Rodrigo Islas Brito.
“La mesa de Bucareli es una hábil maniobra de control de daños del gobierno federal y la “puesta en escena” de una demanda de acercamiento entre las partes pedida a gritos por todos los sectores sociales en México.”
Comenta Miguel Ángel Vásquez de la Rosa, activista e integrante de la mesa directiva de la organización EDUCA, sobre la reunión que en el transcurso de esta tarde sostendrán integrantes de la CNTE y el secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, como una especie de cese al fuego en el actual conflicto gobierno- magisterio-sociedad civil que ya reporta nueve muertos
“Seamos sinceros, el diálogo no lo propició la fuerza del movimiento magisterial, ni la voluntad política de Osorio Chong, éste fue posible “gracias” a los terribles acontecimientos en Nochixtlán Oaxaca”.
“A los errores cometidos, voluntaria o involuntariamente, por los mandos policiacos, y a los altos costos humanos que causaron dolor y muerte en familias humildes de Oaxaca”.
Sin embargo, de la Rosa apunta que el diálogo “es una buena señal para todos los actores y una oportunidad para retomar la vía política en la solución de la crisis”.
Dice que es una buena señal si lo que se busca es transformar el conflicto, detener la violencia y construir condiciones de paz y justicia.
“Si no se busca esto, el diálogo sólo será un mero pretexto para que cada uno de los actores busque sacar ganancia política de la tragedia”.
Para el defensor de derechos humanos y participante del conflicto social de la Oaxaca del 2006, el diálogo no debe partir de la omisión de los hechos.
“Grave sería que el diálogo sirviera al gobierno federal para lavarse las manos de la sospecha fundada que en Nochixtlán se cometieron violaciones a derechos humanos: ejecuciones extrajudiciales, tortura sistemática y detenciones arbitrarias”.
Ante el anuncio previo de Chong de que en el dialogo no se tratara la erogación de la Reforma Educativa, ni la liberación de los maestros presos de la CNTE, “porque eso no está en su carril”, Miguel Ángel considera que por principio de cuentas “el diálogo debe tener como razón de equilibrio una profunda investigación”, por parte de la Procuraduría y de organismos independientes, de los hechos violentos del pasado domingo negro.
“Hoy la atmosfera del diálogo está oscurecida y brumosa. La campaña impulsada desde las altas esferas del poder, utilizando a poderosos medios de comunicación, para desacreditar las causas del movimiento, para vincular a sus líderes con la guerrilla y para criminalizar a la vieja usanza a las organizaciones sociales, no hace bien al contexto en que se puedan dar las negociaciones”.
Miguel comenta que todo esto estorba y es un obstáculo para la eficacia de la mesa política. Además de que considera de que el rol del empresariado oaxaqueño en esta mesa de dialogo no es un asunto menor.
“El desabasto en Oaxaca y la afectación a la economía, se debe tomar como algo serio, pero no debe servir para pintar otra manchita más a la CNTE. La afectación económica en Oaxaca no es de ahora y el desabasto en las comunidades de alta marginación ha sido una constante. Programas de combate a la pobreza y de reactivación económica se han impulsado en el estado desde hace tres décadas y no se logran remontar los índices de marginación en Oaxaca”.
El activista asegura que en medio del desconcierto y la desinformación, el anuncio de la liberación del dirigente de la Sección 22 Rubén Núñez, mete una presión tremenda al diálogo. Incluso hasta el punto de buscar desfondarlo por la vía de los hechos.
“Estamos en una guerra desinformada, donde lo que priva es el estigma y la discriminación mediática. Estamos en un momento delicado, la construcción del diálogo está en riesgo, pero es tan sutil que no nos damos cuenta”.