Pulsera antibullying, la creación de un niño mexicano

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Por El Financiero

Tras haber sido víctima de bullying y ante su fascinación por inventar cosas, Vladimir Núñez desarrolló un prototipo de wearable capaz de alertar cuando un niño es intimidado por otros compañeros.

“Juego ajedrez y hago origami, pero una de las cosas que más disfruto es realizar inventos”, dijo el niño de 10 años de edad en entrevista con EL FINANCIERO.

El dispositivo diseñado por Núñez parece ser cualquier otra pulsera de medición de rendimiento físico, pero integra ciertos elementos que le permiten identificar y avisar a los padres y maestros si un niño está en peligro.

El prototipo de la pulsera incorpora un biosensor que permitiría detectar las tres sustancias que secreta el cuerpo cuando alguien está en una situación de peligro o atemorizado.

“Las víctimas de bullying tienen miedo cuando las agreden, cuando el cerebro percibe un peligro secreta sustancias como la adrenalina, glutamato y glucosa”, explicó.

Además, el wearable incorpora un sensor de ritmo cardiaco, que funge como otra señal del cuerpo que se afecta cuando el usuario tiene miedo.

También incluye un microchip, que permite almacenar la información, un pequeño sensor de GPS, que posibilita conocer la ubicación exacta del usuario, así como una batería recargable.

La pulsera, de acuerdo con Núñez, se configura a través de una app móvil que estará disponible para dispositivos iOS y Android.

“La app te va pedir que ingreses datos como tu nombre, fecha de nacimiento y algunos teléfonos para contactar en caso de que el usuario sea víctima de bullying”, agregó el joven inventor.

El proyecto de Núñez resultó ganador del primer Reto Todos con el Mismo Chip, organizado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Tras haber sido reconocido por la subsecretaria de Comunicaciones y Transportes, Mónica Aspe, al joven emprendedor se le ofreció asistencia en el Punto México Conectado, informó la madre del niño. Sin embargo, Vladimir y su familia viven en Huajuapan de León, Oaxaca, por lo que no podrá acceder a los cursos ofrecidos por la administración federal, pues el Punto México Conectado ubicado en la capital del estado, queda a 173 kilómetros de su casa.

“El problema es que como vivimos lejos de la capital, no podemos aprovecharlos en este momento. Son cursos bastantes buenos. Pero de manera independiente lo estamos apoyando en el aprendizaje en programación para que se pueda hacer algo y no sólo se quede en el prototipo”, explicó su mamá.