Oaxaca, La Gran Señora del Sur, es mágica y hechicera. La Nueva Antequera es un mundo al revés. Tierra de brutales contrastes entre miseria y opulencia. Vastos recursos que no detonan el desarrollo. Hacen más ricos a los ricos. Justicias e injusticias al por mayor
En Oaxaca pasa todo y no pasa nada. “Estábamos mejor cuando estábamos peor”. Apostilló para la posteridad el Padre Guerrillero UVI, Romualdo Francisco Wilfrido Mayrén Peláez. Eran los momentos más álgidos del incendio de Oaxaca por los Nerones de 2006.
A su estratégica ubicación geopolítica, Oaxaca suma ser laboratorio y arena política nacional.
Desde la década de los 70, es arena y campo de batalla por el rumbo del proyecto de nación. Lucha de clases en permanente choque con el capitalismo salvaje de la globalización.
Sus más destacados políticos han contribuido a la definición de los candidatos presidenciales. Es consecuencia lógica y natural del talento y/o genial perversidad de los oaxaqueños. Alejandro Murat más que Gabino Cué contribuirá con su trabajo a jugar este juego.
Aunque han jugado en las grandes ligas nacionales, ciertamente, algunos políticos oaxaqueños no han sido tan ilustres. De ello, dan cuenta las páginas negras de la historia de Oaxaca. Ahí están los casos paradigmáticos de Heladio Ramírez López y Ulises Ruiz Ortiz.
Obligado es este recuento histórico para entender la trascendencia nacional del desenlace del conflicto magisterial. En Oaxaca, se libra la madre de todas las batallas contra la CNTE. El problema mayor para los oaxaqueños es que esa lucha es moneda de cambio político.
Ocurre de esta manera porque Oaxaca será la medida del éxito o fracaso de la Reforma Educativa. Y con ello, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, se juega la candidatura presidencial contra la CNTE. La Reforma Educativa será quizás su tumba.
A la luz de esta realidad política el Cártel de la Sección XXII no termina de entender que con su escandalosa corrupción mató la gallina de los huevos de oro. De ahí su obsesión por reeditar el conflicto de 2006. Es su mayor apuesta en el tablero de la sucesión presidencial de 2018.
En tales condiciones, es muy importante que los organismos de inteligencia civiles y militares identifiquen plenamente a los políticos y empresarios que les apoyan y financian sus acciones subversivas. La movilización de miles de activistas cuesta mucho dinero.
Sus nombres no son ningún secreto de Estado, incluso, para los ciudadanos de a pie. Han sido mecenas de la izquierda radical desde la década de los 70, hace ya 46 años. Han hecho enormes fortunas a lo largo de casi medio siglo. Un gran negocio ha sido el outsourcing.
Oaxaca es nuevamente rehén de la sucesión presidencial adelantada. El Mesías Tropical Manuel Andrés López Obrador (MALO), a través del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se montó ya en el conflicto magisterial. Y no lo soltará.
En la cresta de la ola, también aparece maniobrando perversamente el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Ambos buscan despeñar a toda costa a Aurelio Nuño Mayer, considerado delfín del presidente Enrique Peña Nieto.
Entretanto ¡Que se joda Oaxaca, otra vez, como en 2006! La frase de antología que retrata a plenitud la terrible realidad de Oaxaca, fue expresada por el periodista Ciro Gómez Leyva.
El gobernador Ulises Ruiz ya no está. Pero la violencia y la muerte sigue presente a lo largo y ancho de las calles y carreteras del estado. La CNTE y las organizaciones de la APPO siguen destruyendo Oaxaca impunemente.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirma que nunca dejará que se joda nuevamente Oaxaca. “Ni Oaxaca ni ningún otro estado. Estamos en pleno respaldo a los gobiernos estatales para que la ciudadanía viva en la tranquilidad y en las libertades que nuestra Constitución determina”.
“Nosotros vamos a seguir acatando esta discusión —la mesa con la Coordinadora—, es nuestra obligación y lo vamos a hacer de cara a la sociedad con mayores márgenes de transparencia para que puedan todos observar la acción, la actitud y la responsabilidad de este gobierno”.
Sin embargo, en Oaxaca continúan los bloqueos carreteros, se mantiene sitiada la refinería Antonio Dovalí Jaime de Salina Cruz, sigue el desabasto de tiendas de Diconsa y se empieza a normalizar la distribución de leche Liconsa; los empresarios denunciaban pérdidas por millones por la falta de turismo.
Las corridas del grupo empresarial del transporte ADO continúan suspendidas y el cierre de la supercarretera también, y las escuelas siguen sin clases desde hace una semana y en el final de un gobierno que no termina de morir y el inicio de otro, que no termina de nacer.
En este escenario el secretario de Gobernación asegura que no permitirá lo que ocurrió hace 10 años en 2006: que se jodiera Oaxaca, como hoy confirmamos que se jodió. Con justa razón, se concluye: Ya la jodieron una vez, que no la vuelvan a joder. Es lo menos que se debe exigir.
No obstante, la palabra de Osorio Chong ha sido desmentida por la cruda, cruel y descarnada realidad, al desayunarnos ayer con la infausta noticia que se otorgó libertad bajo fianza a Rubén Núñez Ginez y Aciel Sibaja, secretario general y de Finanzas de la Sección XXII.
Como es lógico y natural ello engalló a los dirigentes de la CNTE en Oaxaca. En la Asamblea Estatal, según los delegados sindicales, se discutió y se acordó que de ninguna manera habrá privilegios para ninguno de los detenidos y procesados, por lo tanto, “liberan a todos o no sale nadie”.
Es más, se dio a entender que les interesa más la libertad de los activistas y no la del dirigente seccional, por lo que se acordó una espera de tres días y después de la segunda reunión en la Secretaría de Gobernación se determinará si se acepta la propuesta del gobierno federal para liberar a Núñez Ginez.
También se confirmó que el dirigente magisterial fue trasladado anoche a una clínica particular luego de que sufrió una recaída por una enfermedad crónico-degenerativa que padece, lo que podría ayudarlo a seguir bajo proceso penal en reclusión domiciliaria.
@efektoaguila