Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.
Oaxaca de Juárez. Rodrigo Pacheco Peral, politólogo y asesor político, opinó que aún en el cao y la incertidumbre que siempre existe en el corazón de Oaxaca, en estos meses de transición entre dos sexenios, con Gabino Cué Monteagudo dejando la gubernatura y Alejandro Murat Hinojosa tomando su lugar a partir de diciembre seguirá existiendo una dinámica de negociación privada en la entrega recepción de un gobierno a otro.
“Los planes de gobierno al parecer no cambiarán mucho, o al menos estos no han sido presentados.
La anterior transición en Oaxaca de un gobierno priísta a un gobierno de coalición sucedió en los mismos términos, aún cuando ahí si había un nivel de disputa mucho mayor”.
Sobre la deuda del actual gobierno estatal que según estimaciones ya linda por los diez mil millones de pesos, con deudas a varios proveedores e incumplimiento de programas públicos, se le cuestionó al entrevistado que tanto nivel de operatividad económica tendrá el gobierno entrante de Alejandro Murat con esta herencia de deuda.
“No es tan difícil, al final esta es la mima dinámica de todos los municipios y los estados en México, incluso hasta de muchos ciudadanos que nos despertamos con nuestro celular sonando y una señorita de Monterrey cobrándonos los cinco mil pesos que le debemos al banco, y nos hacemos güeyes, y todos estamos en buró de crédito”.
“Con los estados la dinámica es muy similar. El gobierno mexicano desde los años ochenta adquiere deudas enormes con el Banco Mundial o con los Estados Unidos que muchas veces son hasta perdonadas”.
El analista recordó que el cambio del 2010 del gobierno priísta de Ulises Ruiz al de coalición de Gabino Cué, tenía como antecedente del movimiento social del 2006 un encono muy fuerte.
“Pero la entrega recepción pasó sin mayor problema. El acuerdo es un modelo con muchísimos problemas y fallas, pero es la lógica bajo la cual piensan los actores políticos.
Minimizando el conflicto con el clásico aquí no ha pasado nada”.
“En Oaxaca la derrota del PRI en 2010 obedeció a un estamos hartos de Gabino Cué pudo conjuntar entonces a personas de las más distintas ideologías para su candidatura, lo cual cuando ya fue gobernador se le convirtió en un gran problema”.
Con el PRI de vuelta al gobierno estatal oaxaqueño, Peral reflexiona que “regresamos un poco al pasado, o tal vez al presente. Hoy las opciones son PRI o no PRI, las otras opciones no parecen estar certeramente representadas, porque lo que al final no pueden ganar”.
“La expectativa sobre el gobierno de Gabino era altísima pero quedo muy por debajo. Tuvo algunos triunfos, pero la verdad es que son más los errores y las omisiones de los cuales seguiremos viendo sus consecuencias en los próximos años”.
“Seguramente en el gobierno que viene habrá cambios estructurales en la manera en como abordan los problemas del estado. Con variaciones ideológicas de método y sobre todo de adaptación”.
“Aunque también habría que ser un poco escéptico al respecto, ante un supuesto cambio en comparación con el gobierno anterior”.
Se le cuestionó si el “llegamos a gobernar los que sí sabemos gobernar” del priismo, será una constante de este sexenio que viene.
“Tendríamos que darles el beneficio de la duda si lo que queremos creer es que la democracia es la mejor forma de gobernar”.
Ganador de un poco más del treinta por ciento de la votación total en su gubernatura oaxaqueña, se pregunta al politólogo si el PRI podrá volver a gobernar Oaxaca con el carro completo.
“Ese carro ya no existe, porque hoy hay competencia,variedad, de ideologías, de posturas que triunfan y otras fracasan, y también hay intentos de regresar a un pasado que ya no existe. Bien que mal los regímenes totales tampoco existen ya”.
“Hoy un gobierno no puede gobernar solo por sus pistolas, tiene que escuchar a otras fuerzas o si no esas fuerzas a larga van a encontrar los métodos para hacerse escuchar”.
