En diálogo CNTE – SEGOB debemos estar incluidos todos: Humberto Bezares

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Rodrigo Islas Brito.

“La afirmación de que el Estado tiene el derecho de aplicar el uso legítimo de la fuerza, por el solo hecho de ser Estado, es totalitarismo”.

Humberto Bezares, Profesor investigador de la UABJO y analista político define así en cierta forma lo que actualmente está sucediendo en Oaxaca, con nueve muertos registrado en hechos violentos el  domingo pasado en Nochixtlan y una negociación entre SEGOB y la CNTE a celebrarse este lunes para que estos no se sigan dando.

“La tragedia misma ya es suficiente. Vemos una gran cantidad de mentiras, de verdades a media, donde el primero que las propicia es el gobierno”.

Bezares habla de las fotos de policías federales apuntando en Nochixtlán y la negación de SEGOB que hubo armas y de que esas armas que nunca estuvieron, mataron a nueve personas

“Invita a  la duda, a saber que algo está muy podrido allá adentro. En Oaxaca hoy hay miedo, calles muertas, una sensación de la gente de que algo muy grave viene”.

Bezares considera que el gobierno mexicano por característica tiene muy poco tacto para reaccionar ante acontecimientos de este tipo.

De Aurelio Nuño el secretario de educación pública, de que con su discurso a la Margaret Thatcher  de los ochentas, de que la reforma educativa es irrebatible solo ha logrado traer más caos y hasta muerte.

Recuerda que la reforma estructural  de Thatcher en el Reino Unido fue en realidad una mera campaña para desaparecer los sindicatos, y lo logró, quizá paradójicamente, “porque los sindicatos ingleses eran menos corruptos”.

“El gobierno mexicano desde su descomposición interna, tratar de resolver la descomposición de otros sectores, y esto es tarea imposible”.

Hoy curiosamente Inglaterra ha votado en mayoría por su salida de la Unión Europea, con los ingleses pobres avocados a un nacionalismo desesperado.

“Políticas como las propuestas e implementadas por Thatcher hace treinta años solo agrandan la desigualdad social”.

Del regreso al caos social que actualmente define a 0axaca, Bezares considera que “el gobierno es del principal responsable de todo lo que está pasando, pero también el magisterio ha actuado muy irresponsablemente, ellos conocen al enemigo, saben que es intransigente, agresivo y que puede desplegar esa clase de fuerza”.

Se refiere a la ley de las zonas económicas especiales, que entra el próximo año en la totalidad del estado de Oaxaca, específicamente en el Istmo de Tehuantepec.

“Ya no se discute si la inversión extranjera es buena o mala, lo cual se puede analizar en cada caso. Sino que esta medida abiertamente atenta contra los derechos de propiedad comunal. Le están echando más leña al fuego, con gente de muy escasos recursos que distinguen ya un muy claro fracaso del gobierno”.

“Es ingenuo quien habla de acudir a vías civiles para hacerle frente a estas cosas, como si las vías civiles en este país en realidad estuvieran abiertas para todos. Todo es parte de un proceso de desigualdad, mientras haya un pequeño grupo muy rico y una gran mayoría muy pobre, es imposible que esto, el país, funcione sin violencia”.

Humberto considera que la violencia no empezó en Oaxaca por el pueblo instalado en su resistencia irracional.

“No, empezó por mover este tipo de políticas privatizadoras un una realidad que no tiene esa cohesión divisionista que estas requieren”.

De los beneficios que vendrán  de las zonas económicas y de la privatización todo terreno, Bezares asegura que aún hoy, “no hay evidencias de que estas vendrán, y si vienen, vendrán para muy poquitos”.

“Todas estas políticas llevan como primicia y están construidas para ayudar a los privilegiados y que estos arrastren a los demás. Como una economía de goteo, que al final es una falacia económica”.

“Cuando el gobierno dice que no es el magisterio, sino organizaciones civiles extremistas las que están detrás de los muertos del domingo, no se están dando cuenta de que están  aceptando que el problema es mucho más grande”.

