Por Rodrigo Islas Brito
En 1989, en una situación tal vez inédita de en la historia del cine mundial, un director de cine demandó a un crítico cinematográfico por una de sus críticas. El crítico era Jorge Ayala Blanco y el cineasta era Arturo Ripstein, quien demando a Ayala ante el juzgado cuadragésimo sexto de lo civil, pidiéndole indemnizaciones por un monto de 60 millones de pesos bajo el argumento de que las consideraciones de Ayala sobre su cinta Mentiras piadosas y sobre el libro de Emilio García Riera “Arturo Ripstein habla de su cine”, editado en l988, lo habían dejado sin posibilidades de filmar por más de años y medio.
“El señor dice que por una nota escrita por mí dejó de tener películas, pero ¿si yo hubiera escrito una nota elogiosa tendría ahora veinte películas?”.
Dijo entonces el autor de más de una treintena de libros sobre análisis y crítica cinematográfica, y profesor desde hace décadas del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC).
Valga este recordatorio para citar el nuevo posicionamiento del crítico (odiado y amado a partes iguales por el mundillo cinematográfico mexicano) frente a la obra de Alejandro González Iñarritu, cineasta mexicano que apenas el día de ayer ganó su segundo Oscar a mejor director por la cinta El Renacido.
“González Iñarritu vende tremendismo mexicano. Si no hay que ver la enorme cantidad de estaciones de viacrucis del pobre Leonardo DiCaprio. Él si se merecía el Oscar solo por haber sufrido tanto. Se la creyó toda, y su actuación es impecable. Pero la película es un asco”.
Sostiene Ayala Blanco en su colaboración en el programa que Carmen Aristegui todavía conserva en CNN, sosteniendo la denostación critica que siempre ha tenido por el cine de G.Iñarritu (que se manifestó desde las duras críticas que en hace 16 años tuvo contra la opera prima del cineasta, Amores Perros, posición que curiosamente compartió con su némesis apellidado Ripstein)
Hablando además sobre el Oscar que finalmente después de cuatro nominaciones anteriores le fue dado a Leonardo Di Caprio, lo que en México suscitó reacciones harto curiosas y dignas de análisis social, como aquellos cientos de espontáneos que con máscaras y posters de Di Caprio se fueron a celebrar al Ángel de la Independencia en la Ciudad de México, y a la glorieta la Minerva en Guadalajara, Jalisco, con gritos de “¡Leo, hermano! ¡Ya eres mexicano!” o pancartas del tipo “Leo, lo logramos”, que parecía haber sido escrito por una Kate Winslet en ciernes.
Jorge Ayala Blanco no sólo se limitó a descalificar el trabajo del hoy idolazo de miles de universitarios mexicanos, G. Iñarritu, sino que afirmó su alivio porque El Renacido no haya ganado al final su cantado Oscar a la mejor película del 2015.
Aunque para el históricamente tres veces ganador del Oscar, el cinefotógrafo Emmanuel Lubezki , sus palabras fueron de más amabilidad.
“Emanuel Lubezki es el genio de los genios. Lo conocí en el CUEC y fue mi alumno, se merece este tercer Oscar consecutivo. Se salió con la suya”
“Lo que siempre quiso hacer era filmar películas totalmente virtuosísimas, con una técnica del doscientos por ciento, y quería hacer este tipo de película”:
“El pago de ponerse de esa manera es que a la película le sobra. Es demasiado Lubezki para una película vacía, donde no hay un personaje. El personaje es totalmente hueco, es un calvario, no solamente de sobrevivencia”.
“Trata un tema aberrante, el de la venganza, en el momento en que esta se consuma . Se borra el personaje, en realidad nunca lo hubo. Es mucha forma para tan poco contenido La fotografía es demasiado para El Renacido y la termina deformando”.
El docente universitario afirma que este Renacido no tiene guion, y que esto es más que evidente cuando se recuerda un precepto del maestro del llamado cine trascendental , “quien dijo que el cine no es el arte de las imágenes bellas, sino de las imágenes necesarias”.
En el programa de CNN, Carmen Aristegui, le recordó al crítico el premio Fénix que recibió en noviembre, como reconocimiento a su trayectoria, otorgado por la Federación Internacional de Críticos de Cine
Premio al que Ayala define como los antioscares, representando a cinematografías que no están de rodillas
“Que terrible que te invitamos a hablar de los Oscares, vas a decir cosas horribles” Le dice Aristegui, pero el viejo lobo se las sabe todas.
Comenta que las cintas nominadas al Oscar“ son juzgadas por 6.000 miembros de la Academia, cuya edad promedio es de 64 años y todos, según el crítico, “representan el conservadurismo norteamericano”.
Dice que la mejor cinta de las nominadas (y lógicamente ignorada) es Carol, de Todd Haynes, que sólo registró nominaciones a premios de actuación, y a la que califica como “la gran fantasía sobre lesbianas que la mentalidad conservadora no acepta”
De Mad Max, Furia en la Carretera y sus “seis premios técnicos” señala que “está hecha por una gran estilista como George Miller y es una fantasía maravillosa”.
De la ganadora final del Oscar a mejor película “En primera plana”, Ayala dice que le daría el premio Aristegui porque es la gran película sobre periodismo de investigación
“El tema de la pederastia clerical esta visto desde una manera colateral. Es una película muy hábil, no trata directamente el tema de los curas pederastas, sino lo toma a través de un atajo “.
Finalmente, antes de que la entrevista sobre Jorge Ayala Blanco se corte antes de tiempo en su presentación en internet, recuerdo una anécdota que me contó hace poco uno de sus alumnos cuequeros.
“Por aquel entonces, a mediados de los noventas, estaban estrenando en el cine una trilogía de Ismael Rodríguez, Reclusorio, sería lo último que filmaría el gran Don Isma. Un compañero del salón dijo entonces en plena clase de Ayala Blanco, que esas películas eran malísimas, prácticamente una mierda”.
“Ayala Blanco volteo y lo miró con los ojos más furiosos que he visto en mi vida. Y entonces le dijo,- el día en el que usted pueda filmar sus Hermanos del Hierro, entonces se habrá ganado el derecho de venir y criticar lo que usted quiera. Mientras, sáquese de aquí– Y si, lo sacó del salón”
Cabe aclara que Los Hermanos del Hierro, es el western crepuscular norteño con madre desalmada y en el infierno que a la postre resultó en la mejor película del creador del mito de Pedro Infante, Ismael Rodríguez, y de la historia del cine mexicano , y fue Jorge Ayala Blanco , prácticamente el primero en señalarlo