Por Excelsior
La Iglesia católica de México apoya el uso medicinal y científico de la mariguana en el país; sin embargo, condena que se busque aumentar de 5 a 28 gramos la portación personal de la yerba, pues argumenta que traerá más adicción y violencia.
En su primer acercamiento con medios de comunicación, el nuevo secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el obispo Alfonso Miranda Guardiola, apuntó, además, que no perciben que la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto esté acompañada de un marco legal y social concreto, pues sólo prevé quitar lo punitivo al tema, pero no implementar programas sólidos de rehabilitación y prevención.
“Si ya con el alcohol tenemos tantos problemas, ahora con esta liberación de la droga, ¿qué significa 28 gramos de mariguana?: estar unidos en una cena y cada quien pone sus 28 gramos y ahora sí vamos a compartir, ¿y eso a qué lleva?, solamente a una degradación humana. La Iglesia no puede permitir eso”, dijo ayer en la CEM.
El obispo auxiliar de Monterrey reconoció que la tarea no sólo es de las autoridades, sino también de la sociedad e Iglesia, evitar que la permisibilidad de mariguana aumente los problemas sociales, afectando a los jóvenes y niños.
Habló también de la propuesta de liberar a personas presas por portar menos de 28 gramos. Cuestionó: “¿Quién los va a rehabilitar? ¿Cómo vamos a atender este problema social?, ¿así como hay alcohólicos, teporochos que andan por ahí en las calles también va haber drogadictos por las calles y la ciudad expuesta?, ¿a qué?: más asaltos, más violencia, más problemas.
“¿Eso quién lo está atendiendo?, ¿cómo?, ¿sólo se va liberar (a los presos), y ya?, es todo un marco, ¿ya se previó ese marco?, o nada más se permitirá el uso”, expuso.
El jerarca católico aclaró que la Iglesia está en favor de no poner en el terreno punitivo a los consumidores, pues se debe diferenciar entre ellos, y los que la trafican.
