Las heroicas candidaturas independientes en el juego que todos jugamos

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Por Rodrigo Islas Brito

¿Porque la gente se queja tanto de los partidos políticos, de su corrupción, de su opacidad, de su abandono de su papel como verdaderos representantes del pueblo, y aun así sigue votando por ellos?.

Se le cuestiona en entrevista al analista y asesor político, Rodrigo Pacheco Peral, quien responde que para él, “más que el sistema el asunto de los partidos políticos es una cuestión cultural, es un juego que todos jugamos”.

Pacheco observa que las personas que dominan las elites políticas en México no consiguen realmente lo que quieren, y que en el fondo están tan insatisfechos como la ciudadanía.

“Como sociedad no hemos llegado a punto de aspirar siquiera a cambiar las reglas del juego, por desidia, porque la costumbre puede más y porque al final es más fácil”.

“Porque la cultura aquí no es que será el trabajo y el esfuerzo los que al final te llevaran a tener algo, sino tener contactos, con la lógica de hacerte rico antes de cumplir los 25”.

“La lógica en México me parece que siempre ha sido un  no me gusta el juego, pero cuando me toque,  me va a empezar a gustar”.

“Estamos en una sociedad donde la política, a pesar de la corrupción y el desencanto, es lo más importante, al menos en la vida en sociedad, con el que maneja el dinero, el que maneja el poder, el que maneja la prensa”.

El autor del blog Intención política emite entonces a este respeto un dictamen sobre las candidaturas independientes del actual proceso electoral, todavía a ser sujetas a ser definidas por el IEEPCO, sobre cuales cumplieron los requisitos pedidos y se definieron finalmente como tales.

“Muy pocos candidatos independientes tienen la oportunidad de ganar, en Oaxaca al menos. Oaxaca tiene arriba de dos mil asociaciones civiles, es decir una participación ciudadana a niveles altísimos”.

“Aquí todo el mundo es pueblo, pero al mismo tiempo todos son súper corporativos. Todo el mundo pertenece a un partido político, o a un sindicato o tiene una plaza. Por lo que no es raro que no haya candidatos independientes fuertes con asociaciones civiles tan activas”.

Peral sostiene que será difícil ver a muchos candidatos independientes en la boleta, debido a las  trabas de requisitos que les ha impuesto el mismo órgano local electoral, el IEEPCO.

“En algunos municipios conturbados creo que si pueden competir, donde las lógicas locales van a estar muy aisladas de los comités estatales de los partidos, quienes no van a tener en su orden del día por ejemplo revisar la elección en Mitla. Ellos estarán viendo ante todo qué onda con la elección estatal”.

 En las candidaturas a diputaciones locales, el análisis de Peral también ve difícil que pueda ganar independiente.

“Hay activistas del tipo de Pedro Kumamoto, y otros que competirán con un historial partidista detrás. Donde hoy todos son Broncos”.

“Las candidaturas independientes no son la panacea, no van a cambiar el sistema en diez años, eso son procesos largo. Lo que están haciendo es quitarle el monopolio de la candidaturas a los partidos políticos, generando una vía limitada, muy difícil, con muchas trabas”.

“Pero si está abriendo una ventana para que los partidos políticos vayan perdiendo fuerza como institución, no las corruptelas, no las elites, no los grupos, pero si los partidos políticos como imagen de institución ante los electores”.

Pacheco observa que no habrá muchos candidatos independientes que puedan superar el cuatro o cinco por ciento, que los que lo hagan serán ejemplo de ejercicios  sorprendentes y heroicos.

“Cualquier participación ciudadana es positiva. Las candidaturas independientes están avanzando tanto que ya hasta doce o trece legislaturas locales del país han puesto trabas para que estas no pasen”.

Del regreso al juego estéril sociedad –política- resultados, el entrevistado considera que los mexicanos  nos la vivimos encerrados en el así son las cosas y en el así nos tocó vivir.

“Un fatalismo casi heredado, sin posibilidades de desaprender. Hay un desencanto muy fuerte, pero no nos hemos atrevido verdaderamente a generar soluciones. Como sociedad no nos hemos enfocado en generar alternativas”.