Por La Jornada
México ha fracasado en brindar protección y refugio a niños y adolescentes migrantes procedentes de América Central, cuya vida o seguridad corren peligro en caso de ser deportados a sus países de origen, aseveró Michael Bochenek, asesor jurídico de la División de Derechos del Niño de Human Rigths Watch (HRW).
En entrevista con motivo del informe que se presentará este jueves, señaló que aun cuando la legislación mexicana en la materia es excelente y se basa en las normas internacionales para proporcionar todas las medidas de protección, en la práctica la realidad es otra y ni siquiera uno por ciento de quienes solicitan refugio son beneficiados con ese derecho.
El informe, titulado Puertas cerradas: el fracaso de México a la hora de proteger a niños refugiados y migrantes de América Central, indica que durante 2015 más de 18 mil menores no acompañados, procedentes de Guatemala, El Salvador y Honduras, fueron detenidos por agentes de migración mexicanos y sólo se dio asilo a 57.
La ley, agregó Bochenek, señala que los agentes migratorios deben informar a los menores migrantes detenidos que tienen derecho a solicitar asilo en caso de que su seguridad o su vida corra peligro al regresar a sus países de origen. Pero no se les da ninguna asesoría jurídica, se les detiene y deporta, y a los pocos que solicitan refugio se les amenaza con que la retención será muy prolongada.
Hay una práctica sistemática de los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) de detener y deportar sin brindar protección. No se profundiza en las razones que llevaron a los migrantes a salir de sus países.
El abogado de HRW destacó que los menores migrantes corren varios riesgos tanto en sus países de origen como al emigrar: los hombres enfrentan el riesgo de ser reclutados por maras o pandillas; las mujeres, aunque no sólo ellas, son víctimas de acoso y violación sexual; secuestros y violencia, además de que las familias pueden ser extorsionadas.
Cada vez más, refiere el reporte, es mayor el número de detenciones de migrantes centroamericanos en el país. Esto se debe en parte al creciente apoyo financiero de Estados Unidos para que México ponga en operación un control migratorio más estricto desde mediados de 2014.
De 2014 a 2015 el número de aprehensiones de menores migrantes no acompañados creció en México y disminuyó en Estados Unidos.
Hace dos años, 63 mil 676 niños y adolescentes fueron detenidos en el país del norte, mientras en territorio nacional la cifra alcanzó los 10 mil 943; para 2015 el número fue de 49 mil 353 y 18 mil 650, respectivamente.
HRW enlista una serie de recomendaciones a ambos países para que se garantice el acceso efectivo de esos niños a las garantías que les otorgan los tratados internacionales.