Por Excelsior
Luego de arribar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, procedente de Madrid, España, Humberto Moreira aseguró que las acusaciones que se le han hecho dañaron a su familia y “mancharon su honor”.
Asimismo, se declaró inocente de cualquier delito y destacó que ninguno de los hechos por los que se le acusa fueron comprobados.
“Me hicieron un daño irreparable y tomaré cartas en el asunto más adelante”, dijo.
Con un fuerte dispositivo de seguridad coordinado por elementos de la Policía Auxiliar de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, el exgobernador de Coahuila y expresidente nacional del PRI fue escoltado a la salida de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Moreira leyó un documento en el que manifestó que no se le pudo comprobar que haya cometido algún delito, y sostuvo que sufrió de una intervención telefónica de su celular en junio de 2014, “en donde no se encontró absolutamente nada”.
“No hay acto alguno que denote la comisión o siquiera la preparación de delito alguno”, dijo luego de que estuvo bajo arresto en España.
El ex líder del Revolucionario Institucional estuvo preso desde el día 15 y hasta el 22 de enero pasado acusado por la Fiscalía Anticorrupción española de lavado de dinero, organización criminal, malversación de caudales públicos y cohecho.
El martes, cuando fueron revertidas las medidas cautales en su contra y tras recibir su pasaporte, aseguró estar tranquilo y que su director de tesis del máster que estudiaba en España le dio el visto bueno para viajar a México.
Así, dijo que ahora lo que hará en México es descansar y estar con su familia.
Moreira abandonó el aeropuerto capitalino alrededor de las 20:30 horas, pero antes fue cuestionado por reporteros sobre si regresaría al ámbito de la política, a lo que sólo alcanzó a decir “no sé”.
Moreira, sus hijos e integrantes de su personal abordaron un auto y dos camionetas, las cuales salieron rápidamente de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Fuentes de la Audiencia Nacional señalaron, sin embargo, que la querella continúa abierta y que si el juez vuelve a llamarlo a comparecer tendrá que apersonarse desde donde quiera que esté.