Duelo de versiones entre PF y heridos de Nochixtlán sobre lo sucedido el 19 de junio

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Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.  

Oaxaca de Juárez. Según versiones periodísticas, Enrique Galindo, Comisionado de la Policía Federal (PF), declaró a puerta cerrada en una reunión con legisladores federales de la Comisión Especial de seguimiento a lo acontecido en Nochixtlán, Huitzo, Telixtlahuaca y Hacienda Blanca, Oaxaca, el pasado 19 de junio, que los primeros caídos de los disparos de armas de fuego fueron policías federales.

Mariana Gómez del Campo, presidenta de dicha comisión informó que el jefe policíaco les “señaló que el primer lesionado por un arma de fuego en Nochixtlán fue un policía, que tras las agresiones a policías antimotines que no se encontraban armados fue que se dispuso la intervención de elementos armados de la Gendarmería”.

Esto se contrapone directamente contra el informe preliminar que sobre los hechos presentaron hace unas semanas un grupo de cinco organizaciones sociales, en el cual mediante un recabado de más de cien testimonios de pobladores de Nochixtlán y demás personas que fueron testigos de los hechos, se llegó a la conclusión de que fueron los policías federales los que dispararon directamente contra una población enardecida, en su intento de desalojo sobre el bloqueo magisterial que pobladores, maestros e integrantes de organizaciones sociales mantenían en ese momento sobre el entronque carretero que lleva a la Ciudad de México.

Según notas de medios como Proceso, Animal Político y La Silla Rota, entre otros  los policías heridos durante el enfrentamiento del 19 de junio fue una mujer policía que quedo atrás en la escaramuza policial y fue golpeada por pobladores en una golpiza en la que incluso recibió un machetazo, y otro policía federal que fue herido por un cohetón.

Desde la noche misma de ese domingo negro, la policía federal anunció que dos de sus elementos habían sido heridos por armas de fuego, sin embargo sus identidades nunca fueron hechas públicas, ni sus estados físicos fueron presentados a la prensa.

En una conferencia de prensa suscitada en Tlatelolco, en la Ciudad de México  hace unos días, personas heridas durante aquel 19 de junio señalaron que los policías federales venia por la carretera y empezaron a lanzar gas. Que detrás de ellos, en autobuses, venían otros policías y que venían armados.

Que a las ocho de la mañana empezó el enfrentamiento, a las ocho y media los disparos , que a las nueve se reportaron los primeros lesionados y a las nueve y media se empezaron a reportar ya lo primeros manifestantes muertos.

El obrero Luis Alberto Martínez, al que un disparo esa mañana le perforó el bazo, el hígado, el pulmón izquierdo y el riñón declaró al periodista Pablo Ferri:

“Estaba en el parqueadero del panteón. Los federales se estaban retirando y entonces nos vieron. Uno como que se sentó, apuntó y nos disparó. Estaba como a unos 50 metros. Me dio en el abdomen. Sentí ardor y me lo agarré y me bajé a la calle principal corriendo. Me vieron y me llevaron a la iglesia de la plaza. Ahí me taparon la herida y me llevaron al hospital. Me pusieron una sonda para orinar y me dieron suero”.

Juan José Acevedo  quien ese día recibió un disparo en la cabeza, detrás de la oreja izquierda, con la bala que salió por la mejilla, dio su versión con la ayuda de su hermana.

“Se sentía mucho ardor –por el gas–. No duramos mucho tiempo, orillamos a la gente, a los heridos. Se escuchaban disparos. Entonces me dieron, pero no me caí. Luego vi demasiada sangre y de ahí me ayudaron a salir en taxi. Fuimos al ISSTE y nos dieron unas vendas. Luego me llevaron en camioneta al hospital y nos dijeron que no había servicio. Había policías en la entrada y no dejaban entrar a nadie. Entonces fuimos al centro de salud. Me pusieron suero, me cambiaron las vendas y más tarde ya fuimos al hospital. Ya se podía pasar”.

Gerardo Ramos Cruz, Regidor de salud del municipio de Asunción, Nochixtlán , declaró en su momento respecto a la versión de que había armas entre los manifestantes que mantenían el retén carretero que lo policías vinieron a romper, que a él “le zumbaron las balas, pero del enemigo”

Dijo que los manifestantes del bloqueo portaban “lo clásico” para esos casos,  “piedras, palos  y uno que otro cohete”.

“Las balas se escucharon de parte de los policías federales, quienes posteriormente se acercaron hasta el panteón donde los ciudadanos intentaron hacer como un embudo para protegerse, y aun ahí los policías estuvieron disparando hacia los laterales”.

Para Ramos, entrevistado nueve días después de los hechos, el que la policía federal hoy continúe afirmando como lo hizo en un primer momento que los primeros balazos vinieron primero del otro lado, obedece a una razón muy simple.

