Tres respuestas al ¿para qué diablos sirve la poesía en este mundo tan jodido?

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Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.

Oaxaca de Juárez. ¿Para qué diablos sirve la poesía en esta Oaxaca bloqueada, de ocho muertos por operativo policíaco y confrontada hasta el tuétano en dinámicas de eterno agandalle del tipo aquí solo mis chicharrones truenan?

Se les pregunta a Careli López-Falfán, Oscar Sandoval y Edith Espino, integrantes junto con Abdías Iván Ramírez (quien por cuestiones de trabajo no pudo estar presente durante la entrevista) del colectivo Cien mil poetas por el cambio Oaxaca.

“Somos un grupo de asesinos dedicados a convertir un paraíso“, Sandoval ha retomado palabras del poeta chileno Raúl Zurita, quien vivió los procesos sangrientos de la infausta dictadura militar  de Augusto Pinochet.

“Para mí eso es la poesía. Es buscar amor donde no hay amor, paz donde hay guerra. El mismo caos nos abre una posibilidad a partir del lenguaje, con el que se pueden cambiar dinámicas y estructuras mentales”.

El poeta considera que el lenguaje como herramienta de cambio es sumamente potente, pero que nunca hemos querido como sociedad darle la importancia que realmente tiene.

“Con la palabra podremos formar una nueva estructura de pensamientos y restructurarnos como raza y como seres humanos, como personas. Mostrar poesía y compartir poesía”.

Careli opina que independientemente de lo que creamos o no que es la paz, debemos darnos cuenta de que todo lo que hacemos va a generar una acción y como consecuencia la posibilidad de ampliar nuestro horizonte.

“Debemos  encontrar los contenidos de cada palabra, aquella que nos da un referente, que nos crea un espacio de reflexión, y ese es el punto en el que yo creo en la poesía”.

“Que el lenguaje performa, nos hace creer, existir, que estamos hechas y hechos de palabras. Desde las palabras construimos nuestra acción política, todo en esta vida es una acción política, el detalle está en cómo queremos vivirla”.

Edith por su parte está de acuerdo en el uso de la palabra como una acción. “Con el lenguaje afectas y concientizas, la poesía nos sensibiliza, toca nuestras propias puertas y las de los demás”.

Espino habla entonces de los talleres inclusivos sobre poesía que el colectivo está dando y gestionando, y sobre festival autogestivo e independiente del que forman parte.

“Es el tipo de festival que yo hubiera esperado en los tiempos cuando empecé a escribir” dice Sandoval y habla sobre el slam de poesía titulado Guelaguetza Poética que el colectivo ha organizado y que se llevará a cabo este mismo sábado en la Casa de la Ciudad a las siete de la noche.

“Está planeado con la idea de que los jóvenes no se aburran con lecturas solemnes de esas en la que ya se están durmiendo a la media hora”.

“Si no existen las cosas hay que hacerlas” agrega, a lo que Falfán recuerda que un primer antecedente del colectivo  Cien mil poetas por el cambio Oaxaca en un proyecto poético que surge desde el 2011 en Estados Unidos,  como una respuesta a los diez años del once de septiembre del 2001 y la necesidad de ponerle nombre a la desgracia.

De los eventos del festival en marcha, Careli enumera talleres para niños, instalaciones de arte y  performances, pero el slam de este sábado al que le apuesta sus mejores vibras.

“La Guelaguetza poética fue llamada así por el espíritu del convite, de ir al Cerro y  compartir. Acá se compartirán letras, palabras, sensaciones”.

El colectivo informa que este es un slam de poesía donde toda la comunidad de poetas de Oaxaca ha sido invitada a participar. Donde interactúen poetas que apenas están empezando a escribir, con poetas ya reconocidos que ya llevan un rato haciendo cosas.

Como el “teórico” Alan Varga y su obra Mutar a uno mismo, o el”underground” Oscar Tanat con su voz resonante y su poesía de romper crismas.

