Por Rodrigo Islas Brito
El precandidato a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez por el Partido de Revolución Democrática (PRD), Hugo Jarquín, y su equipo de campaña, han encontrado la manera de colocar la palabra “FAMOSO”, adelante de su nombre, en sus anuncios promociónales colocados en los microbuses urbanos.
El pretexto ha sido el nombre del grupo o asociación que ahora representa y promueve a Jarquín en esta nueva aventura de aspiración política, el Frente Amplio de Movimientos y Organizaciones Sociales de Oaxaca, cuyo compendio de siglas significa coincidentemente un adjetivo calificativo sobre el político oaxaqueño, que nadie podrá atreverse a discutirle.
Pues famoso fue el incidente suscitado durante las pasadas elecciones a las diputaciones federales del estado, dónde tal como lo mostró un video publicitado por el mismo ejército mexicano, Jarquín irrumpió frente a un destacamento de la gendarmería nacional que resguardaba una junta distrital, en completo estado de ebriedad.
Exigiendo que lo dejaran pasar con su fuero en la mano, y porque él (entonces diputado federal) era un representante popular. “!!!Grabaaa!!!… ¡¡¡¡grabaaaaa!!!!!” le decía Hugo Jarquín entonces a su joven asistente, quien con gesto apenado, presentaba cara de que solo quería que la tierra se lo tragara.
Sin poder hablar bien por la fuerza del licor, Jarquín incluso le propinó un descontón en la boca del estómago a su asistente, quien parecía estar infinitamente más consciente de su jefe del papelón que los dos estaban haciendo.
Además de otro video, donde con un tonito de cantina y manejando una camioneta notablemente ebrio como una cuba, acusó a un agente federal de ser un “esquirol del sistema” y “empleado de Peña Nieto”. Cuando el policía en cuestión le señaló su notorio estado etílico, Jarquín dio una respuesta que hoy aún se recuerda.
“No vengo tomado, mis ciudadanos oaxaqueños saben que Hugo Jarquín nunca toma”.
Jarquín, quien ha forjado buena parte de su capital político desde su posición de líder de vendedores ambulantes , también fue “famoso” por la evaluación del “Atlas político”, elaborado por Andrei Roman, Thiago Costa y Claudio González, académicos de la Universidad de Harvard, quienes concluyeron que diputado federal , fue el más improductivo de todo el país.
A lo que Jarquín respondió argumentando que como legislador se dedicó más a la gestión que a las iniciativas y propuestas.
Hoy el “famoso” Hugo Jarquín busca otra vez lograr su añorado sueño de ser el nuevo edil de Oaxaca, con una fama de la que ya nadie duda.