“La policía intenta establecer un argumento de porque dispararon, que todo fue por una provocación, cuando esta no se dio, a mí me consta. Hasta al frente había una persona que incluso nada más llevaba una bandera”.

“Los manifestantes no llevaban armas, sino ahí están las contradicciones de la versión oficial que primero dijeron que los policías no traían armas y después vinieron las fotos mostrando que si las traían”.

Ramos se refiere a la tarjeta de trabajo que la Secretaria de Gobernación difundió en medios de comunicación el mismo día de los hechos que negaba que hubiera policías federales armados en el operativo, primera afirmación sobre la que hoy la mencionada diputada Gómez del Campo afirma que de los 574 policías que participaron en el operativo, sólo 32 iban armados.

Incluso durante aquel 19 de junio las fotos del fotorreportero oaxaqueño Jorge Pérez Alfonso que daban cuenta de policías federales empuñando sus rifles de asalto frente a la ya icónica Vulcanizadora Reyes en Nochixtlán, y que contravenían en directo una versión de Estado, fueron señaladas como “falsas” ese mismo 19 de junio por la Comisión Nacional de Seguridad, acusación sobre la que ninguna instancia gubernamental volvió en los días subsecuentes.

Para sustentar la posible declaración de inocencia policiaca respecto al saldo rojo de ocho muertos de ese domingo en Nochixtlán, la diputada Mariana Gómez del Campo informó que, de acuerdo con la versión de la Policía Federal, lo del 19 de junio no fue un ataque deliberado contra la población, ya que de haberlo sido, el saldo de muertos hubiera sido muy elevado, como consecuencia del uso de armas de alto poder contra cerca las más de mil personas presentes en el lugar

Este razonamiento de la Policía Federal en boca de la diputada contrasta con las cifras arrojadas por el informe preliminar de las cinco organizaciones civiles oaxaqueñas que señalan que durante aquel operativo alrededor de cien civiles resultaron heridos por armas de fuego.

Al respecto, en su momento al citado Gerardo Ramos Cruz si los policías federales había tirado a las piernas de los manifestantes aquel 19 de junio.

“Y arriba también, se escuchaban las balas que pasaban. Los primeros muertos cayeron como a la mitad del tramo que divide al panteón de la y griega, ahí cayeron dos, y otros cayeron al frente de la multitud”.

Al respecto instancias gubernamentales de derechos humanos también se han pronunciado sobre el hecho, como la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), cuyo titular Arturo Peimbertdeclaró hace dos semanas en una reunión con la Comisión precedida por Gómez del Campo que el objetivo del operativo de la Policía Federal en Nochixtlán, Oaxaca, el 19 de junio pasado, no está claro, pues el desalojo de la autopista se logró a los 15 minutos.

El defensor informó que hasta el momento el organismo a su cargo tienen registrados 198 heridos, de los cuales 155 son civiles y 43 agentes federales; además, de que en total 84 personas tuvieron heridas de bala.

Ante la discrepancia de sus datos con los de otras organizaciones, Peimbert explicó en su momento que a las autoridades federal y estatal se les complicó este registro debido a que los heridos tienen un gran temor a ser criminalizados, por lo que muchos no han denunciado sus heridas.

Finalmente la diputada Gómez del Campo, Comisión Especial de seguimiento, en calidad de semivocera de la Procuraduría General de la Republica , hizo público que la PGR investiga entre seis y siete grupos civiles que participaron en el enfrentamiento con las fuerzas policiales en Nochixtlán, pero que estos no están relacionados con la Sección 22 , la CNTE, ni el conflicto magisterial.

Información que recuerda a la posición que un primer momento asumió el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué la misma noche del 19 de junio, asegurando que las responsables de los lamentables hechos eran un grupo de organizaciones civiles , invitando al magisterio oaxaqueño a desmarcarse de ellas.

Cuestión sobre la que no volvió a pronunciarse públicamente desde entonces. Cabe recordar que el mandatario también justificó aquella noche a lo acontecido bajo el argumento de que se buscó regresar la gobernabilidad con el uso de una “fuerza moderada”.

Días después, con los sangrientos resultados del operativo del 19 de junio ocupando los principales titulares de los medios de comunicación del planeta, Cué se deslindó del operativo en una entrevista con la conductora Adela Micha, asegurando que él no fue el que dio la orden de abrir fuego ese domingo en Nochixtlán, Oaxaca.

Por lo pronto la diputada Gómez del Campo informó también que se está investigando judicialmentelas motivaciones de “los seis o siete grupos civiles

“La PGR está investigando el porqué de su presencia, de su participación y cuáles son sus intereses”.

De esas investigaciones, y de la versión oficial que el gobierno federal de finalmente sobre los hechos sucedidos el pasado 19 de junio, y sus posibles repercusiones, nos iremos enterando todos en los próximos días.