Por Alfredo Martínez de Aguilar
Las diversas acciones de la guerra sucia arrecia con campañas negras. Convierten al actual proceso electoral en una olla de presión que puede explotar en brotes de violencia innecesaria.
Porque a diferencia de los candidatos que, salvo excepciones, generalmente terminan poniéndose de acuerdo, la gente del pueblo sí está dispuesta a llegar a la violencia política.
Los war room de unos y otros echan mano de toda la imaginación y perversidad de expertos nacionales y extranjeros en guerras de lodo. ¡Cuidado! Falta que pongan el ventilador.
Las coaliciones del PRI, PVEM, PANAL con la participación de facto del PES, así como la del PAN-PRD y el candidato del PT a gobernador, se espían y exhiben un día sí y otro también.
Las batallas elevan la cota de su mira. PAN-PRD impugnan el registro de Alejandro Murat. Avalados por el CEN del PRI los operadores de campaña de éste afirman que es improcedente.
Asimismo, Jorge Castillo Díaz, genial operador político financiero del gobernador Gabino Cué, fue balconeado cabildeando con la magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, María del Carmen Alanís.
La coalición PAN-PRD intenta influir en el ánimo de los magistrados del TEPJF. Sabe perfectamente bien que su impugnación por la supuesta falta de residencia será rechazada por improcedente. Y el máximo tribunal electoral resolverá a favor de Alejandro Murat. Al tiempo.
A la luz de este escenario político, adelantamos en los programas Punto Final y El Derecho de Grillar, que conduce Amado Sócrates Campos Lemus en MVM Televisión y Jorge Luis Círigo Vásquez en Canal Gente Libre, respectivamente, que Alejandro Murat Hinojosa gobernará un año antes de ser llamado a jugar en las ligas nacionales.
En un ejercicio de creación de escenarios políticos futuros, permítasenos dar luces para fortalecer esta hipótesis a partir de diversos elementos aportados por la real politik. Ésta es la historia que se empieza a escribir desde Oaxaca, La Gran Señora del Sur.
De ahí la importancia de la incorporación de Celestino Manuel Alonso Álvarez, primero, como coordinador de los compromisos que se generen en la agenda del candidato y, luego como coordinador general de la campaña en sustitución de Eviel Pérez Magaña.
De esta manera, se reconoce la preparación, capacidad, trayectoria y, sobre todo, lealtad partidista del destacado técnico-político, quien seguramente será nombrado secretario general de Gobierno, con amplias posibilidades de ocupar el cargo de gobernador interino.
Y no es un juicio resultante de un sueño de opio o un simple buen deseo. Tampoco se trata de hacer futurismo. El futuro del experto en planeación del desarrollo regional es más que halagüeño por los resultados de su trabajo político-administrativo.
Fortalece este escenario la presencia en el inicio de la campaña de Alejandro Murat de los gobernadores de Chiapas, Manuel Velasco Coello, y de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, amigos personales del candidato del PRI a gobernador de Oaxaca.
Hay, además, otro dato interesante: Celestino Alonso, fue diputado federal en la LXII Legislatura federal, quien en calidad de suplente ocupó la curul de Alejandro Moreno Cárdenas al ser postulado éste candidato del PRI a gobernador por Campeche.
Después de muchos años, Oaxaca tendrá la oportunidad y el privilegio de contar con un secretario de Estado y posible candidato a la presidencia de la República por más jalado de los pelos que parezca este escenario político futuro.
Alejandro, no sólo cuenta con el afecto del presidente Peña Nieto, por demás demostrado al hacerlo candidato a gobernador del PRI contra todos los pronósticos, sino destaca su innegable preparación y capacidad profesional.
Además, es joven en un país de jóvenes, cuyo bono demográfico tiene que se capitalizado a favor del desarrollo y progreso de México. En otras palabras, Alejandro tiene un perfil similar al del presidente Enrique Peña Nieto.
Sabedores de esta posibilidad, los diodoristas y ulisistas aceptaron ser cooptados por Alejandro Murat a grado tal que, ambos grupos políticos oaxaqueños con presencia nacional fueron prácticamente desmantelados.
A menos, claro, que perversamente, diodoristas y ulisistas, representen el Caballo de Troya que, traición de por medio, intenten hacer perder a Alejandro Murat para pasar la factura a su padre más que a su joven heredero.
Veamos si no es así, querido lector: El último rebelde, José Antonio Hernández Fraguas, al igual que María de las Nieves García Fernández, diodoristas químicamente puros, se sumaron a la candidatura de Alejandro Murat.
Lo mismo ocurrió con los ulisistas. La lealtad de Eviel Pérez Magaña, fue amarrada al nombrarle inicialmente coordinador general de la campaña de Alejandro y, luego subsecretario de Desarrollo Social y Humano. acompañado de.
Samuel Gurrión Matías fue nombrado coordinador de la campaña permanente y será diputado local plurinominal en tanto al coordinador de la diputación federal oaxaqueña, el ulisista Antonio Amaro Cancino, se le otorgó la dirigencia estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC).
La lealtad y disciplina partidista de Alfonso Gómez Sandoval Hernández será premiada con un alto cargo en la Secretaría de Educación Pública (SEP) a invitación personal de su titular, Aurelio Nuño Mayer, por impulsar la Reforma Educativa en Oaxaca.
Otro tanto, ocurrió con Martín de Jesús Vásquez Villanueva, quien también a invitación personal del secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade Kuribreña, fue nombrado delegado de Sedesol en Oaxaca.
El ‘piñatazo’, también benefició a los otros aspirantes a la candidatura a la gobernación de Oaxaca. Mariana Benítez Toledo, fue nombrada secretaria general del Comité Directivo Estatal del PRI al lado del ulisista-muratista, Alejandro Avilés Álvarez.
@efektoaguila