La Jornada.
Ciudad de México. La información generada por inteligencia naval y el incremento de la cooperación con agencias extranjeras (particularmente de Estados Unidos) se han traducido en el aumento de decomisos de droga en altamar por parte de la Armada de México.
En los primeros cuatro años de la actual administración, los marinos han asegurado más de cinco toneladas de la cocaína frente a las costas de Chiapas y Guerrero, principalmente, lo que se ha traducido en pérdidas por más de 750 millones de pesos para elcártel del Pacífico.
De acuerdo con fuentes navales e información oficial de la Secretaría de Marina (Semar), en el último año se detectó que la droga que es transportada por mar tiene por destino principal las costas de Chiapas y Guerrero, entidades en las que en los dos últimos meses fueron aseguradas en distintos operativos casi tres toneladas de droga.
La Armada de México ha participado en ‘‘11 eventos (operativos)’’ en las costas mexicanas de 2012 a la fecha, en los que ha decomisado además 14 embarcaciones (pesqueras, de transporte y recreativas), una lancha go fast, y en los que han sido detenidas 47 personas de diferentes nacionalidades (mexicanos, colombianos, guatemaltecos y ecuatorianos).
Del total de los aseguramientos, indican las cifras oficiales, más de 70 por ciento ocurrieron en lo que va de este año, lo que según fuentes navales consultadas es resultado del trabajo de inteligencia naval y de la colaboración con agencias antinarcóticos de otros países, lo que permitió intensificar los patrullajes en la zona económica exclusiva de 200 millas con buques oceánicos, buques patrullas, lanchas interceptoras y mediante vigilancia aérea con aviones y helicópteros.
Envíos ‘‘hormiga’’
Al respecto, los funcionarios entrevistados señalaron que actualmente se registra una ‘‘nueva tendencia’’ en el tráfico de cocaína que viene de Sudamérica hacia territorio nacional, ya que, a diferencia de años anteriores, ahora los cargamentos de droga van de 200 a 800 kilogramos (antes eran más comunes los cargamentos con varias toneladas del alcaloide en embarcaciones grandes).
También se ha detectado el balizamiento de la droga en altamar, más allá de las 200 millas náuticas de mar patrimonial, para evitar que sea interceptada en aguas nacionales, el cual consiste en colocar en el cargamento un dispositivo para ubicarlo desde tierra mediante un sistema GPS. Así, dejan los paquetes de la droga en altamar a la espera de que las corrientes marinas los lleven a un punto en el que son esperados por otras embarcaciones, o bien aguardan que la corriente los acerque a la costa.
Otra forma de operar es que las embarcaciones navegan por fuera de las 200 millas de mar patrimonial y en altamar son abastecidas para continuar su trayecto hasta el punto de entrega.
En el sexenio anterior, se dijo, las embarcaciones con droga prácticamente iban ‘‘costeando’’ las playas mexicanas hacia los estados de Nayarit, Jalisco, Colima y Guerrero.
Según estimación de la Procuraduría General de la República (PGR), en 2014 un kilo de cocaína costaba alrededor de 150 mil pesos en el mercado negro, y, según las fuentes navales, la droga decomisada (en su gran mayoría) pertenece al cártel del Pacífico.
Cabe señalar que estos decomisos son diferentes a los que ha realizado la Armada de México, principalmente en Manzanillo, Colima, donde se ha interceptado cocaína mezclada con resinas, adherentes, sales y pulpa de fruta, así como droga escondida en contenedores que transportaban maquinaria y refrigeradores.
Los oficiales explicaron que a pesar del éxito obtenido recientemente, el tráfico de drogas cambia constantemente su estrategia para tratar de burlar la vigilancia; por ello, la Armada ha incrementado la vigilancia aérea y marítima.