DETRÁS DE LA NOTICIA: Bárbara García disputará alcaldía capitalina a Toño

0
329

Por Alfredo Martínez de Aguilar

A partir del actual proceso electoral, las mujeres han metido en serios aprietos a los  machos de la partidocracia. Es ya obligación legal en materia electoral la paridad en las candidaturas.

Empieza a terminar así la cultura política del patriarcado. Y con ello prácticas viciosas y perversas como “Las Juanitas” o su postulación en espacios sabidos de antemano perdidos.

Las mujeres han rebasado ya la simple cuota de género. Inician el arribo a la paridad, que más que equidad, es un acto de estricta justicia. Ya no estarán atrás de los hombres, sino al lado.

Es, ciertamente, un gran reto para las mujeres, quizá el mayor que han enfrentado a lo largo de la historia de su participación política, desde que se reconoció su derecho al voto en 1953.

El 17 de octubre de 1953 apareció en el Diario Oficial de la Federación el decreto que reconocía que las mujeres tendrían derecho a votar y ser votadas a los puestos de elección popular.

Desde 1954 la mujer obtuvo el derecho a votar. El 3 de julio de 1955 fue la primera vez que votan en las elecciones federales para integrar la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión.

Han tenido que transcurrir más de medio siglo, 62 años para ser precisos, para que las mujeres mexicanas den otro gran salto histórico hacia el pleno respeto a sus derechos ciudadanos.

No todo es miel sobre hojuelas. Los representantes de los 10 partidos políticos ante el Consejo General del IEEPCO aseguran que los criterios “impuestos” para cumplir con la paridad (horizontalidad, verticalidad y tablas de competitividad) judicializará el proceso electoral en los 153 municipios donde se renovarán autoridades, porque se estarían violentado los derechos político electorales de los varones.

Lamentable y dolorosamente, no hay peor enemigo de las mujeres que las propias mujeres. Así lo prueba la demanda de la representante del Partido Movimiento Ciudadano ante el IEEPCO.

Ana Karen Ramírez Pastrana, sostuvo que no hay ninguna normatividad en la legislación político-electoral que dé sustento a la exigencia del IEEPCO de cumplir con el criterio de verificación para el registro de candidatas y candidatos por partidos políticos, mediante tablas de competitividad y que obliga a los partidos a establecer tablas de municipios competitivos y menos competitivos.

La representante del Partido Movimiento Ciudadano (PMC) sostuvo que, además, el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO) está trastocando el derecho de los partidos políticos a decidir de manera interna quienes serán sus candidatos o candidatas.

Ramírez Pastrana aseguró que “allá afuera lo dijo el representante del PUP, dijo que las mujeres son muy buenas para exigir sus derechos pero una vez que los tienen no los ejercen”.

Y coincidió con otros representantes de partidos al afirmar que el IEEPCO se está metiendo en los procesos internos de elección que realizan los partidos, es un vicio de imposición.

“Vayan a conocer la realidad…no se trata de cumplir con un capricho, las mujeres no quieren participar”, reiteró la representante del PMC señaló que la responsabilidad caerá sobre los consejeros del IEEPCO.

En tanto el representante del Partido Unidad Popular (PUP), Jesús Nolasco López, afirmó que “la paridad no puede estar por encima de la democracia”, y aseguró que “si alguna mujer se sienta ofendida porque se le negó el registro, tiene derecho”; pero, apuntó, que si no participan las mujeres, no puede negarse el derecho a los hombres.

“Ellos tienen un liderazgo, hacen gestoría…pero ellas se la han pasado en hogar”, aseguró sin empacho alguno el militante del PUP.

A partir de este contexto general reviste singular importancia la disputa que enfrentará la maestra Bárbara Chávez García como candidata del Partido del Trabajo contra José Antonio Hernández Fraguas por la presidencia municipal de la capital oaxaqueña.

En la contienda entre el PT y el PRI terciará el candidato de Morena, Oswaldo García Jarquín, cuyo partido seguramente desplazará al PRD de la segunda posición que había mantenido como fuerza política en Oaxaca.

Todo parece indicar que la candidatura del hotelero Sergio Bello Guerra enviará al sótano del cuarto lugar como fuerza electoral al Partido Acción Nacional. Mucho influirá en ello su imposición frente a dos mujeres panistas mejor posicionadas electoralmente, Leslie Jiménez Valencia y Alejandra García Morlán.

Agrava la ya deteriorada imagen del PAN la auto imposición de su dirigente estatal, Juan Iván Mendoza Reyes, misma maniobra que ha sido impugnada por los propios panistas, quienes podrían abandonar las filas blanquiazules y sumarse a otro instituto político.

Toño Hernández Fraguas sabe mejor que nadie que Bárbara más que feminista, defensora de los derechos de las mujeres, es un hueso duro de roer, cuyos permanentes cuestionamientos de la entonces Regidora de Equidad de Género, padeció en carne propia, durante el trienio 2007-2010 en el que se desempeñó como alcalde capitalino.

La también catedrática universitaria es mujer de ideas que privilegia ante todo el debate, lo que daría un enfoque diferente a la campaña por la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez al elevar el nivel de la misma con la confrontación de propuestas positivas, claras y concretas.

La activista por la paridad de género cuenta a su favor con el apoyo de  los miembros y sus familias del Consejo Ciudadano de Formación y Cultura Autogestiva, así como del Canal de Televisión Gente Libre, lo que da un sesgo más interesante a la disputa por la alcaldía capitalina con Toño Hernández Fraguas.