Por Rodrigo Islas Brito
Alan Vargas Mariscal afirma que comenzó a hacer poesía desde que empezó a leer, asistiendo después a talleres, publicando en algunos periódicos y hoy a los 23 años, convirtiéndose en el ganador, con su libro Poesía Mexicana, del Premio de Poesía Alejandro Aura, organizado por el Gobierno de la Ciudad de México.
“Siento que no soy una persona que haya vivido lo suficiente para poder decir las grandes cosas. Sobre esa poesía que se ancla en una experiencia de vida. Me falta muchísimo tiempo para llegar a una madurez ya no solo poética, sino humana”.
“Hay tradiciones poéticas, como la estadounidense, en el que se hacen poemas monumentales que expresan muchísimo. Se abordan temas grandes con una sencillez y con una posibilidad increíble de explosionar el lenguaje”
“Siento que aun no tengo nada que decir, producto de ello ha sido mi interés en el lenguaje y en la forma. Sobre la poesía que habla de si misma, sobre la poesía que reflexiona sobre como funciona la poesía”.
Vargas, quien hace unos meses fue uno de los promotores y artífices de Mezcalito City, compendio poético y narrativo sobre los vaivenes y laberintos de Oaxaca Capital, comenzó con “Migrar a unomismo”.
Un bookwork, basado en un concepto desarrollado originalmente por el escritor y artista, Ulises Carrión, donde el libro funciona como una pieza autónoma del arte.
“Ahí trazo una ruta especifica sobre la poesía y la forma, como está se encuentra y se termina integrando con el discurso poético”.
Con una mención honorifica en el certamen Poesía en voz alta, de La Casa del Lago, Vargas se despachó en la primera página de su libro de apertura con instrucciones que te indican que lo siguiente que debes hacer es romper el libro.
Al hacerlo lo que viene es un pliego de papel que al desdoblarse muestra un humanoide dibujado por símbolos y grafías. Con ojos que contraen una tapa, que a su vez lleva a otras instrucciones.
“La idea era expandir los limites del discurso y para hacer eso tienes que abolirlo, decía Octavio Paz que hoy el tiempo solo se afirma negándose”.
Admirador de la traducción poética chilena encarnada en la obra de Pablo Roca, Nicanor Parra, Gonzalo Rojas y Juan Luis Martínez, Alan mira a este último como aquel donde se esconden todos los resortes de la obra que hasta ahora el oaxaqueño hatrabajado.
“Cuando su libro La nueva novela llegó a mis manos comienzo a entender muchas cosas. Fue como la piedra angular que reunió todas las aleatorias lecturas que hasta entonces había conocido”.
También profesor y tallerista literario, el poeta obseso de poesía, mira al poeta francés Stephane Mallarme (1842-1898) como aquel que lo empezó todo.
“Un tiro de dados, su libro, es el que marca el inicio de esa modernidad literaria que empezó a darle importancia a los espacios, desplazamientos y juegos con la grafías. La palabra adquiere entonces ya no solo la calidad de ente conceptual , sino que la radicalización del lenguaje empieza a mover a este desde su propia materialidad y espacio . Donde lo que se discursa es el espacio, aquello que no esta escrito”
Se le pide al entrevistado que por favor deje de dar su clase y hable sobre Poesía Mexicana, el libro que lo llevó al Premio Alejandro Aura.
“Empezó como un borrador de más de 120 paginas, el llegar a ciertas ideas te lleva a producir otras. Es un texto que da la posibilidad de parir otro texto”.
Vargas define a Poesía Mexicana como un libro con el que se tomó muchos riesgos, explicando los porqués.
“Se divide en tres partes, con una primera parte compuesta mayormente por elementos gráficos, la segunda parte es un poema largo que juega como una especie de speech televisivo, la tercera parte son textos que tratan de traducir ciertos símbolos de la cultura pop a un lenguaje poético, donde lo mismo se habla de Matrix, Doce Monos , The Cure , Los Doors o hasta el perro de Pavlov “.
“Es un libro irónico, ofensivo, y poético. Hoy el lenguaje tiene que hacerse más extensivo, creo que hoy con una referencia a una canción de The Cure al lector le resulta mucho más accesible entender el elemento poético m que si citas a Ovidio”.
Vargas aclara que su rebeldía no es desdén y que los grandes autores tienen que seguirse leyendo. “Por supuesto, para violentar el lenguaje hay que conocerlo”.
El poeta e pronuncia por el poema como un agente revulsivo que cambie las cosas, asegurando que la poesía que ha hecho la critica social mas puntual es justo la poesía que también critica al lenguaje.
Pero la generación del internet, de la inmediatez, de justibelievers , a la que pertenece el auto ¿cómo se toman hoy en día el jugo de la poesía?
“Esta la molesta posmodernidad en que en el imaginario de esta generación la realidad y la ficción empezaron a fusionarse. En algún momento todo empezó a volverse cada vez másabsurdo, hasta el grado que hoy en día encuentras una nota Facebook y nunca sabes realmente si lo que lees es real y terrible, o puede perfectamente ser una invención de un hipster amachinado detrás de su computadora”.
“La llegada del internet tiene la trascendencia de la invención de la imprenta. Según un estudio del Times, hoy una persona puede llegar a leer hasta ciento cuarenta mil palabras en un solo día. Solamente con un zapping de tu muro de Facebook estas teniendo acceso a una cantidad impresionante de información”.
“Platicas con la gente y te das cuenta de los temas de todos son similares, y también su estado de animo. Sobre todo porque son los amigos que tienes en Facebook. Hoy la conciencia colectiva se ha expandido como nunca antes”
Esta muy bien, hoy el lenguaje puede tener mas impacto y la colectividad puede estar al alcance de un doble clic,¿pero esto realmente implica que verdaderamente este termine aportando algo realmente a quien lo consume?
“Hoy día el lenguaje ha perdido todo el respeto. Antes se decía que el lenguaje era un elemento de culto, que nos hacia casi divinos. Lo hemos dejado de ver como aquella cosa que es importante, que tiene que conservarse”.
“Hoy con tantas palabras el lenguaje termina por disolverse y difuminarse. A eso también tiene que responder la poesía, que no puede permanecer estática con toda esta movilidad”.
Vargas mira como al lenguaje se le ha perdido el respeto hasta el grado que hoy de repente hay memes que son poemas completos.
“El meme es la forma poética de este siglo, así como el gif, que retoma el concepto de mero movimiento con el que el cine empezó en 1895”.
Vargas cuenta que hoy estudia derecho en la Universidad LaSalle, pero esperen. ¿Por qué un poeta que estudia y trata de darle la vuelta a la poesía clásicaquiere también ser un abogado?
“Me estoy preguntando lo mismo desde hace dos años. Supongo que por ser un buen ciudadano”.
Al final la ironía de esta frase en los gestos y las palabras de Alan Vargas, se buscan, pero no se encuentra por ningún lado.