Gota a gota, Fernando Ortiz se deleita con el dulce sabor de las letras  

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Oaxaca de Juárez. Cada año, hermosas mujeres presentan “Flor de Piña” en la tradicional Guelaguetza, en la rotonda de las Azucenas, que al unísono con la música elevan el fruto para agradecer a la madre tierra la abundante cosecha de la región de la Cuenca del Papaloapan.
 Fernando Ortiz Vásquez, es una de las personas que ha dedicado su vida al cultivo de esta deliciosa fruta y los conocimientos que posee se lo transmitieron los demás agricultores, ya que por muchos años, careció de instrucción académica, hasta que hace un año decidió incorporarse al Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA).
 “Me di cuenta que mis compañeros generaban más dinero y a mí siempre me faltaba, pues una vez que iniciaba la siembra me preguntaban cuántos millares de matas de piña había plantado y yo no sabía nada de matemáticas, por eso me daban lo que querían. Pero como en todos lados hay gente buena, siempre nos ayudamos; un compañero que trabajaba en los mismos terrenos que yo, me dijo un día –trae un lápiz y cuaderno porque te voy a enseñar los números-.
 Al ver la utilidad del estudio, el señor Fernando se esmeró en su aprendizaje, además de que su hija Norma se convirtió en asesora, enseñando a los demás agricultores que no sabían leer y escribir o tenían inconclusa la educación básica.
 Relata que en cuanto aprendió a escribir y realizar las operaciones básicas, anotaba el número de plantas por cada parcela que sembraba y calculaba el pago que le debía de hacer por el trabajo realizado, exigiendo el pago completo y justo.
 “Los libros que nos dan en el IEEA son muy interesantes y nos ayudan en el trabajo y la familia, desde que inicié le puse muchas ganas al estudio y ya me dieron mi certificado de primaria hace cuatro meses. Se siente uno bien contento de tener mi papelito, hasta mi hijo que es ingeniero me felicitó porque aunque sea ya grande aprendí a leer y escribir”, expresa con una sonrisa en el rostro.
 Explica, que tuvo que organizar sus actividades para poder estudiar, ya que el trabajo del campo es absorbente y no se puede descuidar. El cultivo de la piña lleva diferentes procesos desde la siembra hasta la cosecha.
 En medio del terreno lleno de pencas de piña, cuenta que desde hace más de 30 años decidió dedicarse a sembrar esta fruta en pequeñas proporciones de tierra para solventar los gastos familiares.
 Gracias a las asesorías y los libros que le proporcionaron en el Instituto Estatal de Educación para Adultos, Fernando Ortiz ya sabe hacer cálculos para la compra de herramientas de trabajo y la venta de los deliciosos frutos. El precio de la piña depende de la oferta y la demanda en la región, además del tamaño del producto.
 Don Fernando explica que en Loma Bonita se producen 4 variedades de piña: Cayena, Piña miel, Champaka -la más jugosa- y Esmeralda, de forma redonda, que a su gusto es la más sabrosa por lo dulce y su agradable consistencia.