“El presidencialismo ha perdido fuerza. Hoy la CONAGO (Conferencia Nacional de Gobernadores) tiene un papel fuerte. Los gobernadores han logrado a una mayor injerencia en la política mexicana”.
“Hoy México es muy débil económicamente, ha perdido muchísima confianza de gente y entidades que podían ayudarlo en el extranjero. Aliados diplomáticos por errores fatales. A veces pareciera que Presidencia se esfuerza en regarla, que no hay una estrategia”.
A todo esto el analista suma que viene una disputa tremenda por la silla presidencial, donde incluso hoy hasta los priistas másdisciplinadosparecería estar bajándole un poco a su discurso institucional.
“Como si fuera un circo, y tú quieres participar en él y cuando te preguntan, ya no sabes ni él porque querías estar ahí”.
El cómo se inscribe la magisterial sección 22 en esta transición de sexenios, Peral la mira como la “la pregunta del millón”.
“Seguirá en su lógica, manifestación- negociación- manifestación. También está la educación, hay maestros muy buenos, pero el sindicato como movimiento es lo que es. Incluso en los momentos más idílicos que hubo con la actual administración nunca renunciaron a sus movilizaciones, porque ahí radicaba su fuerza”.
Del anunciado regreso a clases por parte de la 22, acompañado de un anuncio de boicot a la toma de posesión de Alejandro Murat Hinojosa, Peral asegura que ya había tenido esta misma conversación con este mismo reportero a mediados del 2015.
“Tuvimos esta misma conversación y me preguntaste si la sección 22 iba a boicotear como anunciaron las elecciones a diputados federales, y al fina si lo hicieron pero a medias. Quemaron boletas y urnas en algunos distritos en unas elecciones en las que al final terminó ganando en su mayoría el PRI”.
“El reciente boicot a la Guelaguetza, con los maestros bloqueando a una cuadra de las escaleras del auditorio mientras en la televisión el auditorio parecía casi lleno, aun con un boicot magisterial instalado a kilómetros de él”.
“La dinámica de la sección 22 siempre ha sido el alinearse a sus propios intereses políticos y eso no va a cambiar. La competencia política trae también un reajuste de grupos, de elites,donde ya no se tiene la certidumbre de la fuerza”.
Sobre los movimientos y grupos políticos que en Oaxaca piden justicia sobre los ocho asesinados en Nochixtlán y que en caso de no encontrarla anuncian estallidos sociales irremediables, el analista dice que “hoy se trata de buscar soluciones reales”.
“Hoy a veces ya no se trata de un asunto de ideologías ni de grupos políticos. En Oaxaca aun los que trabajamos de buena fe parece que no logramos resultados satisfactorios”.
Peral se pregunta el cómo se puede hablar de un estallido social en una Oaxaca que está estallando todo el tiempo.
“Creo que ya no da tiempo de eso. El sistema oaxaqueño puede estar hoy muy confrontado pero sigue siendo un sistema que ha hecho lo mismo por 20 o 30 años .Por eso es difícil creerle el discurso a actores políticos que de repente se quieren declarar antisistémicos”.
Algo pragmático el analista dijo que las ideas totales hoy mienten, que para incidir tenemos que empezar a hacerlo en lo que podemos.
“Hay miles de ideologías, de apellidos, de ismos, cuestiones que se están construyendo precisamente ahorita y que generacionalmente estamos imposibilitados para conocer. El cambio es al final un riesgo, una ruptura, una espada de dos filos”.
“Los cambios entre estos dos sexenios podrán venir para el gobierno de Murat en resolver problemas muy locales y específicos”.
Pacheco Peral resumió que al final en Oaxaca ni el gobernador saliente ni el gobernador entrante nunca han estado realmente en algún momento confrontados, aunque las apariencias en su momento hubieran podido decirnos lo contrario.
“En México, en Oaxaca. Nadie sabe realmente lo que va a pasar. Solo estamos suponiendo”.
