Por Reforma
Cd. de México.- El 43 por ciento de los municipios del País le debe al Servicio de Administración Tributaria (SAT).
De acuerdo con una revisión de las listas del fisco de contribuyentes incumplidos, mil 60 municipios en México tienen adeudos en firme con el fisco.
RREFORMA publicó en septiembre del año pasado que en las listas había 249 municipios morosos, por lo que en casi siete meses el número de ayuntamientos deudores creció 325 por ciento.
En la lista aparecen Anáhuac y Guadalupe, Nuevo León; Chilpancingo y Acapulco, Guerrero; Cuernavaca y Cuautla, Morelos, y Matamoros,
También están los Ayuntamientos de Ocotlán, Jalisco, y Tlalnepantla y Ecatepec, Estado de México, entre otros.
El listado del fisco no incluye los montos de los adeudos, pero, de acuerdo con especialistas, alcanzan varios miles de millones de pesos.
El SAT señaló que los municipios están exhibidos por no haber enterado el Impuesto sobre la Renta (ISR), que retuvieron a sus trabajadores.
Armando Portugués, Alcalde de Tultepec, Estado de México, reconoció que su Ayuntamiento es uno de los deudores y en la misma situación hay varios cercanos.
“En nuestro caso, el adeudo que tenemos con el SAT es de alrededor de 2 millones de pesos. La deuda se generó desde la Administración pasada y es por retenciones en el ISR que no se enteraron”, dijo.
Portugués agregó que una “ventaja” de deberle al fisco es que, a diferencia de los adeudos con la CFE o algunos organismos de agua, el SAT no se cobra directamente de las participaciones que reciben.
Para Marco Cancino, director general de Inteligencia Pública, los adeudos de los municipios con el SAT son reflejo de una mala administración financiera en los ayuntamiento y falta de capacitación de los funcionarios.
“Muchos de los adeudos con el fisco se generan en cambios de gobierno, cada tres años, cuando los nuevos funcionarios asumen sus nuevas funciones, pero no cumplen con las obligaciones”, dijo.
Los municipios, además, se confían en que el fisco no es demasiado incisivo con el cobro de adeudos al propio Gobierno y, cada cierto tiempo, incluso, reciben moratorias.