“El gobierno debió saber que sus reformas estructurales no se las iban a aceptar nada más porque si, por decreto. Hoy quienes alegan un uso legítimo de la fuerza por parte del estado, lo hacen con teorías de Thomas Hobbes que vienen de hace seiscientos años”

“Donde se habla de la necesidad de un estado autoritario que haga valer el derecho. Pero si el estado no tiene legitimidad, no puede ser legítimo el uso que haga de la fuerza pública”.

Bezares pasa saliva y declara que lo que hay hoy es una ceguera de los políticos mexicanos sobre el piso de arena en el que están parados.

“Como lo mostraron con la ley anticorrupción, 3 de 3, de la que dijeron aplíquenselas a todos, menos a nosotros”.

“Se están abrogando una soberanía sobre su absolutismo, cuando cien años después de Hobbes, Rousseau dijo claramente que la soberanía está en el pueblo, no en el gobierno. Y eso es lo que no quieren entender”.

“Yo invitaría a los políticos mexicanos a una de dos, a que acepten su totalitarismo y que  hablen en consecuencia, y que es lo que está haciendo el actual gobierno federal, o que se vuelva democráticos como tal”.

“Acá el problema es que son totalitarios al actuar, pero aún se siguen vendiendo como democráticos”.

¿A donde nos va a llevar este doble discurso como país?, se le pregunta al catedrático, quien afirma  que ojala pudiera saberlo, pero que seguramente a ningún buen lugar.

“Ahora lo que urge es que se empiece a dar la participación social, esa tercera parte de la ecuación donde ya no está ni el gobierno, ni magisterios ni organizaciones sociales”.

Bezares dice que la ciudadanía oaxaqueña no puede seguir siendo espectador como si su futuro fuera el final de una película que alguien más le está contando.

“La ciudadanía tiene quitarle de alguna manera el aparato del poder a los políticos, pero también reconocer que la formas violentas no son la salida. El cambio rápido que promete la violencia, la revolución también es falaz”.

“Para muestra  por ejemplo la Revolución Francesa, en caso de que llevaran a un Rosseau, a un Voltaire , a alguno de los ilustrados al poder , no , terminaron llevando a Robespierre. Al final en estos movimientos no queda el mejor, sino el más cabrón”.

“En la Revolución mexicana no quedaron al final ni un Madero ni un Vasconcelos, sino un Plutarco Elías Calles”.

En el esfuerzo de la repartición de broncas, Bezares dice que los empresarios oaxaqueños se están viendo afectados por el conflicto,  y tienen razón en decirlo. “A todo hay que darle su justa dimensión”.

De los acontecimientos sangrientos y trágicos del domingo pasado en Oaxaca, el entrevistado afirma que se queda con las imágenes hechas públicas en algunos medios, de policías que van avanzando y rompiendo parabrisas.

Del magisterio oaxaqueño dice que “le hace falta ser más inteligente y no solo estar acudiendo a tácticas de huelga que seguro funcionaban perfectamente cuando estaban coalicionados con el gobierno , e iban a plantarse al zócalo para conseguir un aumento”.

“Pero que se rompió con el gobierno de Ulises Ruiz, el seguir insistiendo en esos mecanismos cuando la realidad cambio  tan drásticamente, me parece un error”.

De la sección 22 y la CNTE oaxaqueña, Bezares recuerda que “su poder surgió del gobierno”, “que la corrupción que arrastra  está ahí desde su misma génesis”.

Mesa de dialogo CNTE –SEGOB que viene este lunes, el analista insiste en que esta y las que vengan “deberían ser públicas y no con arreglos por debajo de la mesa”.

“Con propuestas claras y con propensión a ceder. ¿Qué clase de mesa dialogo puedes dar cuando dices vamos a negociar, pero no se va a negociar nada?”.

El entrevistado dice que si se exigen públicas las cuentas del gobierno, también debe ser lo mismo con las del sindicato de la sección 22.

“Que haya claridad para todos. El problema con estas leyes que se discuten es que quieren que se apliquen a los demás, pero no a uno mismo. Ya desde ahí son un fracaso las negociaciones.

“Si no hay una disposición a ceder no puede haber dialogo. Debe incluirse ya en este dialogo a la sociedad y a todas las  partes posibles, esto no nada más ya un problema entre magisterio y gobierno”.