En el conflicto social de Oaxaca, no hay héroes ni villanos: Darío Castillejos

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Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.

Oaxaca de Juárez. Darío Castillejos dice que de Nochixtlán y Oaxaca hoy “le sacan mucho al parche” para preguntarle, pero sin embargo a pregunta expresa comenta que en el actual conflicto, que hoy tiene a su estado con  saldo de nueve muertos en un operativo policiaco federal,  una negociación CNTE-SEGOB sustentada sobre bloqueos y un futuro que de tan incierto ya suena a película de suspenso, existe como en todo, “un antecedente”.

“Hay un caldo de corrupción que generó todo esto. Hay corresponsabilidades. Aquí no hay héroes y villanos. Todo se fue forjando en un sistema corrupto y autoritario que abusa todo el tiempo”.

En entrevista a raíz de la presentación de su libro Impresiones de un Mundo desdibujado, editado por Editorial Almadia, el caricaturista oaxaqueño (nativo del barrio de Xochimilco) con más de 25 años de experiencia en el cartón política da una primera definición sobre la simbiosis que según él define a  los hoy dos bandos en puga en Oaxaca, Sección 22 y gobiernos federal  y estatal.

“Cuando ponemos un espejo al poder, vemos todos sus vicios. Pero cuando volteamos a ver lo que ha formado el poder, tiene todos sus vicios”.

Darío considera que de las decisiones que está tomando el gobierno federal,  no debe sorprender que estas sean tomadas “desde un escritorio, en la ignorancia total”.

“¿A quién le puede sorprender que el gobierno no conozca lo que sucede en las comunidades? De eso no saben desde hace décadas, ese es su modus operandis”.

Castillejos opina también que “por supuesto no es cierto que el magisterio oaxaqueño sea todo el foco de la corrupción. Cuando la verdad es que el sindicato germinó en un ambiente corrupto de gobierno que lo fue formando “.

Aquí es donde Darío hace una pausa y lejos de molestarse porque lo primero que se le pregunta sea sobre el conflicto oaxaqueño actual y no sobre su libro, comenta que aspira a que exista una reflexión para quien ve sus caricaturas.

“Mi gobernante o representante se roba dinero y yo lo crítico por sus casas en Manhattan. ¿Pero yo que papel desempeño en esa cadena de corrupción? ¿Al estar apático la alimento? ¿Al participar en las dadivas y en las comodidades que ese sistema me ha acostumbrado, la vuelvo más fuerte?”

El caricaturista parece haber definido con sus preguntas las contradicciones que encuentra en el actual clima hostil que envuelve a su estado desde hace casi dos meses.

“Hay responsabilidad compartida. No se puede polarizar ni de un lado ni del otro. Hay que ser muy concretos. La reforma educativa es una reforma que se requiere pero sus instrumentos son inaplicables”.

El caricaturista llama a ejercer la autocrítica de los dos bandos, aun en aquellos que creen que toda la razón les asiste.

“El movimiento magisterial ha sido un vehículo para que salgan a flote las inconformidades que se han acumulado entre la gente por décadas. Por eso cuando llega la policía a reventar un bloqueo en Nochixtlán levantado por los maestros, pero apoyado por gente de la misma población, la situación estalla”.

“El gobierno no entiende que al menos en Oaxaca los palmazos en la mesa no funcionan, no en un pueblo tan lastimado y que debido a esto se ha convertido durante décadas en botín fácil para los políticos”.

“Si el gobierno insiste en tildar de malos a aquellos que se engendraron en su propio sistema, nada bueno va a venir”.

Castillejos habla entonces de Impresiones de un Mundo Desdibujado, compendio de esa caricatura tan suya que “busca deformar y exagerar una realidad, que ya de por sí está bastante deformada”.

“Se empiezan a perder ya los límites entre la realidad y la caricatura, de repente ya no sabemos donde todo es broma o todo es la realidad”

Con toda una vida de dibujar, Castillejos comenta que los cartones de este libro exploran todo tipo temáticas nacional e internacionales

“No solo existe el cartón político, el humor gráfico tiene muchas variantes. A mí la caricatura personal es uno de los géneros que más me gusta”.

“Porque ahí la manera de criticar es deformar al personaje sin un texto, de interpretar la realidad a través del dibujo, donde se puede ver tanto al que gobiernacomo al que es gobernado”.

“Elegimos cartones que comprenden mi trabajo del año 2 mil al presente, donde empecé a hacer un poquito máscartón global, atemporal, cuya vigencia no venciera con un cambio de sexenio”.

Darío cita los cartones de su admiradísimo Rogelio Naranjo, como ejemplo de la idea y el tazo solido siempre seguirá siendo vigentes

“Porque el poder siempre conserva sus mismos vicios. El poder nada más cambia de protagonistas pero en el fondo sigue produciendo los mismos males”.

En uno de los cartones del libro parece el hoy candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, el millonariazo Donald Trump, con una pose y una actitud que parecen profetizar que la nación más poderosa del mundo terminará, sino es que lo está ya, por convertirse en una tierra cultivadora del odio y la xenofobia más destructora.

“El humor es un lenguaje universal, una herramienta para transmitir ideas. ¿De repente te pones a pensar cómotratar un tema como Ayotzinapa, o como referirte ala violencia sexual contra la mujer?

“Son difíciles pero no por ello intratables. De Ayotzinapa no hacemos escándalo del evento trágico en sí , sino de toda la serie de omisiones que se tejen alrededor y que ponen todo surrealista , la apuesta siempre del gobierno es el olvido  y que el caso, el que sea,  se pierda en un mar de burocracia interminable”.

El caricaturista oaxaqueño opina que para el humor no hay límites, que en México, donde en otros lugares la muerte produce escalofríos aquí produce risa.

“Será porque históricamente estamos familiarizados con la tragedia. En Méxicono cuesta tanto trabajo hacer humor, los políticos te ayudan bastante, se esfuerzan cada vez más en perfeccionar su humorismo involuntario”.

“Carlos Salinas de Gortari en su momento trascendió a la caricatura y se convirtió en folclor, en sinónimo del Chupacabras. Y entonces luego vino Vicente Fox, y la caricatura ascendióal poder, Fox es la caricatura que llega a ser presidente, con lo que queda claro que el futuro del humor en México es eterno”.

El entrevistado refiere que le “molesta la mentira, la soberbia, la distancia que toma el poderoso respecto al no poderoso”

 “Me molesta que se pierda la virtud de no ser vulnerable. Con políticos que sienten que nada los puede tocar, que tienen la verdad absoluta y que todo lo puede imponer a capa, fusil y espada”.

“Cuando el poder llega y no hay un contrapeso moral de ningún tipo, entonces es cuando nace esa soberbia de no escuchar. Reímos de lo que dicen los políticos, pero detrás también lloramos nuestra tragedia, es un asunto muy sadomasoquista”.

Del futuro Darío Castillejos se declara “un pesimista”.  Dice que “el cambio no va a venir del poder”.

Que “lo que se debe agitar ya son nuestras conciencias. La autoridad moral se debe empezar a cimentar desde nosotros mismos

“El político no va a decir, como me caricaturizaron voy a dejar de hacer mis transas. No en lo absoluto, eso nunca va a pasar. Lo que a mi realmente me importa es lo que diga el ciudadano”.