“Por el tema de la poesía y el cuerpo, se hará una pintura en vivo del francés Alex Trunkuey” informa Sandoval asegurando que la intención del slam  es el mirar a las voces que están convergiendo en Oaxaca, desde una poesía súper romántica hasta una poesía  de protesta y de este mundo es una mierda.

Careli dice que habrá un reconocimiento y un pequeño lote de libros para el ganador, de los participantes Oscar dice que “serán 20 , pero nos gustaría que fueran más”.

Edith habla entonces de un taller impartido en la BS Biblioteca Infantil relativo a poesía infantil, que contó con la participación de pequeños de tres a diez años acompañados de sus padres.

“Fue muy bello, el llevar a gente que apenas está empezando a comprender el  mundo a empezar a contemplar otro espacios a través de la poesía”.

“Conociendo un mundo diferente, donde esas voces que generalmente no se pueden expresar tal cuales son, lo terminan haciendo”.

De vuelta al actual slam, Falfán dice que  lo que importa es mirar el lenguaje, ya sea través de lo visual, de las letras o del sonido. “Aquí todos vamos a aportar algo y a encargarnos de que esto no solo vaya en una sola dirección”.

Cuando al colectivo se le pregunta de referentes Edith habla sobre el libro que su hermano le regaló en segundo de primaria, Platero y Yo, con su “descripción de lugares que se atrevían a ver el mundo desde otra perspectiva, que transformaban a lo cotidiano en lo que realmente es: un universo”.

Sandoval se desencanta por la poesía oscura de Leonardo García Panero, paciente de psiquiátricos. “Panero no era lo que yo entendía por poesía, que era básicamente un amor, te quiero mucho. Pero Panero no solo habla de buscar sexo, sino de desflorar el alma y ensuciar el espíritu”.

Careli dice que en cuanto a referencias ella está hecha de todos los poetas y de ninguno. Asegura que para las referencias e influencias “hay que construirse con todos y destruirse también con todos”

De la solvencia de una actual medio cultural dependiente de un aparato cultural de estado que da becas como si fueran prebendas, Sandoval dice que para Oaxaca el mejor ejemplo de cómo miran los políticos a la expresión cultural está en las esculturas  de Fernando Andriacci que desde hace tres años han invadido el espacio público de la ciudad.

“Que son horribles y no aspiran a dialogar con nadie y con nada. Increíble que estén ahí teniendo tantos artistas plásticos tan buenos en la ciudad”.

A este respecto el poeta Sandoval dice que lo que hace el Estado con la expresión artística es “segmentarla,  guardarla, proteger a sus pequeños grupos y escoger producir lo que le conviene”.

“Ahí es donde entra la autogestión, donde debe apretar, y los grupos independientes hacerse más presentes que nunca. Pero en cambio pasa algo muy peculiar, con tal de asegurar su sobrevivencia en base al estado, el artista se hace más  pequeño, menos visible, mas a modo”.

El poeta define a la autogestión como ese “movimiento independiente para dialogar con el otro desde otra posición y desde otra circunstancia”.

Espino asegura por su parte a autogestión “no es un club, sino una diversidad que propone, que busca corrientes, metodologías y distintas formas a nivel artístico. El poder lo que quiere de la expresión y el arte solo es encapsularlos. La idea debe ser siempre no bajar la guardia”.

Careli piensa que las becas que no le han  dado es lo mejor que le pudo suceder. “Porque me permitió crecer de manera independiente y mejorar mi trabajo de escritura. Es una muleta tener becas cuando no te las has ganado con tu trabajo y tu esfuerzo”.

Para Falfán la autogestión es compromiso,  “entrega hacia lo que uno quiere hacer independientemente si hay  o no hay un premio de por medio”

“Debemos aceptar nuestros propios fracasos como oportunidades de crecimiento, solo así podrás reconocer tu trabajo y el trabajo de los demás”.