuperamos. Él ha sido causante de muchas muertes y violaciones de mujeres. Engaña a los chiapanecos al decirles que es su terreno
, expresó uno de los voceros de los indígenas.
Temen venganza contra niños
A los retenidos, Joaquín Esclandón Vicario, de 29 años de edad; Leonardo Juan Zárate, de 97; Roberto Martínez Vidal, de 58 y David Vega Guerrero, de 65, les dan agua y alimento, pero por ningún motivo los dejan solos.
Arnulfo Roque Jacinto, auxiliar de la comisaría de bienes comunales, recordó que en febrero de 2015 también retuvieron a tres individuos a quienes sorprendieron cuando limpiaban un terreno para construir.
En esa ocasión los llevamos al palacio municipal de Santa María Chimalapa. Después de largas e intensas pláticas pactamos con el gobierno de Oaxaca liberarlos a cambio de defender nuestra tierra, pero nos mintió, nada ha pasado y muestra de ello es lo ocurrido el 24 de diciembre (la retención de los cuatro habitantes de Uxpanapa)
, dijo.
Agregó que los pobladores ya no quieren ir a trabajar sus milpas y las clases se suspendieron por temor a que los niños sean secuestrados. Esta es una guerra, no podemos seguir así. Si no hay respuesta, entonces habrá una matanza
, advirtió uno de los dirigentes.
El agente municipal de San Francisco la Paz, Víctor Eusebio Vásquez, agregó que decidieron retener a las cuatro personas porqueya están cansados de papeles firmados
y promesas incumplidas del gobierno de Gabino Cué.
Mis compañeros campesinos no pueden salir a trabajar porque los han amenazado. Vivimos con miedo, pero no hay de otra. Nos hemos quedado sin agua y sabemos que pronto nos cortarán el servicio de energía eléctrica. Intentan amenazarnos. Estamos decepcionados del gobierno de Oaxaca
, detalló.
La única tienda de abarrotes en la localidad es de Diconsa; sin embargo, la encargada, Elizabeth Vicente, reconoció que la mercancía escasea porque desde el pasado 28 de diciembre no han surtido y ya hay mujeres embarazadas y niños con desnutrición.
Hace unos días llegó una brigada médica de los Servicios de Salud de Oaxaca. El 26 de diciembre la doctora y la enfermera se fueron devacaciones
, según la jurisdicción sanitaria número 2. A las mujeres ni el frío ni la humedad las detiene; se cubren con una chalina y se turnan para hacer guardia día y noche.
Han sido días muy amargos, una Navidad triste, un Año Nuevo con tensión y un Día de Reyes en el abandono. Pedimos al Presidente (Enrique Peña Nieto) que no se olvide de las beneficiarias
, expresó Zoila Fernández, responsable del programa Prospera en la localidad.
La mujer lamentó que estasinvasiones
hayan causado dos muertes, entre ellas la de su padre, quien en febrero de 2014 falleció a causa del miedo y la desesperación
, y la segunda, de una mujer que por miedo a ser retenida y por falta de servicio médico en la comunidad falleció al dar a luz a su octavo hijo.
A Zoila Fernández estas invasiones le han cambiado la vida. Mis hijos me preguntan si nos vendrán a matar en la noche por lo que estamos haciendo. En esta ocasión toda la comunidad está resguardando a las cuatro personas. No somos un grupo, somos todos
.